Sobre la importancia del grupo
Sobre la importancia del grupo
Artículo N° 12, 1984
Se sabe que como el hombre siempre se encuentra entre personas, que no tienen ninguna relación con el trabajo del camino de la verdad, sino por el contrario, esas personas siempre se oponen a los que van por el camino de la verdad; y como los pensamientos de las personas se entremezclan entre sí, resulta que las ideas de quienes se oponen al camino de la verdad, penetran en aquellos que tienen un cierto anhelo de ir por el camino de la verdad. Por eso no hay otro consejo, excepto que establezcan para ellos un grupo, para que sea su marco social. Es decir, una comunidad separada, que no se mezcle con otras personas, cuyas opiniones difieran de las de este grupo. Y deben despertar constantemente en sí mismos la cuestión del propósito del grupo, para que no sigan a la mayoría, ya que nuestra naturaleza es seguir a la mayoría. Si el grupo se aísla del resto de las personas, es decir, si no tienen ningún tipo de relación con otras personas en lo concerniente a los asuntos espirituales, sino que todo el contacto con ellos es sobre temas materiales, entonces, no se entremezclan con sus puntos de vista, ya que no tienen ningún nexo en lo concerniente a la religión.
Pero cuando una persona se encuentra entre personas religiosas y comienza a hablar y a discutir con ellas, inmediatamente se mezcla con sus puntos de vista. Y de forma inconsciente, sus puntos de vista penetran en su pensamiento. Hasta tal punto que no será capaz de entender, que no se trata de sus propias ideas, sino que las recibió de las personas con las cuales se había relacionado. Por lo tanto, en lo que respecta al trabajo en el camino de la verdad, la persona debe aislarse del resto de la gente. Esto es porque el camino de la verdad requiere de un esfuerzo constante, debido a que está en contra de la opinión del mundo. El punto de vista del mundo es conocimiento y recepción, mientras que el de la Torá es fe y otorgamiento. Y si uno no le presta atención a esto, olvida de inmediato todo el trabajo del camino de la verdad y cae en un mundo de amor propio. Solamente un grupo en el que se cumple “Cada uno ayudó a su amigo“, cada persona del grupo, recibe la fuerza para luchar contra el punto de vista del mundo.
También hallamos en las palabras del Zóhar (Pinjas, pág. 31, Punto 91, y en El Sulam) que: “Cuando una persona reside en una ciudad habitada por personas malvadas, y no puede cumplir las Mitzvot de la Torá, y no tiene éxito en la Torá; cambia de lugar y sale de allí, para arraigarse en un lugar en el cual habiten personas buenas, que se dediquen a la Torá y las Mitzvot. Porque la Torá se llama ‘Árbol’. Como está escrito: ‘Es el Árbol de la vida para los que se aferran a ella’. Y el hombre es un árbol, como está escrito ‘porque el hombre es el árbol del campo’. Y las Mitzvot (preceptos) de la Torá son como frutos. ¿Y qué dice? ‘Solo cuando sepas, que un árbol no da frutos, destrúyelo y córtalo’. Destrúyelo de este mundo y córtalo del mundo por venir”. Por este motivo, la persona necesita desarraigarse de aquel lugar en el cual hay malvados, porque de lo contrario no podrá prosperar en la Torá y las Mitzvot. Y se plantará a sí mismo en otro lugar, entre los justos, y así tendrá éxito en la Torá y las Mitzvot. Y el hombre, a quien El Zóhar compara con el árbol del campo, sufre como aquel árbol a causa de los malos vecinos. En otras palabras, siempre se deben cortar las malas hierbas que afectan su entorno, y también debe mantenerse alejado de los malos entornos, de aquellas personas que no siguen el camino de la verdad. Necesitamos ser muy cuidadosos para no ser atraídos por ellos. Esto se llama “aislamiento”, o sea, cuando uno tiene pensamientos de “la autoridad única”, llamada “otorgamiento” y no de “la autoridad de las masas”, que es el amor propio. A esto se le llama “dos autoridades” − la autoridad del Creador y la propia autoridad de uno. Ahora podemos entender lo que nuestros sabios dijeron (Sanhedrín, pág. 38): “Rav Yehuda dijo: ‘Rav dijo: Adam HaRishón era hereje’, como está escrito, ‘Y el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: ‘¿Dónde estás? ¿Hacia dónde tiende tu corazón?’”.
En la interpretación de RaShI, ““hereje” se refiere a la tendencia a la idolatría. Y en el comentario “Etz Yosef” (El árbol de Yosef), está escrito: “Cuando se escribe: ‘¿Dónde estás, hacia dónde tiende tu corazón?’’, se refiere a herejía, como está escrito: ‘no vayan tras sus corazones’, esta es la herejía, cuando su corazón se deja llevar hacia el otro lado”. Pero todo esto es bastante confuso: ¿Cómo puede decirse que Adam HaRishón se inclinó hacia la idolatría? O, según el comentario de Etz Yosef, que estaba en “no vayan tras sus corazones”, ¿es esto herejía? Según lo que aprendemos sobre el trabajo de Dios, que todo su asunto es el fin de otorgar, si una persona trabaja con el fin de recibir, este trabajo es ajeno a nosotros, ya que tenemos que trabajar sólo con la intención de otorgar, en tanto que él lo tomó todo con la intención de recibir. Este es el significado de lo que dijo sobre que Adam HaRishón falló en “no vayan tras sus corazones”. Es decir, que no había podido recibir el alimento del Árbol del Conocimiento, con el fin de otorgar, sino que recibió el alimento del Árbol del Conocimiento con el fin de recibir. Y esto se llama “discernimiento del corazón”, lo que significa que el corazón sólo quiere recibir para su propio beneficio. Y este fue el pecado del Árbol del Conocimiento. Para entender este asunto, revisa la Introducción al libro Panim Masbirot. Y con esto comprenderemos el beneficio del grupo –en cuanto a que puede introducir otro aire en el ambiente –, que es, que el trabajo sea sólo con el fin de otorgar.
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