¿Existe realmente Satán?
Satán es la fuerza humana egoísta, es decir, el deseo de disfrutar a expensas de los demás, que compromete la naturaleza de todas y cada una de las personas.
La sabiduría de la Cabalá dice mucho sobre esta fuerza en libros como la Torá y El Zohar. Por ejemplo, la palabra “Satán” conecta a la misma raíz de la palabra hebrea “Soteh”, que significa “desviación” y “Masit”, que significa “provocación”. Es una fuerza que distrae al hombre del camino correcto —él de la conexión positiva con los demás en amor y otorgamiento mutuos.
Esta fuerza llamada “Satán” está arraigada en cada individuo y es imposible separarnos de ella. El ego humano tiene muchas manifestaciones distintas, pero específicamente aquella que nos distrae de la conexión positiva con los demás, es llamada “Satán”.
Para liberarnos de su control, necesitamos comprometernos activamente en nuestra sociedad, construir conexiones positivas en ella.
Esta fuerza siempre existirá y generará discordia constante entre nosotros. Sin embargo, cuando alcancemos un estado positivo y de unión, todas las formas satánicas que nos frena se agregarán a nuestro esfuerzo para conectar positivamente y después servirán para aumentar nuestra fuerza positiva de conexión.
Precisamente, debido al motor en constante funcionamiento del ego humano, que nos manipula a cada momento, nos hace que queramos alejarnos de los demás, en lugar de conectarnos y nos hunde cada vez más en nosotros mismos, en lugar de esforzarnos por salir de uno mismos y conectar con los demás, eventualmente nos cansaremos, llegaremos a un estado llamado “reconocimiento del mal” y estaremos preparados para forzarnos a acercarnos a los otros.
En ese momento, Satán se volverá una fuerza positiva. Finalmente nos ayudará a comprender nuestra necesidad de conectarnos y nos dará la forma correcta que necesita tener nuestra conexión.