El camino de la Torá y el camino del sufrimiento

Nos guste o no, estamos obligados a pasar por todas las etapas de desarrollo. Es imposible saltarse algo, pero todo depende del enfoque con el cual llegamos a cada estado subsecuente. Sin embargo, cada etapa es necesaria porque desarrolla nuestras sensaciones, mente, reconocimiento, conciencia y libertad de elección que nos deja llegar a nuestra meta de una forma madura.

Existen dos caminos: el camino de la luz y el camino del sufrimiento, dos fuerzas que operan sobre nosotros y desarrollan el reconocimiento del mal en nosotros. Reconocer el mal significa no seguir ciegamente mi animal, mi naturaleza primordial, sino cada vez elegir una definición crecientemente más elevada, una ley superior, un principio superior, y pasarlo hacia el siguiente grado, es decir, decidir lo que es más cercano al Creador, a la expansión, al entendimiento, reconocimiento y adhesión con la fuerza superior.

Una persona constantemente lucha entre su naturaleza animal, corporal, que quiere definir completamente su comportamiento egoísta, y el principio espiritual de acuerdo al cual la adhesión con el Creador, la conexión, unificación, alcance de la naturaleza integral y amor a mi prójimo como a mí mismo son los valores más elevados.

Se nos dio la libertad de elección con el fin de elegir esta buena idea en lugar del pragmatismo egoísta corporal, pero el egoísmo es muy cercano a nosotros y nos controla. Es por eso que es tan difícil todo el tiempo ver y entender la necesidad del desarrollo espiritual. El egoísmo corporal nubla nuestros ojos y no nos permite ver ningún beneficio en lo que está más allá del cuerpo animal.

 

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Idioma hebreo: aprender sobre las claves del amor

Somos afortunados de vivir en una época en la que podemos hablar libremente el hebreo. Aprendí a hablar hebreo hasta que me mudé a Lituania, a principios de los 70s, estando en tránsito de camino a Israel. Hasta entonces empecé a hablar un poco el hebreo, a través de mi abuelo, quien leía la Guemará y oraba con el shiddur (libro judío de oración). Si a él se le hubiera preguntado sobre el significado de las palabras en hebreo, habría contestado en yiddish, como las personas mayores que vivían en Vitebsk, mi lugar de origen. A nuestros padres se les prohibió por completo hablar hebreo. Hablaban generalmente en ruso y ocasionalmente en yiddish.

Celebrando el nacimiento de un lenguaje especial

El idioma hebreo es un fenómeno único. Es una expresión de las relaciones amor-odio.

Después de la destrucción del Segundo Templo, que se dió como resultado del odio infundado, el hebreo desapareció casi totalmente como idioma cotidiano de los judíos. Desde el siglo II EC, hasta principios del siglo XX DEC, la gran mayoría de los judíos hablaron el idioma de las regiones en que vivieron. Sin embargo, aprendieron a leer y a escribir hebreo básico, para poder orar y leer los libros sagrados, así como mi abuelo en Vitebsk.

‘El día del idioma hebreo’, marca el renacimiento

Eliezer Ben-Yehuda, quien nació el día del idioma hebreo y en cuyo honor se celebra este día, fue el hombre que revivió el idioma hebreo. Pero mientras se llega a una perspectiva más profunda y comprensiva, la razón por la que hemos retomado el uso cotidiano del hebreo es porque la gente de Israel está gradualmente regresando a sus raíces espirituales: a ser uno como un hombre con un solo corazón, dando ejemplo de unidad a todos los pueblos, convirtiéndose así en “Luz para las naciones”.

El renacimiento del idioma hebreo es la primera expresión del adhesivo que une a todo el pueblo de Israel. Aún cuando todavía no concluímos nuestro propósito, nos dirigimos hacia él.

 

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¿Cuáles son los orígenes de los Cabalistas?

¿CUÁLES SON LOS ORÍGENES DE LOS CABALISTAS?

