Carta Nº 40
Día 31 de la cuenta de Ómer, Mánchester
A mis estudiantes, que vivan,
Recibí un telegrama de […] que hemos ganado. Esperemos que también ganemos la guerra contra la inclinación (al mal) −que también aquí tengamos éxito y logremos la meta de satisfacer al Creador. Ha llegado el momento de comenzar a avanzar hacia nuestra sagrada meta como héroes poderosos y fuertes. Se sabe que el camino pavimentado que lleva a la meta es el amor de los amigos, mediante el cual pasamos al amor al Creador. Y en el asunto del amor, es a través de “Cómprate un amigo”. En otras palabras, a través de las acciones, uno compra el corazón de su amigo. Incluso si ve que el corazón de su amigo es como una roca, eso no es excusa, y si ve que él es adecuado para ser su amigo en el trabajo, entonces debe comprarlo a través de acciones.
Porque cada regalo que le entrega a su amigo (y un regalo se establece como tal si sabe que su amigo lo disfrutará, ya sea en palabras, en pensamiento, o en acción) debe hacerse abiertamente, para que su amigo sepa de ello, ya que mediante los pensamientos, uno no sabe qué es lo que su amigo estaba pensando de él; así pues, también se necesitan las palabras, es decir, decirle que está pensando en él y que se preocupa por él. Y también en eso debe ser lo que su amigo ama, es decir, de lo que le gusta a su amigo. Alguien a quien no le gustan los dulces, sino los pepinillos, no puede convidar pepinillos a su amigo, sino específicamente a dulces, ya que esto es lo que le gusta a su amigo. Y de ahí, debemos entender que algo puede ser trivial para uno, puede ser lo más importante para el otro) es como una bala que hace un hoyo en la roca.Y aunque la primera bala sólo roza la roca, cuando la segunda bala impacta en el mismo lugar, ya le hace una ranura, y la tercera le hace un hueco.
Y a través de las balas que dispara repetidamente, el hueco se convierte en un hoyo en el corazón de piedra de su amigo, donde se acumulan todos los presentes. Y cada regalo se convierte en una chispa de amor hasta que todas las chispas de amor se acumulan en el hoyo del corazón de piedra y se vuelven una llama. La diferencia entre una chispa y una llama es que donde hay amor, hay una revelación hacia el exterior, es decir, una revelación a todo el mundo de que el fuego del amor está ardiendo en él. Y el fuego del amor quema todas las transgresiones que encuentran en el camino. Y si preguntaras: “¿Qué puede hacer uno si siente que tiene un corazón de piedra hacia su amigo?” Perdóname por escribir: “Todos y cada uno sienten que tienen un corazón de piedra”, quiero decir, excepto los amigos que sienten y saben que no ponen objeciones a que su amigo les ame y les dé regalos (no necesariamente en acción sino, al menos, en buenas palabras y atención especial sólo hacia él). Me estoy refiriendo sólo a aquellos que sienten que tienen un corazón muy frío con respecto a amar a sus amigos, o aquellos que tienen un corazón de carne pero la frialdad de sus amigos, también les afectó y sus corazones se han congelado.
El consejo es muy simple: La naturaleza del fuego es que cuando frotas las rocas una contra otra, se enciende un fuego. Esta es una gran regla, ya que “De Lo Lishmá (no en nombre/beneficio de la Torá) uno viene a Lishmá (en nombre/beneficio de la Torá)”. Y esto es así particularmente cuando el acto es Lishmá, es decir, otorgar un obsequio a su amigo, y sólo la intención es Lo Lishmá. Esto es así porque uno le da un obsequio sólo a alguien que conocemos y reconocemos como alguien a quien amamos. De ahí se deduce que la intención del obsequio es como la gratitud por el amor que le da su amigo. Sin embargo, si uno le da un obsequio a un extraño, es decir, que él no siente que su amigo se encuentra cercano a su corazón, entonces no tiene nada por lo que estar agradecido. De esto se deduce que la intención es Lo Lishmá, es decir… la intención que debería haber. Y hay quienes piensan que a esto se le llama “caridad”, ya que siente piedad por su amigo cuando ve que no hay nadie que le esté hablando y ni le saludan, y por eso se lo hace. Para ello existe una plegaria −que el Creador le ayude al hacerle sentir el amor de su amigo y acercar al amigo a su corazón. Así, a través de los actos, también es recompensado con la intención.
