La percepción de la vida: ¿Sueño o realidad?
Hay una antigua teoría materialista sobre la percepción de la realidad. ¿Qué es lo que nuestros sentidos perciben, algo que está sucediendo por fuera de nosotros o por dentro de nosotros? Este es el problema: Es uno de los dos.
Al cambiar el rango de nuestros sensores y percibir supuestamente algo por fuera de nosotros, seguimos aun observando sólo una parte muy pequeña de la imagen completa. Hay ciertos rangos dentro de los cuales somos incapaces de distinguir las vibraciones. Es posible que existan unas vibraciones totalmente diferentes, que son inaccesibles a los instrumentos de percepción que hemos desarrollado.
Las herramientas que hemos inventado para mejorar nuestros sentidos están basadas en nuestros órganos de percepción. Por ejemplo, para sentir las fluctuaciones de la temperatura, hemos añadido sensores adecuados a las herramientas ya existentes. Al mismo tiempo, con el fin de diferenciar mejor entre ciertas imágenes visuales, hemos creado sensores ópticos, y así sucesivamente. Sin embargo, somos incapaces de construir herramientas para percibir algo que nunca hemos observado, debido a la falta de sensores apropiados. Somos incapaces de crear sólo herramientas adicionales que amplíen nuestros sensores y nos ayuden a «ver» mejor muchos fenómenos.
Esto significa que, de hecho, sólo percibimos una parte muy limitada del mundo exterior. Hoy en día, está demostrado que hay alguna especie de materia «oscura» y algunos otros fenómenos que aun no están claros. Es como si estuviéramos sintiendo algo, pero no esto está disponible para nosotros.
La segunda teoría afirma que no hay nada fuera de nosotros y que nuestros órganos de percepción representan un cierto tipo de «contacto» entre nuestras similitudes internas y el mundo exterior. De acuerdo con esta teoría, la persona es una «caja cerrada» dentro de la cual existe un deseo que constantemente siente algo. Nosotros consideramos que estas sensaciones son nuestra vida.
En otras palabras, yo existo dentro de mi deseo, el cual te incluye a ti, incluye este estudio, todo lo que hay en él, cualquier cosa que yo imagine, todas mis fantasías, ideas y recuerdos. Todo existe sólo dentro de mi deseo, en mi cerebro, y en ninguna otra parte. Somos «una cosa en sí misma y por si misma».
Yo soy un seguidor de la segunda hipótesis, aunque hay muchas otras teorías. Estoy seguro de que todos vivimos dentro de nosotros mismos, surgimos de nuestros deseos internos, y percibimos un programa de desarrollo a través del cual va nuestro deseo, y este programa es de hecho nuestra vida. En este momento, estamos adquiriendo una oportunidad para empezar a ejecutar este programa y, en consecuencia, capacitarnos para gobernar nuestras propias vidas. Podemos seguir adelante y atrás, arriba y abajo en cualquier dirección, siguiendo alguna de las coordenadas y ejes.
La naturaleza nos permite saltar al nivel siguiente, el último de la realización del sistema en el que vivimos, lo cual nos permite entender quiénes somos y en qué clase de mundo vivimos, si se trata de un sueño o de una realidad, y cuál es la diferencia entre son ellos.
(59514 – De un programa de televisión «El Mundo Integral» 10/16/2011)
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