¿CUÁLES SON LOS ORÍGENES DE LOS CABALISTAS?La sabiduría de la Cabalá se descubrió al hombre hace 5777 años, incluso ese origen fue escrito por Adam, llamado "Raziel el Ángel"

Gepostet von La Academia de la Cabalá Bnei Baruj España am Mittwoch, 2. Januar 2019

Análisis Global 2019: Cómo equilibrarse de nuevo

A medida que nos acercamos al 2019, el mundo se encuentra como en un columpio, pero el viaje no es del tipo relajante, con pájaros que nos rodean con ternura mientras disfrutamos de un movimiento agradable y equilibrado de lado a lado. Más bien, somos como un niño en un columpio que perdió el equilibrio y no sabemos cómo salir, social y económicamente.

Francia ha visto sus peores y más violentos disturbios en 50 años, que han comenzado a extenderse a otros países, lo que demuestra el potencial de una «primavera europea».
Un asombroso 80% de los trabajadores de los EE. UU, informan que viven de un sueldo a otro, mientras que su gobierno simplemente fue cerrado por un período de tiempo desconocido. Los mercados de valores de todo el mundo tuvieron el peor diciembre en décadas, y el Fondo Monetario Internacional hizo un pronóstico pesimista de una desaceleración global.

Para disfrutar de un paseo placentero en un columpio, dos fuerzas opuestas nos deben balancear por igual en ambas direcciones. ¿Qué está llevando nuestro balanceo más y más fuera del equilibrio?

Hasta principios de la década de 1990, el mundo se balanceaba entre dos fuerzas opuestas. Rusia quería demostrar su poder y éxito al mundo con su régimen comunista, que actuó como un contrapeso hacia los Estados Unidos y Europa. Había un incentivo subyacente para que los regímenes capitalistas tuvieran el mayor éxito posible, lo que también significaba que tenían que trabajar mejor para todos.

De hecho, hace 30 y hasta 40 años, poseer una casa y un automóvil era más factible para los trabajadores de los Estados Unidos que hoy en día. Paradójicamente, los salarios dignos de los Estados Unidos se han estancado durante las últimas décadas, mientras que la productividad de los trabajadores ha aumentado continuamente. ¿A dónde fueron todas las ganancias? Los ricos se han vuelto exponencialmente más ricos.

Cuando la Rusia soviética se derrumbó, junto con sus esperanzas comunistas, ya no había una fuerza que equilibrara las ambiciones del capitalismo. Paralelamente, por naturaleza, el egoísmo humano continuó creciendo y evolucionando a un nivel superior. Como resultado, el capitalismo de hoy es dramáticamente diferente de lo que era hace 30 años, y la desigualdad económica ha alcanzado proporciones épicas.

En medio de esta extremidad llegó Donald Trump, quien identificó la tendencia y fue capaz de conectar con millones de estadounidenses que se sintieron desanimados y desposeídos por lo poco que tenían. Trump ganó la presidencia con el objetivo declarado de «drenar el pantano» y luchar contra los banqueros y la gente de Wall Street que ganan dinero con dinero mientras la mayoría del público está luchando. Además, Trump está trabajando para minimizar la sensibilidad de Estados Unidos a las fluctuaciones globales al limitar las conexiones con otros países, ya sea a través de una guerra comercial con China, aumentar los aranceles, no cooperar con la UE y el foro del G20, e incluso su último movimiento para retirarse de Siria.

Sin embargo, otra fuerza se perfila como el contrapeso definitivo en el estado actual de los asuntos, y esa es la realidad ineludible de la interdependencia global. Si las cosas en Europa, por ejemplo, continúan escalando hacia una crisis económica, el mundo también se hundirá en una crisis. Además, la mayoría de las industrias de hoy se han vuelto muy sensibles a las fronteras, confiando en la libre circulación de capital, materiales, conocimiento y fuerza laboral. Prácticamente todos los países de hoy están vinculados a través de la importación y exportación.

