Resumen lección Uno con la Creación
No hay nadie más que Él
Uno de los principios fundamentales del estudio de la Cabalá se llama “No hay nada fuera de Él”. Según este principio, la condición primaria y esencial para toda acción en el camino espiritual del individuo, es atribuir todos los eventos de la realidad a un solo origen, al Creador.
Artículo “No hay nadie más que Él” Shamati 1
Está escrito: “No hay nada más que Él”. Esto significa que no existe ningún otro poder en el mundo capaz de oponerse al Creador. Y la razón por la cual uno ve que en el mundo hay cosas y poderes que niegan Su Poder Absoluto, se debe a que el Creador así lo desea.
Y este modo de corrección se llama “la mano izquierda rechaza y la derecha acerca”; es decir, aquello que la izquierda rechaza se considera una corrección. Esto significa que en el mundo existen cosas que, desde un principio, han tenido como finalidad desviar al hombre del camino correcto, y por medio de las cuales es rechazado de la Kedushá (Santidad).
- La raíz de todos los eventos de la realidad está en el Creador.
- También la raíz de los eventos malos está en el Creador.
- Los cabalistas consiguen de forma práctica el concepto de “No hay nada fuera de Él” – consiguieron con certeza la sensación de que solo una fuerza gobierna la creación entera y todas sus acciones son bondad absoluta.
- Nos cuesta atribuir al Creador incluso los eventos positivos de la Creación.
- Cada vez que no atribuimos cada evento al Creador, se dice que estamos adorando otros dioses – idolatras. (Idolatras = todos aquellos a los que culpamos del mal que se revela o adoramos por el bien que se revela).
Entonces, ¿por qué vemos en nuestro mundo todo tipo de situaciones que no podemos atribuirlas a un solo origen? Esto tiene un propósito: ir por encima de ellas para atribuirlas al Creador.
Preparación para la lección – Clip: ¿Por qué hay mal?
Rav Kook
“No está abandonada la naturaleza en su trayecto, no enviuda la historia en sus enredos. Dentro de ella vive un fuerte redentor, Señor de todos los actos, justo en todas las generaciones. Los procesos son permanentes y ordenados, y todo se va iluminando”.
Soy el primero y el último
Sigamos leyendo del artículo Shamati 1
Artículo Shamati:
Entonces, finalmente determina que nadie puede ayudarle sino el Mismo Creador. Esto le lleva a realizar una sincera demanda de corazón al Creador para que le abra los ojos y el corazón y, ciertamente, le acerque más a la eterna adhesión con Dios. De esto se deduce que todos los rechazos que había experimentado, provenían del Creador.
Esto significa que no se debía a que hubiera fallado, a que no tuviera la capacidad de sobreponerse a los obstáculos. En cambio, a aquellas personas que verdaderamente desean acercarse al Creador, y con el fin de que no se contenten con poco, es decir, no permanezcan como niños ignorantes, se les brinda ayuda desde Arriba, para que no puedan decir: “Gracias a Dios, tengo Torá, Mitzvot y acciones de bien; por lo tanto, ¿qué más puedo necesitar?”
Y solamente si uno posee un deseo sincero, recibirá ayuda desde Arriba. Y constantemente se le muestra cuán carente está en su estado presente. Esto significa que se le envían pensamientos y opiniones que se oponen al trabajo con el fin de hacerle ver que no está unido al Señor. Y en la medida en que consigue sobreponerse, siempre acaba viendo que se encuentra más lejos de la Kedushá que los demás, quienes se sienten unidos al Creador.
Sin embargo, uno siempre tiene quejas y reclamos, y no consigue justificar el comportamiento del Creador, y cómo Él se comporta con uno. Esto le provoca dolor. ¿Por qué no está unificado con el Creador? Finalmente llega a sentir que no tiene parte alguna de la Kedushá.
Aunque uno en ocasiones recibe un despertar desde Arriba que le revive momentáneamente, enseguida vuelve a caer a lo más bajo. No obstante, esto es lo que lo lleva a descubrir que sólo Dios puede ayudarle y acercarle realmente.
El hombre siempre debe tratar de aferrarse al Creador. Esto significa que todos sus pensamientos deben estar orientados hacia Él, y que aun encontrándose en el peor estado, un estado del cual no pueda concebirse un mayor descenso, no debe abandonar Su dominio. Es decir, no debe concebir que exista otra autoridad que le esté impidiendo entrar en la Kedushá, y que sea capaz de causar beneficio o daño alguno.
Esto significa que no debe pensar que existe la fuerza de la Sitra Ajra (otro lado, opuesto) impidiéndole ejecutar buenas acciones y seguir la senda de Dios. En cambio, todo es llevado a cabo por el Creador.
