felicidad

Lección 10 Alegría y gratitud

Alegría y gratitud 

Cita 1

“Tal como escribieron nuestros sabios: “Todo codicioso está enojado”. Esto significa que quien está inmerso en recibir para sí mismo, siempre estará enojado, pues siempre le falta algo. Siempre necesita llenar sus vasijas de recepción.

Pero aquellos que deseen ir por el camino del otorgamiento deben siempre sentir regocijo. Esto quiere decir que, independientemente de la forma que llegue a él, siempre debe estar alegre, ya que no pretende recibir para sí mismo.” 

Baal HaSulam, Shamati 42

Estos son los principios básicos del estudio. 

  • El pensamiento de la creación es hacer el bien a las criaturas, para que siempre seamos felices y alegres.
  • Para realizar el pensamiento de la Creación, se creó un deseo de recibir.
  • El deseo de recibir trabaja deliberadamente para recibir, siempre está en carencia, porque el placer extingue el deseo (refiérase a la cita – Todos los codiciosos están enojados)
  • La corrección del deseo, para que pueda recibir toda la bondad de la creación, es la corrección de la intención desde la recepción hasta el otorgamiento
  • Un deseo eso se llena con la preocupación por los demás y no por sí mismo. Entonces siempre está lleno de alegría y gratitud, no está limitado y la vida se siente verdaderamente en él.
  • La corrección del deseo con la intención de otorgar se realiza en la decena, cuando comenzamos a trabajar juntos en la conexión entre nosotros, en corregir la relación entre nosotros.

Una historia para seguir:

Una científica muy respetada, ganó un Premio Nobel hace unos años por sus logros. En una reunión con Misha, le dijo que había donado un poco más de 1 millón de dólares a un proyecto especial en Alemania donde se construyeron una sinagoga, una iglesia y una mezquita. Lo interesante de la historia no es la contribución o el proyecto (ella mismo no cree en Dios de ningún tipo), pero lo interesante (y aquí debe detenerse y enfatizar) es que la científico le dijo a Misha que el mayor placer y alegría que sintió en su vida, fue la sensación que experimentó cuando donó el dinero, mucho más que ganar el premio en sí. Este mismo acto (como se señaló, no se identificó realmente con el proyecto) le hizo sentir feliz en una intensidad que nunca había sentido.

¿Qué hay en el dar, que tiene tanto poder y puede provocar emociones tan intensas en nosotros?

La alegría es la base del camino espiritual:

  • La alegría es la prueba más exitosa para las acciones de otorgamiento: alguien que otorga es necesariamente feliz (pero, por supuesto, no todos los que están felices otorgan)
  • La historia de Rabash y el estadio de fútbol. Cuando él y Rav Laitman pasaron por un estadio de fútbol. Rabash le dijo a Rav Laitman que este era un lugar sagrado. ¿Por qué? Porque hace feliz a la gente.
  • La persona triste condena al Creador, y nuestro objetivo es alcanzar un estado de felicidad constante, que siempre se renueva.
  • La condición para el estudio es el sentimiento de alegría. El estudio debe resultar de la «alegría», según la equivalencia de la forma, así como la luz está en la perfección y en «alegría», así es como debemos estar en el estudio de la Cábala.

Cita 2

Cuando una persona siente algo de dolor mientras está en el mundo del Creador, en ese momento hace lo contrario. Y aunque no pronuncie palabras condenables de su boca, el sentimiento gobierna. Este es el título de «malvado», porque cuando siente algo de dolor, necesariamente condena, ya que el agravio se expresa en el sentimiento mismo, y es necesario decirlo: «El que habla falsedad no será establecido».

Con estas palabras también comprenderá la definición del título, «justo». Se refiere a una persona que está en el mundo del Creador, pero siempre recibe sensaciones buenas y agradables, y está en constante placer. Por esta razón, él siempre bendice al Creador, quien lo creó para proporcionarle un mundo tan bueno y encantador. 

Baal HaSulam, Carta 55

La sabiduría de la Cabalá determina lo que se siente en el corazón, y no lo que se dice por la boca. El propósito de la creación es sentir que el Creador es bueno y benevolente, no decir que esto es lo que es, sino sentir que realmente lo es.

Por lo tanto, la gratitud concluye todo, es el sello final. La gratitud llega al final, cuando sentimos que todo lo que sucedió en el camino fue para mejor, y naturalmente sentimos una sensación de gratitud.

¿Qué pasa si no sentimos gratitud? Vale la pena intentar estar en ella, dirigirnos allí, intentar representarla, jugar a que la tenemos, porque a través de nuestro esfuerzo por estar allí nos acercamos.

Como Baal HaSulam explica en el artículo «La esencia de la religión y su propósito», que podemos sentir la benevolencia del Creador sólo cuando comprendemos y  alcanzamos el propósito de la creación (como un fruto que es dulce al final de su desarrollo y amargo durante el mismo). Aquí vale la pena enfatizar que esta gratitud y perfección no solo se logra al final de la corrección, sino al final de cada grado / estado espiritual, porque cada nivel tiene su corrección final.

¿Qué nos sucede cuando estamos agradecidos, cuando tenemos un verdadero sentimiento de gratitud en nuestro corazón? ¿Cómo se siente? ¿Qué sentimientos despiertan en nosotros cuando el corazón se llena de gratitud?

Cita 3

Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.

Servid al Señor con alegría;

Venid ante su presencia con regocijo.

 

Reconoced que el Señor es Dios;

El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;

Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.

 

Entrad por sus puertas con acción de gracias,

Por sus atrios con alabanza;

Alabadle, bendecid su nombre.

 

Porque el Señor es bueno; para siempre es su misericordia,

Y su verdad por todas las generaciones.

Salmo 100

El Rey David, quien escribió los Salmos (Tehilim), según la sabiduría de la Cabalá lo hizo en referencia a la Maljut completa, a todas las almas de Israel.

Estas son las palabras que el Rav Laitman dijo después de leer este pasaje de Tehillim en una lección sobre el tema de la gratitud.

“Los Salmos son la Luz misma, no hay interpretación de los salmos. Podemos decir algo, pero las palabras de los salmos provienen de Maljut, del Rey David, cuyo Kli es como la luz, destinado a la corrección final, y por lo tanto es difícil interpretar los salmos, en realidad es imposible. Solo lo podemos comparar con la gratitud que tiene el hombre por el nacimiento de una mujer en este mundo, que está impregnada con un alma elevada, que podría alcanzar el conocimiento del Creador de tal manera y en tal medida.

