el secreto del verdadero amor al prójimo

El secreto del verdadero amor al prójimo

¿Cuál es el secreto del amor al prójimo del cual habla la Cabalá? Todo el mundo dice que tenemos que amarnos y en lugar de eso sencillamente nos odiamos.

El secreto es que al trabajar adecuadamente en un grupo cabalístico, la persona empieza a revelar la verdad: que no ama a su prójimo, e incluso lo odia. Antes de hacer esta revelación, él pensaba que amaba a todos y verdaderamente lo creía. Pero ahora advierte que odia y que podría destruir a todos los que lo rodean si pudiera. A eso se le llama la revelación del mal y es un gran paso en el camino de la corrección.

Esta toma de consciencia llega por sí misma como consecuencia de los estudios de Cabalá y el escrutinio interior. La persona estudia los atributos con los que fue creado, las mismas cualidades a que se refiere lo que está escrito: “Yo he creado la inclinación al mal”.

Tenemos que esforzarnos para entender en qué clase de mundo existimos. Este es el trampolín para saltar hacia arriba. Cuando entiendo las cualidades con las que fui creado, lo único que me queda por hacer es quejarme y pedir la corrección al “Señor que me creó”.

El Creador no oculta el hecho de que deliberadamente nos creó de esta forma para que pudiéramos darnos cuenta de nuestra maldad. Una persona primero tiene que entender que personalmente sufre de este odio hacia los demás y pierde mucho por ello. Entonces lo aprisiona el miedo pensando en lo que le pasará en este mundo y en el mundo por venir. Sin embargo, gradualmente, bajo la influencia de la Luz que Reforma, empieza a entender cuan valioso es el atributo de otorgamiento puesto que le da la libertad.

Empieza a preferir la espiritualidad sobre todas las cosas materiales. Quiere volverse más otorgante y amoroso y salir de su egoísmo, salir de su prisión. Por el momento, lo desea para sí mismo, para sentirse mejor, pero al final realmente deseará liberarse de su deseo egoísta.

Para este propósito, se une con los otros, y en relación a esta meta, ya se les llama cabalistas, en lugar de una asamblea de egoístas. Unidos revelan que no tienen el poder o la fuerza para cambiar algo; necesitan un tercer componente, la Fuerza Superior, el Creador, la Luz que Corrige.

La Luz los zarandea como a un barco en un mar tormentoso y todo el grupo se une de tal forma que empieza a reaccionar en unidad, en sincronía, interactuando entre ellos en una armonía común (ya sea positiva o negativa). La Luz empieza a influir a cada persona con más fuerza, puesto que Su influencia aumenta dentro de un grupo, como si pasara a través de un amplificador.

De esta forma llegan a entender que no podrán hacer nada sin el Creador, la Luz que Reforma. Entonces todo el grupo estará dispuesto a unirse como una persona con un solo corazón para revelar al Creador.

 

Del blog de laitman.es

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