Baal Shem Tov decía que aquel que sostiene la existencia de otra fuerza en el mundo, es decir, Klipot (cáscaras), se encuentra en un estado de “servir a otros dioses”. No es necesariamente el pensamiento herético el responsable de la transgresión. Pero si él cree que existe alguna otra autoridad y fuerza aparte del Creador, de esta forma ya está cometiendo un pecado.
Más aún, aquel que sostiene que el hombre es dueño de su propia autoridad y que afirma que fue él mismo quien ayer no deseó seguir la senda del Creador, también está pecando de hereje. Esto se debe a que no cree que sólo el Creador sea quien dirige al mundo.
- Nuestro trabajo en “no hay nada fuera de Él” es atribuir todo a una sola fuerza que maneja a la creación entera, incluyendo a los eventos que supuestamente nos alejan del camino espiritual.
- Cada pensamiento que se nos ocurre en la mente, cada deseo que se despierta en nuestro corazón, cada evento que ocurre en nuestras vidas, son, en realidad, un llamado del Creador a renovar el vínculo con Él.
- El pensamiento sobre el Creador, el propósito de la creación y donde me encuentro en relación a este, es un obsequio incalculable, una oportunidad de salir hacia la vida real. (El Creador te envía un SMS a cada momento, ¿no le contestarías?)
- Al principio del camino espiritual, tratamos de entender de qué se trata, especialmente por medio de la mente.
- Luego entendemos que la Luz hace el trabajo y nosotros solo tenemos que querer y pedir de la Luz que nos cambie.
- La luz nos desarrolla desde que nacemos en este mundo y también a lo largo de nuestro camino espiritual.
- Todos los niveles de desarrollo se encuentran en nosotros como en un bebé y nosotros solo tenemos que querer revelarlos.
- La única diferencia entre el bebé y el hombre que se desarrolla espiritualmente es que en el bebé esto ocurre de forma natural inconsciente y en el hombre, el proceso ocurre de forma consciente (implementación del libre albedrío).
Imagínense que están en un mundo en el que alcanzan al Creador detrás de cada suceso en sus vidas. Si todo llega del Creador, entonces por qué decimos “si no me preocupo por mí, ¿Quién lo hará? La respuesta es clara: porque yo soy quien atribuye todo al Creador y nadie puede hacereso por mi.
Verdad y Fe
Rabash en la carta en la Carta 76 del segundo volumen de sus escritos nos dice:
«Se sabe que “toda la tierra está llena de Su gloria”, y así debe creer toda persona como está escrito: “Yo lleno la tierra y el cielo”. Solo que el Creador hizo el ocultamiento, que no pueden verlo, con el fin de dejar lugar a la elección, y entonces hay lugar para la fe – creer que el Creador “llena todos los mundos y hace girar todos los mundos”. Y luego que uno se dedica a la Torá y las Mitzvot y cumple las Mitzvot de elección, entonces el Creador se revela a la persona y entonces uno ve que el Creador es quien gobierna sobre el mundo.
Resulta que entonces el hombre pone al Rey para que lo gobierne, es decir que uno siente que el Creador es quien gobierna todo el mundo, y esto se llama que el hombre pone al Creador de Rey sobre él.»
- Las palabras “no hay nada fuera de Él” expresan de hecho la fe en una sola fuerza, solo que el significado del término “fe” en Cabalá es completamente diferente del significado común y conocido.
- En su sentido popular, “fe” significa recibir cierta suposición como real, a pesar de que no conseguimos prácticamente su veracidad.
- Fe según la sabiduría de la Cabalá es el alcance de algo de forma práctica.
- La sabiduría de la Cabalá no exige (fe ciega) que creamos en un solo Creador porque sí, sino alcanzar su existencia de forma práctica, sentirlo. (Está escrito “prueben y vean que el Creador es bueno”).
- Según la sabiduría de la Cabalá, mientras no sintamos al Creador de forma práctica como bueno y benefactor, no podremos decir “No hay nada más que Él”.
- El esfuerzo de atribuir todos los casos de la creación a un solo origen bueno y benefactor, impulsa al individuo y no le permite contentarse con la simple fe de “no hay nada fuera de Él”.
Clip – No hay nada fuera de Él
Adhesión y autonomía
- La criatura tiene que desarrollarse hasta llegar a la adhesión con el Creador; esto es tener sus mismas cualidades de otorgamiento.
- Pero para ser grande como Él tiene que mantenerse independiente.
- Una pregunta surge aquí: ¿Cómo es posible asemejarse al Creador y al mismo tiempo mantener la independencia del creado? Esta pregunta nos llevará al esclarecimiento de la relación entre el Creador y el creado.