El Zóhar también habló sobre eso, diciendo que quien es recompensado con arrepentimiento, la Shejiná [Divinidad] se le aparece como una madre de corazón blando que no vio a su hijo durante muchos días, e hicieron grandes esfuerzos y experimentaron pruebas para verse, por lo que ambos estaban en gran peligro. Pero al final, llegaron a esa libertad anhelada y fueron recompensados ​​al verse. Entonces la madre cayó sobre él, lo besó, lo consoló y le habló en voz baja todo el día y toda la noche. Ella le contó sobre el anhelo y los peligros en los caminos que había experimentado hasta hoy, cómo siempre había estado con él, y que la Shejiná nunca se movió, sino que sufrió con él en todos los lugares, pero él no podía verlo.

Estas son las palabras de El Zohar: “Ella le dice: ‘Aquí dormimos; aquí fuimos atacados por ladrones y salvados de ellos; aquí nos escondimos en un pozo profundo, y así sucesivamente. ¿Qué tonto no entendería el gran amor, la amabilidad y el deleite que brotan de estas reconfortantes historias? 

El Juego

El juego

Este tema del juego es probablemente uno de los temas más importantes. Comienza cuando se dice en el Génesis que “Dios juega con el Leviatán (Ballena)”, 

¿Qué quiere decir esto? Yo no sé qué es jugar, que Dios juega con una ballena. Quiero decir, la acción de jugar llamada «actuación» (“To play” en inglés es jugar y actuar a la vez), ¿quién sabe qué es eso? Pero el Creador lo hace con toda la creación.

Leviatán es el deseo de recibir que el creador creó de “Yesh mi ain” (algo de la nada) y juega con él. Esto se refiere a que realiza algún tipo de acción efectiva, que prepara el deseo de recibir al cual creó para su representar su más elevada función de alcanzar la meta de la creación. Todas las acciones del Creador, sobre el deseo de recibir, sobre el material de la creación, se denominen «juego». Todas excepto la creación misma del deseo de recibir.

Esta es una gran pregunta, ¿qué es este juego y por qué se llama así? ¿Existe una conexión entre lo que entiendo como mi vida y este juego del Creador? 

Aparentemente, el juego, tal y como lo puedo entender, es una acción realizada de abajo hacia arriba. Di-s juega con Leviatán, con el mismo deseo que él creó, para llevar a este del estado A al estado B. La acción que lo mueve de corazón a corazón se llama «jugar».

Vemos que continuamente estamos en el juego. Cuando nacemos, crecemos, la naturaleza nos requiere desarrollo, o lo que es lo mismo el Creador requiere desarrollo. Nos motiva a jugar. Vemos a los niños jugando. Un niño puede sentarse en su cuna con fiebre y se pone a jugar. La necesidad de jugar es muy grande no solo en los hombres. Lo ves en animales también. Los botánicos, zoólogos, biólogos dicen lo mismo incluso en las células y plantas. En todas las partes el desarrollo es unas cuestión de jugar.

¿Qué es un juego, entonces? El juego es el medio que el Creador utiliza para llegar al desarrollo más alto posible. ¡Busca la situación más elevada e intenta alcanzarla! dice. Todo ocurre desde el inferior. El superior por su parte, estimula constantemente, estimula la parte inferior para alcanzar situaciones más elevadas y le brinda ejercicios y juegos que le harán avanzar de manera segura, conveniente, corta y rápida al estado deseado.

Por supuesto, si vamos a participar y desarrollar el juego del Creador con Leviatán conscientemente, entonces necesitamos saber cuál es nuestra situación y cuál es la próxima situación. Entonces a través de que acciones concretas podemos pasar del estado A al estado B. Y eso es lo que intentamos hacer. Este juego se despliega en muchas acciones, formas, juegos, etc. Cuando enseñamos, cuando aprendemos, cuando nos reunimos en círculos, en decenas, para adherirnos a Él, para someternos, cuando trabajamos para la sociedad, etc.

Si sabéis cómo jugar mutuamente y os inspiráis en la conexión, sabréis cómo jugar directamente con el Creador y Él será revelado. De repente comenzaréis a sentir que los amigos y el Creador están juntos. Es una especie de combinación que no se molesta entre sí. No es algo que sintáis según unas condiciones. Es un estado completo en el que se revela que uno está dentro del otro. 

Solo de esta forma, como escribe Rabash, no habrá diferencia en si pensáis en la decena o el Creador. Simplemente si miráis en la misma dirección, hemos terminado. Ya estáis en ambos.

La lección completa – Video

Inclusión

La inclusión es nuestro estado final, el cual debemos anhelar. La inclusión completa es el final de la corrección y por eso es tan importante que comprendamos este concepto y, por lo tanto, se nos presente como un objetivo que se busca constantemente.

¿Qué tiene de especial la inclusión? Vemos como en este mundo todo nuestro desarrollo es para mostrarnos que la inclusión es muy importante y supuestamente la logramos en todo tipo de formas materiales en nuestra sociedad. Se dice «Ve y vivir el uno del otro». Así en la forma física, la inclusión-integración de los hechos, las profesiones, los trabajos, los resultados del trabajo, le da a cada ser humano el beneficio del mundo.

Pero al mismo tiempo, para llevarnos a la inclusión correcta, nuestro desarrollo nos lleva a al punto en el que vemos que la inclusión en esta forma material no funciona. Vemos que llegamos a un punto en el que vemos que no hay una verdadera conexión humana ahí y por lo tanto, no podemos disfrutar de todas esas formas materiales en lo tecnológico, cultural, educativo, etc. No podemos

Tiene que haber una inclusión en los deseos más internos, (mentales, emocionales) sentirnos más mutuamente, hasta tal punto que vayamos contra de nuestra naturaleza. El desarrollo nos enseña que eso es lo que necesitamos. Por un lado, vemos que va en contra de nuestra voluntad, pero por otro, no podemos lograr nada sin acercarnos. Y acercarse solo puede ser en la medida en que los humanos estén cerca el uno del otro.

La inclusión es lo más importante. De hecho, todas las características se vuelven importantes en la medida que se incluyen entre sí.

Decimos que la inclusión es muy importante. Pero, ¿por qué? ¿cómo podemos elevarnos por encima de la bestia que hemos construido? Con toda la sabiduría, la filosofía, la ciencia que tenemos, si no abrimos esta cualidad de inclusión en nosotros, no podremos incluirnos de los demás ni en los demás y lo que es más importante, no podremos integrarnos con el Creador. Mediante la inclusión desarrollamos el sentido adicional en el que podemos alcanzar la adhesión al Creador.

Esta idea de la inclusión va contra nuestra naturaleza ya que no se trata únicamente de una conexión de cuestiones materiales en las que obtengo un beneficio, se trata de una conexión de nuestras cualidades internas, nuestros corazones. No se trata aquí de que creamos un negocio juntos y tu pones una parte del dinero y yo la otra, esta inclusión es una mezcla de las cualidades internas y su resultado nos es totalmente desconocido.