En otras palabras, el mundo se ha convertido en una economía globalmente interdependiente y, por extensión, en una sociedad global. Esta interdependencia es una fuerza de la naturaleza, cada vez más fuerte y más firme sin que nosotros seamos conscientes. Si esta fuerza nos golpea en la cara, experimentaremos una crisis económica global que nos sacará del columpio. Sin embargo, mientras todavía estamos en el columpio, tenemos la oportunidad de equilibrarlo por nuestra propia cuenta.

Para hacer eso, no podemos detener el crecimiento del ego humano, ni podemos detener la creciente interdependencia. Más bien, tenemos que educarnos sobre nuestro mundo conectado y cambiar nuestros valores en consecuencia. Esto significa que todas las personas, desde los magnates hasta los manifestantes, tienen que pasar por un cambio de conciencia y reconocer que nuestros futuros están inevitablemente conectados.

Cuando mejoremos el nivel de conexión humana, comenzaremos a ver cómo cambiar el paradigma socioeconómico también. Dos fuerzas opuestas deben estar presentes para mantener el equilibrio. Por lo tanto, mi esperanza para 2019 es que comencemos un programa educativo global y masivo, para poder equilibrar el ego en crecimiento con una conexión humana positiva. Entonces, podríamos aspirar a un agradable paseo en el columpio.

Fuente original

¿Cuál es la verdadera fuente de la felicidad?

La Cabalá es un método que nos enseña a crear una sociedad conectada positivamente con personas felices en equilibrio con la naturaleza.

Todo el mundo quiere ser feliz. Hay innumerables interpretaciones sobre qué es la felicidad, cómo ser felices, cuál es la fuente de la felicidad y, sin duda, si pudiéramos identificar una fuente genuina de felicidad, confiaríamos en una meta a la que aspirar.

En este análisis sobre la fuente auténtica de felicidad, examinaremos:

  • Si realmente existe una fuente auténtica de felicidad.
  • Si la felicidad es subjetiva y relativa para cada persona o si puede haber una fuente de felicidad común para todos.
  • Cómo los roles de la sociedad y sus valores juegan en nuestra felicidad.
  • Qué impide que seamos felices todo el tiempo.
  • El papel que juega la naturaleza humana en nuestra felicidad.
  • Definir una fuente auténtica de felicidad y el tipo de transformación necesaria para experimentarla.

¿Realmente existe una fuente auténtica de felicidad?

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Cambiando la red de conexión humana a buena

Al crear fuerzas positivas en la red, como mostrar a los demás el cuidado, la amabilidad y la amistad, enviamos pensamientos unificadores por encima de nuestra mentalidad egoísta instintiva.

Vivimos en un campo de conexión que nos mantiene unidos. No podemos verlo y, sin embargo, afecta a todos los aspectos de nuestra realidad.

Cuanto más fuerte es una fuerza, menos visible a simple vista. Por lo tanto, la fuerza más fuerte conocida por los físicos hoy en día es la energía nuclear, en una escala de longitud millones de veces más pequeña que un átomo.

De manera similar, la Cábala explica las fuerzas naturales que son aún menos visibles y aún más poderosas para nosotros. Esta es la red de conexión humana: la estamos activando constantemente, pero no sabemos que existe.

Hoy en día predomina la influencia de la red en forma de división. Nuestro egoísmo humano innato nos hace irradiar constantemente esta división. Estamos difundiendo influencia negativa en toda la red, lo que se manifiesta en una hostilidad externa. Como resultado, muchos de nosotros nos sentimos cada vez más ansiosos, amenazados y solitarios, mientras que otros lidiamos internamente con el odio sin fundamento, su lucha por la supervivencia o los insultos en las redes sociales.

Sin embargo, podemos restablecer el equilibrio creando una fuerza positiva dentro de la red. Para hacer esto, necesitamos enviar intencionalmente pensamientos unificadores por encima de nuestros pensamientos egoístas instintivos.

No se trata de ética o moral o «sé amable con los demás»: los mantras que escuchamos cuando éramos niños. No se trata de filosofía, psicología o religión. La sabiduría de la Cabalá nos revela los niveles de la naturaleza que nos están ocultos.

