¡Ese es el punto!

Todos estamos conectados por un vínculo perfecto y definitivo. Fue creado desde el principio, pero la conexión se revela en forma corrupta y rota, para que anhelemos estar conectados, depender y ayudarnos unos a otros, para trabajar en un sistema integral perfecto.

Nosotros mismos debemos desearlo, así, revelaremos luz en las tinieblas y un sistema perfecto, de acuerdo con nuestra adhesión, deseo e inclinación por la corrección. Sólo debemos corregirnos dentro de nosotros mismos, sólo ahí. No es necesario corregir nada excepto nuestra percepción.

Si, incluso, una parte de la máquina no funciona correctamente, la máquina no funciona. Por eso, cada uno debe corregir su decena de acuerdo con los consejos de los cabalistas. Si corregimos nuestra conexión, encontraremos la conexión con el Creador. Le pedimos al Creador que nos corrija y vea si nos conectó o no.

Al formar relaciones mutuas y corregir el sistema general, entramos en contacto con el Creador. Siempre debemos acudir a Él y pedirle ayuda. Así, estamos cada vez más conectados con el Creador, ¡y es lo más importante! Lo principal no es nuestra conexión, sino que necesitamos al Creador para que nos conecte, entre nosotros y con Él. ¡Este es el punto!

Al corregir nuestra conexión, esencialmente, revelamos al Creador, descubrimos que la fuerza superior existe y determina todo, que todo depende de ella y que sólo necesitamos pedir. No soy yo mismo, soy lo que esta fuerza superior me dicta. Y mi actitud hacia mis amigos y la actitud de mis amigos hacia mí, tampoco la determino yo ni ellos, sino el Creador.

Así, vemos que sólo el Creador existe en la realidad y no hay nada más que Él.

De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 23/dic/20, «Yo habito entre mi propia gente»

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