Es decir que todos los detalles de cada uno, toda la naturaleza de cada uno se incluye en la naturaleza del otro, y a el resultado de ello no controlamos. Porque no sabemos que es lo que pasa por encima de nuestra naturaleza individual. La inclusión está por encima de la naturaleza, de control, de la capacidad para determinar cualquier cosa. 

Así pues la inclusión consiste ante todo en romper los límites. No es una conexión en la que se puedan mantener las viejas formas, sino que uno pierde la forma que tenía y alcanza una nueva forma que es realmente común a todos.

Esto es el Arvut, comprometerse el uno con el otro hacia esta inter-inclusión completa.

Vídeo de la lección

Envidia espiritual

Sobre el deseo de recibir, sabemos cómo actúan la envidia, el honor y la lujuria. Ellos aumentan el deseo egoísta de una persona a través de la explotación a los demás. 

Pero dichas cualidades tomadas desde el punto de vista espiritual funcionan de manera opuesta ya que envidiamos las cualidades de otorgamiento de mi amigo. Esto quiere decir que donde estaba envidioso para obtener los objetos materiales de mis amigos, ahora lo estoy para obtener sus cualidades espirituales. Desde el punto vista material envidio lo que podría obtener de las personas. En el punto de vista espiritual, envidio su equivalencia de forma con el Creador su adhesión a la cualidad de otorgamiento, a quien está otorgando más.

Es por eso que «todo justo y justo envidia la jupá (pantalla) de su amigo». Es decir que uno ve que la jupá de su amigo es más grande y puede otorgar más y de ello está celoso. 

Así pues en el grupo tenemos que despertarnos mutuamente. ¿Cómo? No hay que trabajar modestamente, sino que tengo que mostrarle a todo el mundo aunque no sea verdad, que tengo éxito en mi propósito de adquirir la cualidad de otorgamiento, que me dirijo hacia ella con determinación sin mostrar ningún tipo de indiferencia. Esto ya son niveles muy altos como los que adquirieron los seguidores de Kotzk. Ellos tenían la práctica de mostrar desprecio por el grupo, por el trabajo hacia el Creador, por el estudio, ¿por qué? Con el fín de darle al grupo la sensación de que ellos ya estaban en el otorgamiento. De esta manera cada uno de ellos estimulaba al otro, en una forma opuesta.

¿Cómo puedo despertar la envidia del amigo?

Tienes que conocer al amigo y saber cómo trabajar con él. Hay que ser actor para esto y trabajar de una manera indirecta. 

También puedes despertar en el amigo cierta envidia de manera directa. Por ejemplo le digo: “Ayer leí una cosa que te quiero mostrar” o «estoy cansado, no dormí hasta tarde, porque leí este artículo de Shamati». Es decir que invento todo tipo de cosas para que puedan ser utilizadas de forma correcta en el despertar de la envidia de mi amigo. Hay que ser un tipo de actor especial al que realmente le preocupa despertar al amigo, encenderlo.

Cuando comienzas a mostrarle al amigo que eres devoto, y que estás adherido al camino, aunque no sea verdad, este ejemplo que creas, se convierte en una segunda naturaleza. ¡¡¡Inténtalo!!!, si lo haces para el beneficio del amigo, seguramente el proceso de transformación hacia esta segunda naturaleza será muy rápido. Una vez, otra vez, y verás que comenzarás a sentirte atraído por realizar estas mismas acciones aunque no las hayas hecho. Al quererlo hacer para su bien, entonces todo vuelve hacia ti de tal manera que comienzas a realizar estas acciones casi sin esfuerzo.

Lección matinal del 6 de enero de 2014 – Rav Dr. Michael Laitman

Baal HaSulam. Shamati 9. ¿Cuáles son las tres cosas que amplían la mente del hombre durante el trabajo?

La decena

La decena

Diez, un número especial. Tienes diez años, tienes diez, todo es diez. ¿Qué hizo de este número un marcador de perfección? Según la sabiduría de la Cabalá, esto se debe a que toda la realidad está construida por el número diez.

En la raíz de la creación, antes del mundo de la materia y las dimensiones del tiempo, el lugar y el movimiento, existen dos fuerzas opuestas: luz y vasija, un deseo de otorgar y un deseo de recibir. 

Lo primero es el deseo de otorgar, que, por su deseo de influir en todo bien y amor, crea el deseo de recibir placer y abundancia. Por lo tanto, el deseo de otorgar se llama Creador y el deseo de recibir se llama Creación. El deseo de recibir comienza a desarrollarse por el poder de la luz que lo creó. Su relación se desarrolla en diez etapas, de ahí el número diez.

Después de diez etapas de desarrollo, existe el deseo de tener una voluntad propia, no porque se haya creado en primer lugar sino porque obtiene la luz de su propia elección, llenándose y gozando de ello. Cuando el placer lo llena por completo, comienza a sentir su diferencia con respecto a la fuerza que lo llena, el Creador. Él recibe mientras el Creador da. Esta inversión le da una terrible sensación de «vergüenza»: el sentimiento de discrepancia entre las cualidades de dar y recibir, y como resultado la criatura decide «restringir» su deseo de recibir. Deja de recibir la luz y permanece vacío.

Más tarde se da cuenta de que al no recibir no cumple con el deseo del otorgante que es dar deleite a la criatura, por el contrario, si anteriormente había cumplido el deseo del Creador de darle, ahora eso tampoco está sucediendo. ¿Qué va a hacer él? ¿Cómo convertirá su recepción en otorgamiento? Después de preguntar, se da cuenta de que el único acto de dar que puede realizar es aceptar lo que el Creador quiere darle, con la intención de darle placer a Él (intención de otorgar). A partir de entonces, decide que recibirá algo de él, solo con la condición de que tenga el poder de dirigirlo solo al placer del Creador. En su estado perfecto, la criatura puede recibir toda la luz del Creador con la intención de devolverlo a un estado de equivalencia con Él, y ​​a través de su desarrollo a esa perfección también pasará por diez etapas.

Por ejemplo, imagine a un invitado que viene a visitar a alguien. El anfitrión trabajó durante todo un día e hizo un gran banquete para él con muchas platos para deleitarle. La mesa está puesta, el propietario lo invita a sentarse a cenar con él. Normalmente, el huésped come y disfruta. Pero el invitado también puede actuar de manera diferente. Puede decidir que no quiere recibir los manjares de la mesa. En tal situación, el propietario comenzará a rogarle que coma más y más. Si decide comer algo de la comida, no porque tenga un gran apetito y los manjares sean maravillosos, sino solo porque quiere complacer al anfitrión, entonces se transforma en el otorgante y el anfitrión en receptor. Primero tomará de la mesa algo pequeño, luego más grande, todo en la medida de su capacidad para mantener su intención de dar placer al anfitrión. Este ejemplo ilustra de alguna manera el principio de recibir con la intención de otorgar.