- Dentro de la Creación, la Cabalá distingue dos estados: El deseo de recibir (acelerador) y la intención (volante)
- El deseo de recibir no cambia, la intención si.
- Ahora podemos responder la pregunta anterior: El trabajar con el deseo de recibir con la intención correcta, es lo que le permite al creado estar adherido al Creador (a través de la intención con el fin de otorgar) y al mismo tiempo, continuar siendo independiente. (a través de deseo de recibir)
Sobre la relación entre el placer y el dador del placer
- Por lo tanto, si nuestro trabajo con “No hay nada más que Él” es atribuir todos los casos de la realidad a una única fuerza buena y benefactora, que dirige toda la creación, entonces, el cambio de intención de “con el fin de recibir” a “con el fin de otorgar” es la única manera de hacerlo prácticamente.
- La relación entre el placer y el dador del placer, es, en realidad, la relación entre el deseo de recibir y la intención que va sobre él. Esto, es porque el placer es percibido en el deseo de recibir, y la relación con el dador del placer, depende de la corrección de la intención, de – con el fin de recibir a con el fin de otorgar.
- La sensación en el deseo de recibir, no es más que un medio para renovar el vínculo con quien nos manda esa sensación. Así pues para ascender por la escalera, debemos trascender la sensación que se encuentra en el deseo y utilizarla para renovar la relación con Él.
Rabash nos dice a este respecto en el artículo 3 «Asunto de verdad y fe» del primer volumen de sus escritos:
«Se nos ha dado el camino de la fe, que es por encima de la razón. Esto es, no considerar nuestra sensación ni conocimientos, sino decir como está escrito: “tienen ojos y no ven, tienen oídos y no escuchan”, solo creer que el Creador es obviamente el supervisor y Él sabe qué es bueno para mí y que no lo es. Por eso Él desea que yo sienta mi estado como lo siento y por mi parte no me importa cómo me siento respecto a mí mismo pues quiero obrar con el fin de otorgar. Por eso, lo principal es que yo tengo que obrar en nombre del Creador. Y aunque yo sienta que no hay ninguna perfección en mi trabajo, de todos modos, en los Kelim del Superior, o sea por parte del Superior, soy la perfección completa, como está escrito: “no aleja de sí al desterrado”. Por ello estoy contento con mi trabajo, por tener el derecho de servir al Rey, aunque sea en el nivel más bajo. Pero es para mí un gran privilegio que el Creador me ha permitido acercarme a Él, al menos en algún grado.»
Si yo no me preocupo por mi ¿Quién lo hará?
- Si el deseo de otorgar es el responsable de todos los actos, pasados, presentes y futuros, ¿a qué se refería el viejo Hilel, el gran cabalista, cuando decía: “Si yo no me preocupo por mí, ¿quién lo hará?” O sea, qué sentido tiene actuar como si todo dependiera de mí, como si no hubiera en el mundo nadie más que yo, y al mismo tiempo “No hay nada más que Él”?
- Se refería a que nada se revelará si no ponemos todo nuestro esfuerzo para que esto ocurra. Una vez que realizo los esfuerzos y pasa lo que pasa, decimos “No hay nadie más que Él”. Precisamente el trabajo con “Si yo no me preocupo por mí, ¿quién lo hará?” acentúa y resalta el esfuerzo de atribuir todas las partes de la existencia a “No hay nada más que Él”.
Armar las partes del alma
- Para poder llevar a práctica la Meta de la Creación y elevarnos al nivel del Creador, se rompió el alma del primer Hombre en muchas partes En la unión de todas esas partes, nosotros imitamos las acciones del Creador y con nuestra acción adquirimos Su intelecto, el Plan de la Creación.
- Nuestra relación con el Creador, se construye por medio de la corrección de nuestra actitud hacia las partes del alma del primer Hombre. Solo en esa única vasija, que unifica en su interior a todas las partes rotas del Alma, en vínculos de amor y otorgamiento, podremos sentir al Creador, al atributo de otorgamiento. No podemos construir nuestra relación con el Creador en forma directa, sino sólo a través de la corrección del vínculo con los demás. Si corregimos nuestra relación con nuestros semejantes, descubrimos al Creador.
- Justamente conectándonos con el alma del primer Hombre, expresamos nuestra singularidad. El punto del “yo” del individuo, es su punto de unión con el resto de las partes del alma del primer Hombre. Todas las acciones de la persona, excepto esta unión, son fijas y predeterminadas, y no hay lugar en ellas para la libre elección y acciones independientes por parte del creado.
Clip: Pájaros