Descubriendo al Creador en nuestro interior
Las condiciones del desarrollo del alma
El hombre no puede existir en nuestro mundo material sin algún conocimiento elemental acerca de las leyes de la naturaleza, y de lo que es útil y dañino para él en el mundo y para la gente que lo rodea. Igualmente, el alma del hombre no puede existir en el mundo espiritual sin el conocimiento de su propia naturaleza.
Tres períodos de crecimiento del cuerpo
Distinguimos tres períodos de crecimiento pertenecientes al cuerpo:
1. El primer pequeño estado empieza con la aparición del hombre en el mundo, cuando está desprovisto de cualquier conocimiento. En esta condición, el conocimiento necesario para la existencia lo recibe del padre y la madre, quienes sabiamente protegen al niño
2. El segundo pequeño estado se caracteriza por el crecimiento y recepción del conocimiento necesario, que provee al hombre la oportunidad de permanecer alejado del daño y cuidar de sí mismo con la ayuda de su padre y madre.
3. El tercer estado adulto se alcanza cuando el conocimiento adquirido provee al hombre la fuerza para la existencia independiente.
Crecimiento del alma
Ocurre lo mismo con el alma. El hombre atraviesa por encarnaciones de vida hasta que comprende la sabiduría de la Cabalá. Sin embargo, el alma se desarrolla no a través de la acumulación del conocimiento, sino por el alcance nuevas características altruistas, que provienen de la adquisición del conocimiento de la naturaleza espiritual.
De esta manera el niño gradualmente gana fuerza en relación al conocimiento obtenido. Si la fuerza precede a la adquisición del conocimiento, eso podría causar daño. Igualmente, a menos que el alma posea la sabiduría necesaria, ciertamente se hará daño. Por lo tanto, puede solamente actuar en la medida del conocimiento alcanzado.
Las buenas obras son la base del desarrollo del alma. Ambos elementos -el conocimiento y las buenas obras- dependen del estudio de la Cabalá y llegan al mismo tiempo. Por consiguiente, cada alma alcanza a todas las otras almas desde Adam hasta el Final de la Corrección.
Cuerpo y Alma
Alcance en lo material y lo espiritualTodo lo que le ocurre al cuerpo lo determina él mismo y su naturaleza. La realidad material puede investigarse sin la comprensión de su fuente.Sin embargo, las relaciones entre lo material y lo espiritual determinan todo lo que ocurre con el alma. La realidad espiritual puede alcanzarse solamente en la medida del alcance de su fuente, causa y efecto. De esta forma comprendemos la grandeza del Creador.
Alcance de las cualidades espirituales
La persona debe revelar dos aspectos de la espiritualidad:
- No debe ser imaginario; y
- Su alcance no debe dejar duda.
El término ‘espiritual’ indica que (como el aire) no tiene ni límites ni forma. Sin embargo, así como la realidad del aire es obvia a la percepción de la persona, también lo es la realidad espiritual.
La necesidad de alcanzar al Creador
La mente desea alcanzar al Creador, porque esta inspiración está impresa en su naturaleza. Este deseo no está limitado por el alcance del Creador; se manifiesta con respecto a todo lo que está oculto. Aspira a descubrir el misterio de las encarnaciones, los secretos guardados en los corazones de las personas, etc.
El alcance de los seres creados es una acción dirigida a la gente alrededor. Si solamente uno hubiera sido creado en el mundo, no habría aspirado a tal alcance.
El alcance del Creador es una acción, que realiza el alma con respecto a sí misma. Su estructura, HaVaYaH, constituye el estado en el que se percibe a sí misma como la creación. Todo la conduce al deseo en el que siente al Creador. La intensidad de esta sensación determina la capacidad del alma.
Alcance del Creador
¿Cómo podemos percibir al Creador, si Él no tiene forma material? Esto es posible solamente dentro de un nuevo deseo que despierta. En ese momento, podemos hablar de la espiritualidad y sus leyes.
La mente se define por las sensaciones de la persona en el análisis de «verdadero y falso.» Esta parte es otorgada desde arriba por el Creador. No tiene nada que ver con imaginación y es determinada exclusivamente por sensaciones. Es llamada realidad, y trasluce en las leyes y modos de la acción.
Esta ley es definida como la mente en sí misma y su imagen y es parte del Creador. Por lo tanto, esta imagen es revelada en la sensación de uno mismo y su realidad.
La imagen en esta ley es una forma completa y constante de su estado, que no puede desaparecer completa o parcialmente. Se la llama necesaria y esencial, sin ninguna adición o reducción.
En otras palabras, si la revelación del Creador fuera una ley obligatoria, no habría necesidad de la sabiduría de la Cabalá. Sin embargo, el Creador se revela a Sí mismo de conformidad a su propio deseo, y no por obligación.
El alcance es posible solamente con la ayuda de la Cabalá
El Creador no requiere modelos filosóficos como prueba de Su existencia. Solamente con la ayuda de la sabiduría de la Cabalá será revelado el gobierno del Creador sobre las criaturas.
El carácter positivo de la realidad debe provenir de la sensación del Creador. Se le llama realización absoluta, y trae el Amor y la Divinidad del Creador; mientras que el árido conocimiento académico no eleva o disminuye a la persona.
El conocimiento perfecto es especial porque la evidencia inmediatamente se convierte en deseo.
La esencia de la percepción de la mente
Aquellos que son guiados por la mente del cuerpo físico no aspiran a alcanzar al Creador y son totalmente indiferentes al conocimiento de la humanidad. La mente, que se viste en la cubierta externa, percibe solamente la apariencia externa: el cuerpo del hombre y sus acciones. No considera que esto sea insuficiente. No le molesta la falta de conocimiento sobre la mente y la forma espiritual de su prójimo, ya que no siente obligación de conocer a su prójimo mejor que a sí mismo.
Por lo tanto, la persona que conoce bien las leyes de la naturaleza del mundo material dirá que conoce al Creador «cara a cara,» porque se ha fusionado con Él en equivalencia de forma y en los movimientos de su mente.
La esencia de la mente consiste en la unidad de las criaturas espirituales. La ventaja del hombre sobre un animal radica en el hecho de que él tiene un órgano capaz de unir a todas las criaturas espirituales dentro de él. La ventaja de una persona sobre la otra está en la fuerza de atracción así como en las propiedades de los seres creados. Uno atrae criaturas más importantes; otro, a menos importantes.
La diferencia entre la criatura espiritual y la conducta
- La criatura constituye una imagen generada por la mente que permanece sin cambio,
- La conducta depende del tiempo, lugar e influencia del ambiente
Atracciones acumuladas en la mente del hombre
La antes mencionada preparación llamada la mente humana es un extracto de todos los órganos y cualidades de su cuerpo físico. Es sobrepuesta por las primeras atracciones que fueron impresas en la mente humana.
Por ejemplo, cuando el niño observa las formas de la creación en este mundo, una de ellas lo inspira a gravitar en la mente, otra lo empuja hacia la riqueza; la tercera lo atrae hacia el valor, etc.
Si el niño elige la importancia del conocimiento, significa que atrae una buena creación que, posteriormente, lo conducirá a una buena conducta. Si elige la riqueza, la creación que atrae es de menor valor.
En un estado posterior, un adulto abandona todas las cosas materiales y aspira a la espiritualidad, mientras que otro elige el conocimiento. Si el niño cultiva el valor del primero, atrae una bella creación a su mente.
Después, la persona define dos tipos de conocimiento – del Creador y de las criaturas.
Verifica si vale la pena recibir recompensa o no.
Cuando todas las imágenes se acumulan, el material que forman se llama la mente.
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