¿Dónde nos encontramos en todo este sistema de fuerzas? Fuimos creados con la cualidad de recepción, y estamos en condiciones de descubrir quiénes somos, qué nos activa, qué debemos hacer para lograr el gran objetivo de la creación, que es recibir del Creador toda la luz para darle placer a Él. Algunas personas comenzaron este trabajo hace mucho tiempo, algunas ni siquiera saben lo que es. Cualquiera que sea el caso, el deseo total del ser creado se extiende por toda la humanidad, y la evolución nos lleva a una situación en la que queremos influirnos mutuamente, hasta que todos nos unamos para otorgar placer al Creador.

Si esto es así, ¿por qué el número diez significa la perfección? Debido a que el desarrollo de la relación Creador – Creado atraviesa diez etapas en las cuales Él revela su actitud hacia nosotros. A través de ellas desarrollamos y construimos nuestra relación con Él y esto sucede en diez etapas.

Para la mayoría de los hombres, vivir equivale a una preocupación por la existencia misma. Todavía no hay preguntas sobre el significado y el propósito de la vida. Más tarde, descubrirán que hay una causa raíz de todo el sufrimiento en sus vidas, y que están en la posición opuesta a donde se supone que deben moverse. Es decir, naturalmente piensan solo en el placer, pero la esencia del progreso es desarrollar una segunda naturaleza de otorgamiento y amor, un deseo de influirse mutuamente hacia el bien y a través del Creador.

Y hablando del número diez, entonces es imposible sin una pequeña referencia al concepto de las «diez sefirot» que es muy importante en la sabiduría de la Cabalá. Los diez sefirot son: Keter, Jojma, Biná, Jesed, Geburá, Tiféret, Netsaj, Hod, Iesod y Maljut. (Corona, Sabiduría, Entendimiento, Misericordia, Fuerza, Gloria, Eternidad, Majestad, Fundamento y Reino). Cuando el deseo de recibir crea la intención de otorgar, es decir, un deseo de parecerse al Creador, emprende diez correcciones hasta que pueda recibir con la intención de otorgar. Al final del proceso, brilla como la luz. Es decir, él mismo se convierte en una fuente de placer para los demás y para el Creador, porque quiere dar. La luz pasa a través de él hacia los demás y de regreso al Creador, y está llamado a iluminar.

«Y cuando la luz superior brilla dentro del corazón, entonces el corazón se vuelve más fuerte». 

Así dice «Baal Ha Sulam» – Rab Yehuda Ashlag, en su artículo «La conexión del hombre con las Sefirot»

De las fuentes

El libro básico que estudiamos en la sabiduría de la Cabalá es «El Talmud Eser Sefirot» (El libro de las diez sefirot). En el, Baal HaSulam nos narra por medio del lenguaje de la cabalá toda la arquitectura espiritual para el desarrollo de las almas en nuestra generación. 

En el comienzo de su artículo “Introducción al Talmud eser sefirot” nos presenta la pregunta básica para aquellas personas que desean comenzar el aprendizaje de la Cabalá.

“De hecho, si  respondiéramos de corazón una cuestión muy famosa, estoy seguro que todas estas preguntas y dudas desaparecerían del horizonte, y que cuando volviéramos la mirada hacia ellas encontraríamos que se han disipado. Esta pregunta desesperada es algo que todo el mundo se pregunta: ¿Cuál es el significado de mi vida?».  En otras palabras, estos numerosos años de nuestra vida que nos costaron tanto y las numerosas penas y tormentos que sufrimos por ellos, para llenarlos a tope, quién es el que los disfruta? ¿Más aún precisamente a quien le proporciono deleite?

A decir verdad los historiadores se han hastiado de considerarla y particularmente en nuestra generación. Más aún, nadie desea considerarla.Todavía la pregunta sigue en pie tan  amarga y vehementemente como siempre. A veces nos encuentra poco preparados, picotea en nuestra mente y nos arrastra por el suelo antes de que encontremos la famosa táctica de fluir insensatamente en las corrientes de la vida como ayer.

La sabiduría de la Cabalá es para cualquiera que ya no pueda ignorar la cuestión del significado de la vida.

Escrito inspirado en las palabras del Rav Dr. Michael Laitman de nuestro programa Nueva vida 880 

 

La decena: descifrando el código de la creación

¿Para qué vivo más allá del éxito en el trabajo, criar a mis hijos y cuidar mi vida?, ¿nuestra existencia tiene algún gran propósito esencial o la película se reduce a pasar el tiempo con un daño mínimo, hasta que uno envejece y muere? 

Estas preguntas, que a veces llegan la noche antes de acostarse, sin previo aviso, hacen un agujero en mi corazón. Pequeño pero doloroso. Y de repente, como si de ninguna parte llegara, la sabiduría de la Cabalá te dice: si tienes una buena pregunta, seguro que también puedes encontrar una buena respuesta. Ella te ofrece una forma de desarrollo personal dentro de un grupo, descubriendo respuestas profundas y junto a ellas nuevas preguntas, todo bajo la guía de los sabios de la Cabalá.

El grupo está formado por diez personas (No pensar aquí en personas físicas sino en cualidades para desarrollar mi alma). Este concepto de la decena, nos acompaña desde el principio. Ya en la época de Moshe Rabbeinu, el gran líder espiritual, la gente se dividió en decenas en los consejos de Jetro. En cada uno de esos grupos, las personas trataron de conectarse entre sí como en un laboratorio, de acuerdo con la gran regla de la Torá, «ama a tu prójimo como a ti mismo». Desarrollar una segunda naturaleza de amor y otorgamiento se considera en la sabiduría de la cabalá como el propósito de la existencia humana, porque abre al hombre una realidad nueva, completa y eterna.

A medida que el egoísmo se intensificó y nació el conflicto entre ellos, surgieron las dificultades y problemas. Entonces estallaron en una oración por una fuerza unificadora. Esta acción conjunta para resolver cualquier problema se considera un «ensayo-experimento» e implica un autoexamen, una revisión grupal, un intento de ver la situación desde la perspectiva del otorgamiento y amor en lugar de la autorrecepción y en última instancia, una invitación de la fuerza especial que corrige llamada la “luz que reforma”. En la medida de la necesidad, estas mismas diez personas solicitaban la ayuda de un círculo más amplio de personas, cincuenta, cientos y miles, todo de acuerdo con el grado de dificultad en su relación.