Pero si en el momento de hacerlo, el dador del obsequio tenía el fin de que el regalo que dio a sus amigos fuera sólo como caridad (incluso si está dedicando su tiempo a su amigo, ya que en ocasiones es más importante para una persona que su dinero, como está dicho: “Uno se preocupa por su falta de dinero pero no por su falta de tiempo”. Sin embargo en relación al tiempo, cada uno tiene su propio valor, ya que hay personas que hacen una libra por hora, y hay más y hay menos. Y es lo mismo con la espiritualidad − (cuánta espiritualidad generan en una hora, etc.), entonces él está dando testimonio acerca de sí mismo que no tiene como intención el amor de los amigos, es decir, que a través de la acción, el amor entre ellos se incrementará.
Y sólo cuando ambos tengan la intención de hacer un regalo por el hecho de regalar y no por caridad, entonces a través de frotar los corazones, incluso de los más duros, cada uno extraerá calidez de las paredes de su corazón, y el calor encenderá las chispas de amor, hasta que una vestimenta de amor se forme. Entonces, ambos se cubrirán bajo una misma manta, es decir, un único amor los rodeará y los cubrirá a los dos, como es sabido que la Adhesión une a dos en uno.
Y cuando uno empieza a sentir el amor de su amigo, inmediatamente comienzan a despertar en él alegría y placer, porque la regla es que lo novedoso entretiene. Porque el amor de su amigo por él es algo nuevo para él, porque siempre entendió que él era el único que se preocupaba por su propio bienestar. Pero en el minuto en que descubre que su amigo se preocupa por él, esto evoca dentro de sí una alegría inconmensurable y ya no puede preocuparse por sí mismo, ya que el hombre puede esforzarse sólo cuando siente placer. Y como está comenzando a sentir placer al preocuparse de su amigo, de manera natural no puede pensar en sí mismo. Vemos que en la naturaleza hay “amor hasta el fin del alma”. Y si deseas preguntar: “¿Cómo puede ser que a través del amor, una persona desarrolle un deseo de anular su propia existencia?” Sólo hay una respuesta a eso: “El amor desvía del camino recto”. En otras palabras, es irracional y no se considera correcto.
Sólo entonces, cuando existe tal amor, todos y cada uno caminan en un mundo que es completamente bueno y sienten que el Creador lo ha bendecido. Entonces “lo bendito se adhiere a lo bendito” y es recompensado con Adhesión con Él para siempre.
Y a través del amor, uno está dispuesto a anular su realidad por completo.Se sabe a nivel general, que el hombre se divide en dos partes: realidad y existencia de la realidad. Realidad significa que una persona se siente con una carencia, y como un deseo de recibir placer. La existencia de la realidad es el deleite y el placer que él recibe, mediante lo cual el cuerpo es alimentado y puede subsistir. Caso contrario, se verá obligado a perder su esencia y desaparecer del mundo. Este es el significado de: “Lo que Dios ha creado”, es decir, la realidad, “para hacer”, se refiere a la existencia de la realidad.
La existencia de la realidad se divide en tres partes:
La necesidad, sin la cual la realidad se anulará. En otras palabras, él debe comer al menos una pieza de pan seco y una taza de agua al día, y dormir unas cuantas horas en un banco, con las ropas puestas, y ni siquiera en casa, sino afuera, en la calle o en un campo. Y durante las lluvias, para evitar mojarse o tener frío, debe entrar en alguna cueva para dormir. Sus ropas, también pueden ser harapos, y esto es suficiente para él porque sólo quiere la existencia de la realidad y nada más. Ser ordinario, un burgués importante −tener una casa y muebles, electrodomésticos, ropa respetable, etc.
Él desea ser como los ricos, que tienen muchas casas y sirvientes, muebles bonitos, y toda una parafernalia agradable a la vista. Y aun cuando no puede obtener lo que quiere, sus ojos y su corazón aspiran a ello y su única esperanza es llevar una vida de lujo, se esfuerza y trabaja sólo para lograr el nivel de un adinerado.
Y hay un cuarto discernimiento dentro de los tres discernimientos antes mencionados: Si ya ha hecho lo suficiente para el día, entonces ya no se preocupa por el mañana. Más bien, considera cada día como todos los años de su vida, como sus setenta años. Y como la naturaleza del hombre es preocuparse de sus necesidades durante sus setenta años, pero no del tiempo de después de su fallecimiento, de manera similar, considera cada día como su vida entera y piensa que no vivirá más que eso.
Y si le reanimara al día siguiente, es como si hubiera sido reencarnado y debiera arreglar lo que corrompió en la primera encarnación. Es decir, si pidió dinero prestado a alguien, se ha endeudado. Así que mañana −en la próxima vida− le paga, y esto se considera un mérito. En la próxima vida, primero arregla todas las deudas que le generó a otros o que otros le generaron. Y pasado mañana es considerado como una tercera encarnación, etc.