Al esforzarnos conscientemente por irradiar cuidado, amistad y amistad a todas las personas, usamos la red natural que nos une en nuestro favor. Esta es la red que los cabalistas han descubierto. Han descrito esta red en más de 2,000 páginas en el estudio de las Diez Sefirot .

Pero para activarlo, no tienes que sumergirte en las profundidades de la Cabalá. Así como no tienes que estudiar medicina para tomar una pastilla de trabajo.

El único desafío que debe superarse es que pensamos que nuestros esfuerzos personales son tan pequeños e insignificantes. Este pensamiento se deriva del hecho de que no podemos darnos cuenta de que todos estamos conectados. Cuando muchos de nosotros hacemos un pequeño esfuerzo consciente, creamos una fuerza poderosa.

Todos están invitados a enviar una influencia positiva dentro de la red. Me gusta, compartir o escribir algo. Difundamos la unidad.

¿Cuál es la esencia del método de la Cabalá?

Pregunta: ¿Cuál es la esencia del método de la Cabalá?, ¿es el de inculcar un gen altruista espiritual en tantas personas como sea posible?

Respuesta: La esencia del método es el de unir los deseos de todas las personas en un solo deseo común y que todos comiencen a sentirse como un todo con los demás. Entonces una persona perderá la sensación de que existe sola, separada de los demás.

No podemos imaginar cuánto nuestras individualidades, cuando se fusionan, forman una individualidad común llamada Adam, que significa “hombre” en hebreo. Esto es lo que se ha creado.

Actualmente, cada uno de nosotros percibe sólo pequeños fragmentos parciales de este sistema. Sin embargo, deberíamos alcanzar un estado en el que percibamos el sistema completo de Adam como un todo único y a nosotros mismos como existiendo juntos.

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El escenario de la «primavera europea» podría extenderse como un incendio forestal

Los disturbios que tienen lugar en el corazón de París son la semilla de un cambio inevitable en las reglas del juego socioeconómico en Europa.

La gente de «chalecos amarillos» protesta por el aumento en los precios del combustible y el costo de vida, están vandalizando las calles, incendiando autos y saqueando tiendas en los Campos Elíseos. Incluso la estatua de Marianne, el símbolo nacional de la libertad originada en la Revolución Francesa, no era inmune a la ira de los manifestantes.

Estos actos violentos expresan un creciente sentimiento de privación y explotación que las personas sienten hacia su gobierno. Más allá de aquellos que toman las calles, muchos comienzan a sentir que la elite gobernante está preocupada por sus propios intereses, sin tener en cuenta las necesidades de sus ciudadanos. Están empezando a darse cuenta de que sus líderes tienen una misión en mente: preservar su trono de todas las formas posibles.

Y cuando los europeos modernos sienten que están siendo despojados de lo poco que les queda en el bolsillo, todo se vuelve permisible. Su bárbaro lado sale y su rabia se traduce en violencia, saqueo y caos en las calles. Incluso si una persona se arriesga a ser encerrada en la cárcel en el siguiente momento, el ego humano en erupción no puede ser restringido.

Mientras tanto, el presidente francés Emmanuel Macron ha estado en Buenos Aires en la cumbre del G20, sentado junto a otros líderes mundiales, mientras cada uno de ellos mantiene el enfoque de sus intereses personales. En su caso, el ego los ciega de ver la intrincada red de interdependencia global que los conecta. Todos los líderes están ocupados atando otro nudo, ignorando cómo la realidad que los rodea se está deshaciendo.

Estableciendo el tono en la cumbre, Trump protege los intereses de su país. Alcanza los acuerdos con su homólogo chino para forjar un acuerdo que beneficiará a ambos países. El presidente de los Estados Unidos por lo general demuestra aislamiento, pero con un claro objetivo de beneficiar a su país. Lo hace, por ejemplo, bloqueando la entrada de inmigrantes ilegales a Estados Unidos, a diferencia de Europa, que mantiene sus puertas abiertas.