Unos 1500 años después, en el siglo II d.c., conocemos a la decena más famosa de la historia que se encerraron en la cueva de Idra Raba . Shimon Bar Yochai (Rashbi) y sus compañeros se conectaron entre sí y le dieron al mundo el «Libro del Zóhar». ¿Qué tenía de especial este grupo? Alcanzaron todas las correcciones que la humanidad tendría que pasar en el futuro y describieron el proceso en el Zóhar en forma oculta. El grupo adquirió la cualidad completa de la otorgamiento puro, cubrió toda la profundidad del odio que se reveló entre sus miembros con una cubierta de amor y se adhirió perfectamente con el único poder que opera en todo el sistema de la naturaleza.

El Zóhar ya afirma lo que se revelará muchos años después, en los días en que surgirán más y más decenas para parecerse a este mismo grupo. En nuestra generación, el Zóhar se revela gracias a la interpretación de Baal HaSulam. El libro está escrito en un lenguaje codificado, por lo que Baal HaSulam realiza varias introducciones y artículos escritos que ayudan a comprender este lenguaje especial de la sabiduría de la Cabalá.

El objetivo de todo este proceso del trabajo en la decena es revelar al Creador. ¿Qué significa eso? Que veremos y sentiremos todo el sistema de la creación, descubriremos dónde estamos y qué necesitamos hacer para ganar una vida de eternidad, y no solo defendernos mejor de los golpes que sufrimos. Este es el campo de la sabiduría de la Cabalá, que fue desarrollado especialmente por este grupo de Rashbi. Si diez personas quieren construir una relación entre ellos como si estuvieran en ese mismo grupo, el poder inherente en su libro puede ayudarles e influirles para construir una nueva naturaleza más avanzada de amor y otorgamiento.

El desarrollo en la decena, depende de una petición común también llamada «la plegaria de muchos». Cuando piden algo, cuando piden el uno por el otro. ¿Cómo funciona exactamente este mecanismo y cuál es la respuesta resultante? En el proceso de su desarrollo, los miembros de la decena aprenden a trabajar juntos. El mecanismo de contacto interno entre ellos se construye gradualmente. Cada uno busca sentir al otro, estar incluido en sus nueve amigos, en sus deseos de amor y otorgamiento, en sus aspiraciones espirituales.

Después de que todos están incluidos los unos en los otros, la fuerza de todos es diez veces mayor de lo que era en un primer momento. En ese punto se vuelven más sofisticados entre sí, y cada uno crece diez veces, y luego cien veces más y así crecen exponencialmente grado a grado. De esta manera pueden aumentar sus poderes dentro de la decena más y más. Su percepción de la realidad se va expandiendo, rompiendo las restricciones de tiempo, lugar y movimiento. Esto es lo que les sucedió a la decena de Rashbi en la cueva, llegando a la cima de la escala de desarrollo espiritual llamada El mundo del infinito. (Olam Ein Sof)

¿Qué piden? Los miembros piden el anhelo por la fuerza Superior que se oculta dentro de la decena. Esto sucede después que comprenden claramente que la decena es toda la realidad y que el deseo de cada uno crece en la medida que crece el deseo en de los amigos. Que a través de los amigos, comienzo a anhelar los deseos inherentes al Creador, creando por lo tanto un tremendo deseo de recibir. Es decir el deseo equivalente a  todo el bien que el Creador se esfuerza por otorgar a la creación, con la intención de darle amor.

En el futuro, todos tendremos que construirnos de acuerdo a las decenas. En grupos tan pequeños, aprenderemos a conectarnos y desarrollar una segunda naturaleza de puro amor y otorgamiento, y le daremos a toda la humanidad una nueva esperanza.

De las fuentes

«Ahora es el momento que se requiere una gran cantidad de propiedades internas de la Torá. El Zohar está abriendo nuevos caminos en el desierto a través de un barranco, y todo su grano está listo para abrir las aperturas redentoras» (Rav Kook, «Orot», NZ).

«Si anhelas una ascensión completa hacia el bien, no te falta nada más que una ‘escalera’ para ascender, y luego toda la bondad del mundo estará en tus manos» (Baal HaSulam, «Introducción al Zóhar», Noah )

«Todo el propósito del Creador hacia toda la creación que él creó, es dar placer a sus Creados, para que puedan conocer su verdad y grandeza, y recibir de él toda la bondad y el placer que ha preparado para ellos» (BaalHaSulam, «Introducción al Zohar»).

«Todo el orden de la creación, en todas sus direcciones y sus orígenes se presenta y arregla por adelantado, solo de acuerdo con este propósito que se desarrollará desde dentro de la raza humana, que se elevará virtuosamente, hasta que sea tan competente para sentir a Dios en el otro» (Baal HaSulam, el artículo «La Sabiduría de la Cabalá y su esencia»).

«Toda la sabiduría de la Cabalá es solo conocer el liderazgo del poder supremo. Esto es lo que todas estas personas crean, y lo que quieren para ellas, y esto será el fin de todos los círculos mundiales» (Ramchal, Kalah Fatahim, Fatah L).

«Cuando la humanidad alcance su meta … llevándola al grado completo con el amor de los demás, entonces todos los cuerpos del mundo se unirán en un solo cuerpo y un solo corazón; se revelará toda la esperanza que la humanidad espera de su grandeza» (Baal HaSulam Artículo “La libertad”).

Escrito inspirado en las palabras del Rav Dr. Michael Laitman del programa

Nueva vida 881, el concepto de la decena

 

ARVUT (Garantía mutua)

Dos preguntas

El artículo de Matán Torá de Baal HaSulam, nos plantea en su comienzo, 2 preguntas fundamentales sobre el Arvut. Vamos a realizarlas aquí:

Matán Torá – La entrega de la Torá

Primer extracto:

Ama a tu prójimo como a ti mismo (Levítico 19:18)

Rabí Akiva dice: Esta es una regla general de la Torá

1) «Esta afirmación de nuestros maestros exige una explicación. La palabra general (Klal) es la suma de detalles que al unirse forman el colectivo mencionado. Por lo tanto. cuando se refiere al precepto «Ama a tu prójimo como a ti mismo» que es un gran Klal (regla) de la Torá, debemos entender que el resto de los 612 preceptos de la Torá, con todas sus interpretaciones, son nada más y nada menos, que la suma de los datos insertados que figuran en ese único precepto «Ama al prójimo como a ti mismo».

Esto es muy desconcertante, porque esto se puede afirmar con respecto a los preceptos entre el hombre y su compañero, pero ¿cómo puede un solo precepto contener los preceptos entre el hombre y el Creador, que son la esencia y la parte principal de ella?

 ¿Cómo puede ser que el «amor» incluya todas las «mitzvot»? «Entre el hombre y su amigo» se puede entender, pero «entre el hombre y el Creador».

En otras palabras, está claro que el «amor» puede organizar la relación entre nosotros, pero ¿cómo puede ayudarnos a organizar nuestra relación con el Creador?