Y ahora explicaremos el asunto antes mencionado de que, a través del amor, el hombre está dispuesto a hacer concesiones. Algunas veces, cuando una persona siente amor por el Creador, está dispuesto a renunciar al tercer discernimiento, es decir, a la vida de lujos, ya que quiere dedicar tiempo y energía a dar algunos regalos al Creador, mediante los cuales comprar el amor al Creador (como se mencionó en relación al amor de los amigos). En otras palabras, aun cuando todavía no siente amor por el Creador, este brilla para él como Luz circundante de tal manera que vale la pena adquirir el amor del Creador.
Algunas veces una persona siente que para comprar el amor del Creador, también está dispuesta, si es necesario, a conceder el segundo discernimiento, es decir, la vida de burgués importante, y vivir sólo con lo necesario. Algunas veces uno siente la grandeza del amor del Creador en tal medida que, si es necesario, estaría de acuerdo en renunciar incluso a la primera parte −las necesidades básicas de la vida− incluso si mediante eso, su propia existencia pudiera ser suprimida por no dar al cuerpo el alimento que necesita.
Y, algunas veces, una persona está dispuesta a renunciar a su misma existencia; quiere dar su cuerpo para que a través de ello, el nombre del Creador sea santificado en las masas, si tuviera la oportunidad de llevarlo a cabo. Es como Baal HaSulam dijo: “Uno debe seguir la cualidad de Rabí Akiva que dijo: ‘Mi vida entera, me arrepentí de este verso: ‘Con toda tu alma’, ¿cuándo llegaría yo a observar este precepto?’”
Ahora podemos entender las palabras de nuestros sabios: “’Y deberás amar… con todo tu corazón’, con tus dos inclinaciones. Y ‘Con toda tu alma’ significa incluso si Él toma tu alma. ‘Y con toda tu fuerza’ y con todas tus posesiones’”. Como ya dijimos, el primer grado del amor es la existencia de la realidad, es decir, los alimentos del cuerpo, que son mediante la propiedad y las posesiones, es decir, renunciar a los tres discernimientos antes mencionados en la existencia de la realidad. El segundo grado se llama “Con toda tu alma”, es decir, concediendo la propia existencia. Y podemos cumplir eso a través de la buena inclinación, es decir, mediante la coacción, cuando uno deja al cuerpo entender que hay más deleite y placer en deleitar y dar al Creador que en deleitar y dar a uno mismo.
Sin embargo, sin deleite y placer, uno no puede hacer nada. Cuando uno se aflige, debemos decir que a cambio recibe algún tipo de placer, o que siente o espera sentir placer durante el acto, ya que el sufrimiento purifica, así que más adelante será recompensado con un placer maravilloso a cambio del sufrimiento. En otras palabras, obtendrá el placer ya sea en este mundo u obtendrá placer al creer que recibirá placer en el próximo mundo. Puesto de manera diferente, u obtiene placer en forma de Luz interna o en forma de Luz circundante −del futuro. Sin embargo, uno no debe pensar que uno puede hacer algo sin placer. A su vez (uno debe saber), hay muchos discernimientos en Lishmá, es decir, en otorgamiento: “otorgar con el fin de otorgar” significa recibir placer de dar al Creador. “Otorgar con el fin de recibir” significa que él le da al Creador y mediante eso recibirá algo más, sea lo que sea −este mundo, el próximo mundo, alcances o grados más elevados. Sin embargo, uno debe otorgar con el fin de otorgar, es decir, derivar un placer maravilloso de dar al Creador, como realmente es para aquellos que son recompensados con ello. Uno debe hablar con el Creador desde el fondo de su corazón para que le dé esta sensación de amar al Creador debido a su grandeza.
Y si aun no es recompensado, debe creer y obligar a su cuerpo − que esto es un placer maravilloso y de gran importancia−, y amar al Creador por Su grandeza y sublimidad bendita. Pero uno debe saber algo: sin placer, uno no puede hacer nada de forma completa. Regresemos a lo mencionado anteriormente: “’Con todo tu corazón’, con tus dos inclinaciones”, es decir, que uno debe ser completo en el amor al Creador, o sea que también la inclinación al mal esté de acuerdo en otorgarle a Él.
Seré breve ya que se aproxima el Shabat. Pienso que […] será capaz de obtener respuestas a dos cartas que recibí de él, y que realmente disfruté. Estoy sorprendido de que […] que acostumbraba escribirme cartas, ha pasado ya un tiempo desde que recibí una carta de él. Por favor hazme saber si está bien y con salud. Muchas gracias también a […] por sus cartas, que recibo de él de tanto en tanto, y a […] por el telegrama. Supongo que […] no tiene mi dirección.
Su amigo
Baruj Shalom, hijo de Baal HaSulam, el Rav Ashlag
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