Prólogo al Libro de la Boca de un Sabio

Los cabalistas están convencidos que todas las personas tienen que estudiar la ciencia de la Cabalá. Si no lo hacen en esta vida, tendrán que regresar a este mundo una vez más y aprender esta ciencia. ¿Qué tiene de particular la ciencia de la Cabalá? ¿Por qué la gente tiene que dominar esta ciencia pues de lo contrario no valdría la pena vivir su existencia? ¿Por qué la perfección de un ser humano depende del conocimiento de la Cabalá?

Con el propósito de entenderlo, tenemos que aceptar el método cabalista que define, «Lo incomprensible no se describe» (no se dan nombres a las cosas que no pueden ser identificadas). Estamos hablando sobre cosas que están más allá de nuestra comprensión, por ejemplo, la esencia del Poder Superior. Por ejemplo, los cabalistas incluso se rehúsan a discutir teóricamente, a intentar identificar o dar nombres.

Por esta razón, cuando los cabalistas hablan sobre el Poder Superior, no se refieren a su esencia; aluden a la Luz que viene de este Poder. «Infinito» en la Cabalá es la Luz emitida desde la esencia del Poder Superior. Los sabios cabalistas definieron la Luz que viene del Creador hacia su creación como infinita y la nombraron «Infinito».

Existe para los cabalistas una ley inquebrantable que establece que está prohibido siquiera pensar en el Poder Superior, porque es imposible concebirlo. Asimismo, es imposible darle un nombre, ya que si lo intentáramos, significaría que lo entendimos hasta un cierto grado.

Sin embargo, la Luz que proviene del Poder Superior puede ser investigada, analizada, más adelante nombrada, y caracterizada basándose en este análisis. Todos nosotros recibimos esta Luz, la cual define la sustancia de nuestra existencia. Por eso su estudio y correcta aplicación es nuestra responsabilidad en esta vida; al efectuarlo, estudiamos el efecto del Poder Superior sobre nosotros. Este conocimiento es la sustancia de la Cabalá. Este conocimiento, en verdad, ésta ciencia, y su correcta aplicación, nos ayuda a llenarnos con la Luz del Poder Superior. Es una recompensa sublime por nuestros esfuerzos.

El Zohar nos dice que todo en los Mundos Superiores fue creado para conducir a cada persona a la perfección. En el principio fue la razón de la creación del Universo. Como está escrito en el Zohar, «El fin de la acción se halla en la idea de la creación». Todos los mundos, incluso nuestro mundo y el hombre dentro de este mundo, fueron creados para satisfacer el deseo de alcanzar el más elevado placer por medio de la Luz. Y, el hombre consiste de dos sustancias, una dentro de la otra: un alma dentro de un cuerpo físico.

Por lo tanto, en el principio, el Poder Superior colocó al hombre en su condición más baja: un cuerpo físico con el alma en su interior. Más adelante a través de un sistema de mundos descendientes, el Poder Superior lo perturba con el propósito de desarrollar su alma, un recipiente espiritual para la Luz, hasta que se llene de luz. Pues está escrito, «Y la tierra estará llena del conocimiento del Creador y cada uno lo conocerá a El».

El alma humana consiste de 613 deseos que deben llenarse con la Luz Superior. En principio, éste deseo es egoísta, y tiene la intención de llenarse para su beneficio propio. Sin embargo, al estudiar la Cabalá, el hombre desarrolla una nueva intención, conforme a la cual cada uno de sus deseos, desde el más diminuto hasta el más extenso será para satisfacerlo por el amor al Poder Superior.

Se llama acto de corrección a este cambio gradual de la intención que pasa de egoísta a altruista. Conforme a su semejanza con el Poder Superior, el deseo corregido se llena con la Luz Superior, con la sensación de su Poder, el Creador. Una vez que se han corregido las intenciones de todos los 613 deseos, el hombre absorbe dentro de sí toda la Luz que viene del Poder Superior. A esta condición se le llama, «Corrección Personal». De ésta manera, el hombre se vuelve uno con el Poder Superior.

Todas las almas son diferentes en sus atributos. Esta diferencia de los atributos es la razón de las diferentes características que tiene la gente. Pero las diferencias o semejanzas que existen en las almas no dependen de sus atributos. Dependen de la intención egoísta e individual que tiene cada alma de llenarse con la Luz. Cuando una persona corrige su intención, une su alma a otras almas y agrega a la suya el deseo y la Luz de ellas. Está condición se llama el «Corrección final del alma». El llenado completo con la Luz Superior se llama, «Universo del Infinito». Esta condición nos otorga una completa consciencia del infinito, la perfección, la paz y todo el conocimiento.

Las acciones de un hombre que se esfuerza por alcanzar los Mundos Superiores son las siguientes:

  1. La corrección de su intención cambia de egoísta a altruista. Un deseo, que deberá llenarse con la Luz Superior debe convertirse en altruista y semejante al Poder Superior.
  2. El deseo corregido se llena con la Luz Superior. Como resultado, el hombre comienza a entender los atributos del Poder Superior, sus metas, la idea de Su creación. Y ésta es su recompensa.

Hasta que se logre esta condición del alma, tendrá que regresar a este mundo una y otra vez, pues solamente durante la vida en esta Tierra es posible alcanzar el estado más elevado, el Mundo del Infinito, la unidad total de todas las almas cuando estén llenas con la Luz Superior. Por esta razón, cada generación repite a la anterior, esto es, las mismas almas aparecen en diferentes cuerpos.

Esto explica el significado práctico de la ciencia de la Cabalá.

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