Segundo extracto:

3) Antes de penetrar en el meollo de la cuestión, debemos observar el precepto en sí mismo, ya que se nos ordenó, «Amaras al prójimo como a ti mismo». Las palabras «a ti mismo» nos dicen que amarás al prójimo en la misma medida que te amas a ti mismo, de ninguna manera menos que a ti, es decir, que debes estar constantemente alerta para poder satisfacer las necesidades de cada miembro de Israel, no menos atento de lo que estas para satisfacer tus propias necesidades.

Esto es absolutamente imposible, ya que aún con su trabajo diario, la persona no puede satisfacer sus propias necesidades, así que, ¿cómo se le puede pedir que trabaje para satisfacer las necesidades de toda una nación? Y no podemos pensar que la Torá exagera en lo que exige, pues nos advierte de no agregar o disminuir nada y nos dice que las leyes fueron dadas con precisión absoluta.

¿Cómo es posible cumplir la regla de «ama a tu prójimo»? 

Dejemos su respuesta para el final y estudiemos ahora el artículo del Arvut de Baal HaSulam:

Arvut – La Garantía mutua

«Esto es para hablar del Arvut (Garantía Mutua), cuando todo Israel se hizo responsable el uno del otro. Debido a que la Torá no se les dio antes de que se le preguntara a todos y cada uno de Israel si aceptaba tomar la Mitzva (precepto) de amar a los demás en la medida completa, expresado en las palabras: «Ama a tu amigo como a ti mismo» ( como se explica en los puntos 2 y 3, examínelo a fondo allí). Esto significa que todos y cada uno en Israel se encargarían de cuidar y trabajar para cada miembro de la nación, y para satisfacer todas sus necesidades, no menos que la medida impresa en él para atender sus propias necesidades.»

«Sólo después de haber pedido a cada persona que tome sobre sí misma la responsabilidad de cumplir la condición «Ama a tu prójimo como a ti mismo», es decir, que cuide de los demás no menos de lo que se cuida a sí mismo, y una vez que toda la nación haya aceptado y dicho unánimemente: «Haremos y escucharemos», serán dignos de recibir el método de la corrección.»

«Cada miembro de Israel se responsabiliza de que nada le falte a ningún otro integrante de la nación. Con esta responsabilidad global cada miembro de la nación se deja de preocuparse por las necesidades de su propio cuerpo, y puede observar el precepto «Amarás a tu prójimo como a ti mismo» en toda su extensión y proporcionar a cada miembro necesitado todo lo que posee, pues ya no se preocupa por la existencia de su propio cuerpo: ahora sabe que seiscientos mil amigos leales están dispuestos a atenderlo.»

ARVUT

El Arvut es la condición para recibir la Torá

La Torá es la Luz que reforma. Para recibir la Torá, uno debe estar sintonizado con la frecuencia en la que transmite (la equivalencia de la forma), así como la luz es una y otorga y no hay división en ella, nosotros también. Para recibir la La Torá debemos ser «un hombre en un corazón», es decir, cumplir con la condición de recibir la Torá.

¿Qué significa?

«que todos se preocupan por sus amigos». Cuando hablamos del Arvut y la conexión, estamos hablando de conectar las partes rotas de nuestra alma, conectando los puntos en el corazón. Esto es lo único con lo que tratamos y no con otros tipos de conexiones humanas.

¿Qué significa conectar las partes del alma? Todos traemos nuestro deseo de espiritualidad y juntos conectamos nuestros deseos con un gran deseo, una oración, una solicitud, una vasija, en el que se revela el Creador. Este es el punto principal de la lección.

¿De qué preocuparnos?

La preocupación no es por las necesidades físicas u otras necesidades, sino solo por nuestra necesidad espiritual. Si nos ocupamos de esto y alcanzamos la conexión espiritual entre nosotros, todos nuestros otros problemas también se resolverán, porque la causa de todos los problemas es la separación entre nosotros.

Si lo expresamos desde un ángulo psicológico, diríamos que la mayor parte de lo que deseamos en el mundo occidental actual, proviene de un sentimiento de inseguridad y vacío abstractos, y no de una falta real de algo específico. Por lo tanto, cuando tienes una actitud de otorgamiento a un amigo, cuando este siente que realmente te preocupas por él y cuando sientes que él te está cuidando, nos liberamos mutuamente de nuestra preocupación para cumplir con todas nuestras necesidades. Se deduce de ello que es la actitud lo que debemos cambiar, y en esto nos ocupamos de las necesidades de los demás.

¿Y en la vida diaria?

Este enfoque hacia la conexión espiritual me tiene que llevar a una combinación correcta entre el estudio de la  Cabalá y la vida diaria. Tenemos que diferenciar estos dos aspectos de nuestra vida.

En la vida diaria continuamos comportándonos como de costumbre, y solo dentro del marco del estudio practicaremos el trabajo sobre «Ama a tu prójimo como a ti mismo». La sensibilidad que desarrollaremos en este marco del estudio se llevará, por supuesto, a todas partes y a todas las interacciones en nuestras vidas, pero el trabajo para desarrollar esta sensibilidad ocurre solo dentro del marco del estudio.

Respuesta a las preguntas anteriores

A) ¿Por qué amar a tu prójimo como a ti mismo es una gran regla en la Torá?

Si alcanzamos la actitud de «Ama a tu prójimo como a ti mismo», entonces estamos en Arvut y atraemos la luz, es decir, recibimos la Torá.

B) ¿Cómo se puede lograr la existencia del «amor»?

Si todos cuidan de todos, entonces todos están libres de preocuparse de sí mismos y pueden atender las necesidades de su amigo, es decir, estar en la actitud de amar a tu prójimo como a ti mismo.

La corrección en el contexto del estudio sobre el Arvut

 

a) El ser creado recibe, el Creador otorga.

b) Para ser como el Creador necesitamos una corrección de la equivalencia de forma.

c) Para lograr la equivalencia de forma necesitamos la Torá (Luz).

d) La condición para recibir la Torá es el «Arvut» – «Ama a tu prójimo como a ti mismo».

En una clase del Rav Laitman sobre del artículo del «Arvut» de Baal HaSulam nos explica sobre la seguridad que logramos a través del Arvut y que libera a un hombre de la preocupación por sus propias necesidades en los siguientes terminos:

Si nos conectamos con la condición de la garantía mutua, nadie caerá en el egoísmo. El poder de la garantía afecta a todos, y si todos sienten que su ego está neutralizado, dejarán de preocuparse por sí mismos y no podrán ser egoístas. El poder de la garantía necesariamente neutraliza el amor propio en todos, y en un entorno así, nadie puede permanecer sin corregirse, es decir, sin anularse a sí mismo hacia los demás. Al final, el entorno elimina las necesidades egoístas de uno, proporcionándole todo lo que necesita.

