Es el comienzo de un nuevo mes. Se levanta por la mañana sintiendo un torrente de energía. El aire es espeso con un calor positivo. Se siente motivado e inspirado de inmediato con un pensamiento que, como si, estuviera circulando en la mente de todos:
«¿Cómo puedo contribuir mejor a la sociedad hoy?»
Inmediatamente hace lo que tiene que hacer: ir al baño, ponerse la ropa, comer algo y revisar su cuenta bancaria. Verá que llegó su asignación mensual básica de ingresos. Puede satisfacer todas estas necesidades lo más rápido posible porque desea comenzar a conectarse a los medios en los que obtiene esta energía positiva.
Eso significa que es una red social.
Es a diferencia de las redes sociales que usamos hoy en día. Libre de anuncios. Sin conflicto.
Es una red social que prospera con amabilidad y entusiasmo. Todos se sienten igual de importantes y responsables de crearlo. Todos expresan activamente su opinión en las discusiones sin temor a juicios, críticas o argumentos. Todos escuchan a todos y no simplemente intervienen con sus opiniones.
A cambio de la asignación básica de ingresos que ingresó en su cuenta bancaria un poco antes, debe responder algunas preguntas en esta red. Tan pronto como ve la primera pregunta, comprende por qué tuvo ese pensamiento antes. La pregunta es:
«¿Cómo puedo contribuir mejor a la sociedad hoy?»
Haga clic en «Aceptar» en las condiciones de la red, que establecen algunas pautas que todos los participantes deben seguir en esta red. En última instancia, se reducen a una condición principal: dejar tu ego afuera.
Usted acepta que todos sean igualmente importantes; todos respondiendo activamente a las preguntas (que se hacen teniendo en cuenta la capacidad de todos para responderlas); no discutir, criticar o juzgar a otros; centrándose en el tema en cuestión, es decir, no desviarlo en direcciones no relacionadas; y escuchando a los demás hablar como si fueras tú quien habla.
Estas condiciones se basan en un principio sinérgico donde los humanos y la naturaleza están fundamentalmente interconectados y son interdependientes. Su objetivo es guiarnos para que no seamos víctimas de nuestros impulsos egoístas e involuntarios cuando participamos en la creación de una atmósfera social bien conectada.
Se conecta a una videoconferencia con otras pocas personas, y cada uno de ustedes argumenta sus respuestas a las preguntas. Además de la primera pregunta: “¿Cómo puedo contribuir mejor a la sociedad hoy?”, Hay un par más:
«¿Cuál es un ejemplo positivo que me inspiró ayer de alguien que contribuye a la sociedad?»
«¿Cómo podemos ayudarnos unos a otros para no ser víctimas de nuestros impulsos egoístas automáticos que nos hacen querer criticar, juzgar y dañar a los demás, y apoyarnos mutuamente en la construcción de una atmósfera conectada positivamente por encima de nuestro egocentrismo?»
A mitad de la discusión, siente una nueva ola de energía fluyendo a través de usted. Es una energía de naturaleza latente, que se revela cuando las personas se unen, independientemente de sus diferencias, y actúan, piensan y desean de una manera que se adapta a la integralidad de la naturaleza. No sentimos esto en nuestro mundo actual de relaciones.
Después de terminar la discusión, algunas personas van al trabajo, otras permanecen en la red para participar en otras actividades, ya sean discusiones, lecciones o cursos para profundizar su conocimiento de la naturaleza, el desarrollo humano, la psicología o para mejorar las habilidades para la vida y las relaciones. para padres, salud, finanzas personales, gestión del tiempo o participación en grupos de apoyo para una amplia gama de intereses y situaciones de la vida. Usted elige participar en esta red en línea, pero las mismas actividades también tienen lugar en los centros comunitarios locales para cualquier persona que quiera participar de una manera más física.
Todas las actividades en la red apuntan tanto a proveer lo que las personas necesitan, para que no tengan ningún problema en suplir las necesidades de la vida, y más allá de eso, mejorar las conexiones y habilidades sociales de las personas. Te encuentras con gente nueva todo el tiempo y el ambiente es siempre animado, de apoyo y constructivo.
La tendencia a apoyar, beneficiar y conectar con otras personas por encima de nuestros impulsos egoístas, se fomenta continuamente en esta red. Del mismo modo, los valores que tenemos actualmente se ven desde un nuevo punto de vista unificado. Por ejemplo, la competencia en esta red no se basa en dinero, sino en cuánto podemos ayudar y servir a los demás.