Europa en su estado de deterioro recuerda algo a la Unión Soviética en su período anterior a la desintegración. La polarización social se está intensificando a diario, hay muchos choques de intereses entre los líderes y algunos países están tratando de retirarse de la Unión Europea. Al mismo tiempo, las olas de inmigración continúan sacudiendo el tejido sociocultural del continente.

Sin embargo, el golpe poderoso que impactará a Europa será la disonancia entre la riqueza y la pobreza. Mientras miles de millones de euros están fluyendo a través de la Unión Europea, la clase media se está volviendo cada vez más pobre. Al mismo tiempo, una revolución tecnológico-industrial sin paralelo se está acercando rápidamente y amenaza a cientos de millones de empleos.

Cuando aproximadamente el 60% del público en uno de los países europeos se encuentre fuera de la mercado laboral y no pueda regresar a él, será inevitable cambiar las reglas del juego. Es fácil imaginar un escenario de «primavera europea» en el que los disturbios, como acabamos de ver en París, se propaguen como un incendio en toda Europa.

Incluso hoy, un grupo de estadísticos de Polonia predice que tenemos unos 12 años hasta que se produzca una «crisis financiera global de escala mundial sin precedentes». Pero en un sistema integrado globalmente, donde cada parte está interrelacionada con todo lo demás, tal crisis puede ocurrir de antemano.

El primer paso necesario para cambiar las reglas del juego será proporcionar algún tipo de ingreso básico a cada persona que cubra las necesidades básicas de la vida. Sin embargo, el pan solo no va a satisfacer al ser humano por mucho tiempo. Un ingreso garantizado apaciguará al cuerpo, pero no el espíritu.

La economía es un reflejo de las relaciones humanas. Se trata de lo que uno da y recibe de la sociedad. Por lo tanto, si uno recibe lo que necesita de la sociedad y ya no será juzgado por su estatus socioeconómico, los valores sociales tendrán que cambiar.

Muchos competirán en la formación de nuevos valores sociales. Líderes, religiones, activistas radicales y diversas ideologías. Pero solo un concepto social será capaz de unir a los europeos y mantener la paz en las calles. Es el concepto que estará en equilibrio con el curso natural del desarrollo humano. El concepto que hará que cada persona reconozca que todos estamos conectados y somos interdependientes. Elevará a los humanos a un nivel más alto de conciencia, los introducirá a un nivel más profundo de conexión e infundirá a su espíritu con una nueva motivación. En última instancia, la calidad de la conexión entre las personas será la base para una sociedad y una economía nuevas y saludables.

Fuente original en inglés

Fundación del Estado de Israel, ¿qué hemos aprendido?

Sucedió hace setenta y un años. Masas de judíos en Israel y la diáspora se amontonaron alrededor de los receptores de radio, fascinados por el voto más dramático en la historia de la Tierra de Israel. Después de largas horas estresantes, el 29 de noviembre de 1947, la declaración final del anunciador estadounidense cortó el tenso silencio: “Treinta y tres a favor, trece en contra … Se acepta la propuesta”. ¡Se estableció la declaración del establecimiento del Estado de Israel!

Si le pregunta a la generación anterior dónde estaban el 29 de noviembre de 1947, les responderán con voz temblorosa: que recuerda el estallido de alegría, bailes y abrazos, y llorará cuando recuerde cómo sobrevivió al holocausto. Hicieron sonar las bocinas de los automóviles y shofares, gritaron de júbilo en las calles; el sueño de un estado judío se concretaba ante sus ojos.

En la noche del anuncio, sentimos cómo era realmente estar todos juntos, unidos como uno solo. Desde entonces, sin embargo, hemos pasado setenta y un años de guerras interminables y conflictos internos. Ciertamente tenemos logros de los que estar orgullosos: tenemos una bandera y un himno, un ejército, una aerolínea, una industria de alta tecnología y más. Pero, ¿nos hemos convertido en lo que soñábamos ser, un solo pueblo, completo, unido? ¿Con un país independiente y libre? Y si por casualidad hubiera un voto hoy en la ONU, ¿alguien firmaría un resultado similar?

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