En definitiva, le brinda apoyo para que su pensamiento se enfoque hacia el medio ambiente, y sus propias preocupaciones desaparezcan. Así es como funciona la red que nos conecta de la cual no nos podemos desprender. Estoy atado a todos por miles de esposas e innumerables hilos. El entorno, el grupo me activa, sin importar si quiero o no, y al proveerme de todo lo que necesito, elimina mi deseo egoísta. Entonces soy libre.

Por lo tanto, si la persona se conecta con el grupo, inevitablemente obtiene todo el poder que necesita para «calmarse». Ya siente preocupaciones sobre sí mismo, simplemente no puede «producirlas» porque el grupo las «apaga» inmediatamente.

Esta realidad de influencia del ambiente es patente y actúa aunque no me acerque a un grupo de estas característica. En todo momento estoy influido por una red general que no llena mis necesidades, por lo que surgen todo tipo de ansiedades. Así es, estamos totalmente interconectados, y si dentro de esta red que nos conecta siento que me falta algo, entonces surge ansiedad y miedo en mí mismo, «¿Qué me pasará dentro de este mundo?»

Sin embargo en el grupo correcto, después de organizar nuestra relación, me encuentro completamente seguro. Esto neutraliza todos mis miedos, y me siento libre, más allá de los límites de nuestro mundo.

Después de todo, «nuestro mundo», es esta realidad en la que nos sentimos más o menos interconectados, interdependientes y en la cual nos afectamos negativamente. Nadie en dicha red, está en su lugar. Se trata de una interconexión negativa, una «tela de araña» común que se expresa como nuestro mundo egoísta.

Además, cuando entro en un grupo que construye la relación correcta con las partes más próximas del sistema, no lo hago por casualidad, sino porque realmente estoy conectado a dichas partes. No solo paso el tiempo en compañía de personas que se parecen a mí. Lo que hago es conectarme con mi raíz espiritual, con las personas más cercanas a mí en la red espiritual. Incluso si en la red física de este mundo están a miles de kilómetros de distancia, los encuentro por encima de ella.

Luego a medida que nos acercamos, se desarrolla una relación entre nosotros, hasta que me proporciona un estado de despreocupación. Esta ya es la primera etapa de la anulación. En la segunda fase, los miembros se elevan al grdo superior: Del grupo, al Creador que influencia toda la realidad.

Por lo tanto, la influencia del grupo se divide en dos partes:

• Primero, neutraliza mi deseo egoísta. Los amigos me hacen sentir que me cuidarán de todos modos, lo que sea. En el pasado, mis preocupaciones sobre mí mismo me han pintado con un futuro aterrador, y ahora mis amigos me dan confianza en el futuro. Solo el equipo puede hacerlo: me proporciona las » luces circundantes » que coinciden con mi deseo para el futuro. Solo los amigos pueden «apagarlo» y luego el sentimiento de mañana desaparece, tanto que me siento por encima del tiempo. Esta es la primera condición: el grupo neutraliza en mi la preocupación egoísta sobre el presente y el futuro.

• Segundo, también recibo la fuerza de atracción hacia «el superior». Con ese fin, los miembros expresan tanto como pueden la importancia de la meta, el Creador, el maestro, el grupo. En otras palabras, la importancia de todos los medios por los cuales el grupo se sostiene.

De esta manera, en la red general que desarrollamos en el grupo, puedo anularme.

En el siguiente clip se resumen todos los puntos anteriores sobre el Arvut:

El camino de la Torá y el camino del sufrimiento

No Hay Nadie Más Sabio que el Experimentado

Desde el mosquito que no te deja dormir, pasando por el vecino que arroja la basura desde la ventana, y acabando con el tsunami que deja a medio país enterrado bajo las aguas – algo no concuerda con la determinación de los cabalistas – que el bien absoluto dirige toda la Creación. “Si esto es bueno, entonces, ¿¡qué será lo malo!?”, te preguntas a ti mismo cuando vuelves a conmocionarte con las noticias diarias. El Creador es el bien absoluto. Así les fue revelado a los cabalistas dentro de sus vasijas de recepción y así ellos lo escriben en sus libros. De todas maneras, a nuestros ojos se presenta un cuadro completamente diferente. La vida misma nos lleva a la conclusión, que si existe una fuerza buena que maneja la creación, entonces, en el mejor de los casos, simplemente nos está dando la espalda.

¿Cuál es el motivo de la contradicción entre lo que dicen los cabalistas y la realidad en la que vivimos? ¿Estamos condenados a vivir en una realidad en donde el mal eclipsa al bien? ¿Cómo podemos hacer para que el Creador dirija su mirada hacia nosotros? ¿Y tal vez somos nosotros quienes debemos volver nuestros rostros hacia Él? Sobre estas y otras preguntas, nos ocuparemos en esta parte de la unidad de estudio, y mientras nos ocupamos en ellas, aclararemos el tema central de la lección: el principal beneficio del estudio de la sabiduría de la Cabalá.

Desde la creación del mundo, el universo se encuentra en continuo desarrollo. Todo cambia, nada queda fijo. La tierra cambia, la vida en ella cambia y también las personas se encuentran en un cambio permanente. La fuerza del desarrollo, o “la providencia”, como la llaman los cabalistas, dirige el mundo y empuja a la vida al desarrollo, a pasar de un estado a otro de acuerdo a un plan determinado y perfectamente organizado. La materia inanimada en el universo se transforma en galaxias, soles y planetas, la materia vegetal y animal de la tierra, se desarrolla en una gama extensa de plantas y animales.

Los cabalistas descubrieron que el desarrollo de la Creación no es aleatorio o banal, sino determinado, orientado hacia una “meta”. Existe un objetivo final hacia el cual apunta la fuerza de desarrollo. Cada detalle en la creación y el universo entero, se encuentran en un proceso gradual de desarrollo, a modo de causa y efecto, hasta llegar a cumplir sus propósitos. Así, por ejemplo, la tierra pasó un proceso de desarrollo hasta llegar a ser un lugar apto para la creación de vida, el fruto en el árbol, atraviesa un proceso de desarrollo hasta madurar y llegar a ser comestible, y el gusano, pasa por un proceso similar hasta que se convierte en mariposa.

Resulta, que el buen propósito se revela solo al final del desarrollo y no antes, y los diferentes estados de desarrollo, no solo no nos muestran el estado final, el propósito, lo bueno, sino como adrede, se revelan como si de forma completamente opuesta al objetivo final. Por ejemplo: la manzana que pende del árbol y aún no ha madurado, es amarga, verde y escuálida, y el gusano, al salir del huevo es torpe y sin gracia antes de transformarse en mariposa. Esta diferencia entre los estados de desarrollo, en donde falta el estado final perfecto, se revela en los niveles de desarrollo de toda criatura, y cuanto más desarrollada es, más grande es esta brecha.

