Pregunta: ¿Por qué usted, un cabalista, hace tantas acciones en la realidad imaginaria, cuando podría transferir el alcance de las acciones a la verdadera realidad espiritual?
Respuesta: Es para empujarlos hacia adelante conmigo, como una parte de mi esencia.
Pregunta: ¿Significa que usted es responsable de las personas?
Respuesta: ¡Ellos son mis partes! Por lo tanto, estoy atado a ellos y así cada uno de nosotros. Hay una inclusión mutua de todos en todo. Así que cada uno de nosotros trae a los demás y juntos preparamos nuestro acercamiento al mundo de la eternidad, del infinito.
Al ayudar a otros, eventualmente te ayudas a ti mismo, porque todos los demás son tu parte espiritual. Todo esto es uno, Adam.
Pregunta: ¿Me otorgo a mí mismo y no a otra persona?
Respuesta: Sí , pero te parece que le otorgas a los demás. El hecho es que el estado llamado Adam, se rompió en muchas partes, así que cada parte de los otros puede moverse de su egoísmo hacia el altruismo y de ese modo adquirir la cualidad del Creador, la cualidad de otorgamiento y amor.
Si este sistema no se hubiera roto, ¿cómo podría adquirir la cualidad del Creador?, ¿cómo actuaría? Sin embargo, aunque estamos fragmentados y hay egoísmo entre nosotros, rechazo mutuo, podemos superarlo y conectarnos con los demás. Después, la fuerza de la superación se convertirá en la fuerza de nuestra conexión y semejanza con el Creador. Necesitamos alcanzar este estado.
Esta es la idea del Creador: como resultado del rompimiento, el ser creado se volverá egoísta y toda la fuerza de luz, la fuerza del Creador, la fuerza de Su amor, entrará en nosotros y se convertirá en egoísmo, en odio. Ahora lo necesitamos revertir hacia la conexión y el amor y luego seremos semejantes al Creador.
De la lección de Cabalá en ruso 10/jun/18 – Link texto original