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La educación bajo el modelo “cadena de bloques” será la base de las naciones futuras

Imagina un mundo donde una red virtual descentralizada maneja cada aspecto de nuestras vidas, donde lo único en que nos tenemos que enfocar es en ayudarnos unos a otros para ser mejores humanos.  

El modelo tecnológico “cadena de bloques”, del inglés blockchain, jugará un papel clave en la expresión de la sociedad futura que todos juntos construiremos. Sin embargo, para que esta nueva etapa tecnológica funcione a nuestro favor, necesitamos adaptar nuestra forma de pensamiento, envolver nuestra mente con nuevos conceptos y aceptar nuevos valores.

La necesidad de reorganizar la humanidad

Los diversos escenarios -intrincados y amenazantes- que están ocurriendo hoy en el mundo en forma de polarización social, inestabilidad política, climática, migración masiva, desempleo tecnológico y más, son en realidad los primeros signos de una nueva humanidad. Esto se debe a que el nacimiento de algo nuevo siempre es doloroso, y es lo que ahora estamos experimentando.

Necesitamos reorganizar la sociedad humana en una forma verdaderamente integral, para asegurar que nuestra interdependencia e interconexión favorezcan nuestra prosperidad y estemos en sincronía con el sistema natural. Para lograrlo, una cosa tiene que cambiar junto con nuestras tecnologías: nosotros.

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Análisis Global 2019: Cómo equilibrarse de nuevo

A medida que nos acercamos al 2019, el mundo se encuentra como en un columpio, pero el viaje no es del tipo relajante, con pájaros que nos rodean con ternura mientras disfrutamos de un movimiento agradable y equilibrado de lado a lado. Más bien, somos como un niño en un columpio que perdió el equilibrio y no sabemos cómo salir, social y económicamente.

Francia ha visto sus peores y más violentos disturbios en 50 años, que han comenzado a extenderse a otros países, lo que demuestra el potencial de una «primavera europea».
Un asombroso 80% de los trabajadores de los EE. UU, informan que viven de un sueldo a otro, mientras que su gobierno simplemente fue cerrado por un período de tiempo desconocido. Los mercados de valores de todo el mundo tuvieron el peor diciembre en décadas, y el Fondo Monetario Internacional hizo un pronóstico pesimista de una desaceleración global.

Para disfrutar de un paseo placentero en un columpio, dos fuerzas opuestas nos deben balancear por igual en ambas direcciones. ¿Qué está llevando nuestro balanceo más y más fuera del equilibrio?

Hasta principios de la década de 1990, el mundo se balanceaba entre dos fuerzas opuestas. Rusia quería demostrar su poder y éxito al mundo con su régimen comunista, que actuó como un contrapeso hacia los Estados Unidos y Europa. Había un incentivo subyacente para que los regímenes capitalistas tuvieran el mayor éxito posible, lo que también significaba que tenían que trabajar mejor para todos.

De hecho, hace 30 y hasta 40 años, poseer una casa y un automóvil era más factible para los trabajadores de los Estados Unidos que hoy en día. Paradójicamente, los salarios dignos de los Estados Unidos se han estancado durante las últimas décadas, mientras que la productividad de los trabajadores ha aumentado continuamente. ¿A dónde fueron todas las ganancias? Los ricos se han vuelto exponencialmente más ricos.

Cuando la Rusia soviética se derrumbó, junto con sus esperanzas comunistas, ya no había una fuerza que equilibrara las ambiciones del capitalismo. Paralelamente, por naturaleza, el egoísmo humano continuó creciendo y evolucionando a un nivel superior. Como resultado, el capitalismo de hoy es dramáticamente diferente de lo que era hace 30 años, y la desigualdad económica ha alcanzado proporciones épicas.

En medio de esta extremidad llegó Donald Trump, quien identificó la tendencia y fue capaz de conectar con millones de estadounidenses que se sintieron desanimados y desposeídos por lo poco que tenían. Trump ganó la presidencia con el objetivo declarado de «drenar el pantano» y luchar contra los banqueros y la gente de Wall Street que ganan dinero con dinero mientras la mayoría del público está luchando. Además, Trump está trabajando para minimizar la sensibilidad de Estados Unidos a las fluctuaciones globales al limitar las conexiones con otros países, ya sea a través de una guerra comercial con China, aumentar los aranceles, no cooperar con la UE y el foro del G20, e incluso su último movimiento para retirarse de Siria.