El éxito en esta red no se considera como la construcción de un imperio personal a pesar de y a causa de otras personas. En cambio, el éxito se ve como una construcción social, que tenemos éxito juntos como sociedad, al conectarnos por encima de nuestros impulsos egoístas y divisivos. Al hacerlo, obtenemos comentarios positivos de la naturaleza, una nueva oleada de energía y motivación, al alinearnos con el movimiento unificador constante de la naturaleza.
Así es como imagino un ingreso básico universal que funcione correctamente. Es decir, UBI no puede trabajar por su cuenta. El simple hecho de otorgar subsidios a las personas sin ningún incentivo para tener éxito estancaría la sociedad. Para que la UBI funcione, debe proporcionarse a cambio de participación, aprendizaje y desarrollo prosocial y enriquecedor de la conexión. Las personas necesitan herramientas, educación y estímulo para construir una sociedad que funcione positivamente a cambio de un ingreso básico. La idea de la «red prosocial» anterior es una de las direcciones que podrían tomar los programas educativos que enriquecen la conexión.
Una fuente de motivación mucho más profunda y amplia
En la economía capitalista de hoy, las personas contribuyen a la sociedad con el dinero como motivador principal. Otros impulsos, como el respeto, el honor, la fama, el control y el conocimiento se entrelazan con el dinero. Es decir, hay una etiqueta de precio adjunta a cada tipo de contribución social.
Sin embargo, considerando un futuro en el que la automatización y los robots recibirán gran parte de la carga de trabajo, y donde las personas obtendrán asignaciones de ingresos básicas independientemente de cualquier trabajo, nos quedamos para reflexionar sobre cuestiones serias:
¿En qué querría la gente contribuir a esa sociedad?
¿Por qué querrían contribuir a esa sociedad?
Aquí es donde el concepto de ingreso básico universal ingresa para respaldar y propulsar el cambio de valor necesario no solo para que UBI trabaje a largo plazo, sino también para la fundación de una sociedad próspera y conectada de personas felices y confiadas, cada una motivada para contribuir. a la creación de una nueva cultura próspera.
Un resurgimiento prosocial combinado con UBI tiene el poder de hacer un cambio significativo en la sociedad. Para que eso suceda, las relaciones humanas, generalmente consideradas como un subproducto de las profesiones y la educación de las personas, ahora deben ser colocadas en el centro de nuestra atención. La motivación para contribuir a la sociedad tendría que cambiar, de una motivación monetaria a una motivación pro prosocial y puramente social: una en la que nos vitalizaríamos regularmente con ejemplos de cómo nos elevamos por encima de nuestras tendencias egoístas, pensando, conectándonos y Beneficiando a otros miembros de la sociedad. Esto serviría como una fuente de motivación constante, estímulo y, en última instancia, allanaría el camino a una sociedad de individuos unidos, felices y confiados.
En la actualidad, hay miles de personas en todo el mundo de todos los ámbitos de la vida que sienten la importancia de impulsar el proceso de enriquecimiento de la conexión en la sociedad, pionero incluso antes del lanzamiento generalizado de los ingresos básicos. Ya están comprometidos en aprender, implementar y experimentar con el principio de conexión positiva por encima de las diferencias como el medio más valioso para mejorar la sociedad humana.
Cualquier persona que se sienta atraída por esta idea de mejorar el mundo mejorando las relaciones humanas y que desee participar en el aprendizaje y la creación de una nueva cultura prosocial y pro-conectiva, puede aprender sus principios fundamentales y sus conceptos básicos.
Rabí Shimon Bar-Yochai (Rashbí), autor de El Libro del Zóhar (Esplendor) fue un Tana — un gran sabio en los primeros siglos de la Era Común. Él también fue discípulo directo de Rabí Akiva. El nombre de Rashbí se encuentra ligado a numerosas leyendas, y es mencionado constantemente en el Talmud y en el Midrash, los textos sagrados hebreos de su tiempo. Vivió en Sidón y en Merón, y estableció un seminario en Galilea Oeste.
Después de trece años en una cueva, Rashbí escuchó que el emperador romano había muerto. Finalmente podía tener un suspiro de alivio. Tras dejar la cueva, juntó nueve estudiantes y fue con ellos a otra pequeña cueva en Merón, conocida como Idra Rabba (Gran Asamblea). Con su ayuda, escribió El Libro del Zóhar, el libro más importante de Cabalá.