Sin embargo, otra fuerza se perfila como el contrapeso definitivo en el estado actual de los asuntos, y esa es la realidad ineludible de la interdependencia global. Si las cosas en Europa, por ejemplo, continúan escalando hacia una crisis económica, el mundo también se hundirá en una crisis. Además, la mayoría de las industrias de hoy se han vuelto muy sensibles a las fronteras, confiando en la libre circulación de capital, materiales, conocimiento y fuerza laboral. Prácticamente todos los países de hoy están vinculados a través de la importación y exportación.

En otras palabras, el mundo se ha convertido en una economía globalmente interdependiente y, por extensión, en una sociedad global. Esta interdependencia es una fuerza de la naturaleza, cada vez más fuerte y más firme sin que nosotros seamos conscientes. Si esta fuerza nos golpea en la cara, experimentaremos una crisis económica global que nos sacará del columpio. Sin embargo, mientras todavía estamos en el columpio, tenemos la oportunidad de equilibrarlo por nuestra propia cuenta.

Para hacer eso, no podemos detener el crecimiento del ego humano, ni podemos detener la creciente interdependencia. Más bien, tenemos que educarnos sobre nuestro mundo conectado y cambiar nuestros valores en consecuencia. Esto significa que todas las personas, desde los magnates hasta los manifestantes, tienen que pasar por un cambio de conciencia y reconocer que nuestros futuros están inevitablemente conectados.

Cuando mejoremos el nivel de conexión humana, comenzaremos a ver cómo cambiar el paradigma socioeconómico también. Dos fuerzas opuestas deben estar presentes para mantener el equilibrio. Por lo tanto, mi esperanza para 2019 es que comencemos un programa educativo global y masivo, para poder equilibrar el ego en crecimiento con una conexión humana positiva. Entonces, podríamos aspirar a un agradable paseo en el columpio.

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Educación en la sociedad del futuro

Baal HaSulam, Escritos de la última generación: Tienen muchos libros metódicos de sabiduría y moral que prueban la gloria y la sublime excelencia en otorgar a los demás, al punto en donde toda la nación, desde el más pequeño al más grande,  se involucra de todo corazón.

No estamos hablando de ética general, que es parte de psicología o filosofía. Estas no son bellas palabras ni alguna clase de principios de comportamiento que la humanidad ha desarrollado a niveles extremos y demanda que estemos a su nivel, sino que es lo que debemos alcanzar bajo la influencia de la fuerza oculta de la naturaleza.

Primero, las prácticas conductuales deben ser resultado de nuestros esfuerzos organizados correctamente, con los cuales despertamos la Luz circundante, una fuerza particular de la naturaleza que forma, une y nos dirige hacia la inclusión mutua, donde nuestra individualidad desaparece. Luego, comenzamos a sentir a los demás, más que a nosotros mismos, por encima de nosotros mismos, como lo más importante.

Como una madre trata a su bebé, que es más importante que ella misma, así la persona debe llegar a la fuerza superior que forma la relación entre la madre y su hijo, para que pueda hacer lo mismo con nosotros. Eso es lo que le debemos pedir, demandar, exigir.

Por eso necesitamos ejercer cierto esfuerzo, para que la fuerza superior nos empiece a cambiar respecto a extraños absolutos que son removidos y opuestos de nosotros y después a todo el mundo. Y así, iniciamos en un círculo pequeño, cercano a nosotros en espíritu y en entendimiento y, despertamos la misma fuerza en círculos más externos que no están en contacto con nosotros.

Baal HaSulam destacó que todos deben estudiar los textos metodológicos “desde el más pequeño, hasta el más grande”, es decir, en todos los niveles. No hablamos de la edad real de la persona, porque es imposible obligar a un bebé ni a un niño pequeño ni a un adolescente a que entiendan la grandeza de la meta más elevada y las formas de alcanzarla.

Para eso, necesitamos trabajar entre nosotros mismos y preparar a la siguiente generación, en jardines de niños y escuelas, para que en la adolescencia comiencen a entender la virtud de su conducta en la sociedad.

De Kabtv “La última generación”, 26/jun/17