El ejemplo más notable de esto es la diferencia entre los estados de desarrollo del hombre y del animal. Un ternero se para en sus patas minutos después de haber nacido, y sabe cuidarse de cualquier mal. En cambio, un ser humano recién nacido es indefenso, y depende por completo de sus padres. Pasarán muchos años hasta que aprenda a activar su cuerpo de forma correcta y familiarizarse con el entorno en que se encuentra. Si aterrizara en nuestro mundo un ser de otro planeta, seguramente diría, que el ternero fue destinado a algo grande, y en cambio el bebé no tiene futuro. Concluyendo: la providencia del Creador sobre la Creación, está dirigida hacia un propósito, y el buen propósito del desarrollo es revelado solo al final del proceso, en la concertación de la meta del desarrollo. La providencia, con un propósito dirigido, no tiene en cuenta en absoluto los estados intermedios del desarrollo, que tienden justamente a confundirnos y ocultarnos el buen propósito.

Baal HaSulam escribe sobre esto en el artículo “La esencia de la religión y su propósito”: “Y sobre esto nosotros decimos: –No hay nadie más sabio que el experimentado-, porque solo aquel que tiene experiencia tiene la oportunidad de observar la Creación en todas sus formas de desarrollo hasta llegar a su integridad. En este caso, esta persona puede guardar la calma, y no alarmarse por esas imágenes corruptas a la que la criatura se aferra durante sus fases de desarrollo, sólo creer en su hermosa maduración final y su pureza.”

De todo lo dicho hasta aquí podemos contestar al menos parcialmente a la pregunta con la cual iniciamos esta lección: si el Creador es la bondad absoluta, ¿por qué sentimos Su providencia como mala? El Creador es la bondad absoluta, pero puesto a que Su providencia tiene un propósito determinado, Su bondad, se revela solo al final del proceso de desarrollo, con la implementación de la meta.

Lo Bueno de lo Malo

La providencia general que desarrolla a la humanidad tiene un plan permanente, que de acuerdo a él, empuja a la humanidad a pasar de un estado a otro. Todo estado se desarrolla por medio de dos fuerzas. La primera, es una fuerza constructiva – fuerza que cambia un estado malo y lo transforma en otro mejor. La segunda, es una fuerza destructiva – fuerza que transforma toda situación en una peor, hasta que obliga a la humanidad a salir del estado malo y construir un estado nuevo, mejor.

La humanidad se encuentra bajo la influencia de estas dos fuerzas, y bajo esta influencia, va cambiando, se va desarrollando, pasa de un estado a otro, construye un estado bueno sobre las ruinas del estado malo y así sucesivamente. Un ejemplo de esto, es el desarrollo del Feudalismo en Europa. El Imperio Romano, que trajo una gran prosperidad económica al mundo, empezó a desmoronarse en los Siglos VI y VII. Como resultado, aumentaron las guerras, la situación económica desmejoró, y el ciudadano común estaba desvalido de seguridad personal. Como respuesta, se desarrolló un sistema social que de acuerdo a él, los campesinos recibían protección y tierras de cultivo, y a cambio, pagaban impuestos y se comprometían a ser fieles a sus patrones.

Al principio, este sistema era bueno para todos, pero lentamente, los nobles comenzaron a esclavizar a los campesinos cada vez más, la situación de estos empeoró y quedaron bajo el dominio de la nobleza. Comienza la lucha de clases, que llega a un final muy violento, el cual conocemos como la Revolución Francesa. La época del Feudalismo termina, y sobre sus ruinas comienza a construirse la Era de la Democracia.

Este patrón de desarrollo de contraste (“desarrollo dialéctico”) es fijo, y en definitiva, el deseo humano responde a dos tipos de estímulos básicos: éste está dispuesto a esforzarse por una ganancia futura o para escaparse de problemas. La fuerza que hace que el deseo de recibir persiga un beneficio futuro se llama, en la sabiduría de la Cabalá, “fuerza de atracción”, porque es como si arrastrara al deseo a esforzarse para salir del estado presente, y pasar a un estado nuevo, mejor. La fuerza que hace que la persona escape de los problemas, se llama “fuerza de empuje”, porque empuja al deseo de recibir, en contra de su voluntad, para salir del estado presente, también hacia un estado mejor.

Las dos fuerzas obligan al hombre a salir de un estado y pasar a otro, y así desarrollarse. La fuerza de atracción, hace esto de manera que el individuo la siente como buena y agradable, y en cambio, la fuerza de empuje, es percibida como mala y desagradable. Pero si observamos el proceso desde el punto de vista de la meta final, veremos que las dos fuerzas son necesarias y actúan por una buena causa; las dos obran para revelar el estado perfecto, el estado final, el propósito de la evolución, porque ambas llevan al hombre a su encuentro. Para entenderlo mejor, imaginemos el desarrollo de toda la Creación como un eje horizontal, donde el extremo derecho representa el principio del desarrollo y el extremo izquierdo – el final del mismo y la revelación del estado bueno (Ver Gráfico N° 7). Dividiremos todo el eje en X fases del desarrollo que la Creación debe atravesar hasta que llega a la perfección del estado final. El paso entre una etapa de desarrollo y otra (y como resultado, el acercamiento al estado bueno, perfecto, al estado final) es posible solamente por medio de la revelación del mal en el estado presente. Si no descubrimos lo malo en nuestra situación actual, o en otras palabras, mientras nos sintamos bien con el estado presente, no veremos la razón para dejarlo y querer pasar a otro nivel de desarrollo más avanzado. Resulta, que justamente el descubrimiento del mal, es lo que impulsa el desarrollo hacia adelante, hacia lo bueno.

 

En el articulo “Crítica al marxismo”(Publicado en el periódico «HaUmá»), describe Baal HaSulam el mismo proceso en relación al desarrollo de las teorías políticas. Y así escribe:

“Cada movimiento y cada estado que recibió la humanidad en el liderazgo político, no es más que una negación del estado anterior. Y cada estado político, dura hasta que de su interior se revelen las carencias y la maldad que existe en él. Y mientras se van manifestando los defectos que hay en él, se encuentra dando paso a un nuevo estado, libre de estas imperfecciones. Y resulta, que estas deficiencias que se revelan en situaciones y lo destruyen, es toda la fuerza de desarrollo de la humanidad, porque elevan a la misma a un estado más corregido que el anterior.

Y la revelación de los errores en el segundo estado, lleva a la humanidad a un tercero, mejor que el anterior, y siempre así, uno tras otro. Y estas fuerzas negativas que se van revelando en cada etapa, son la causa de la evolución de la humanidad, que a través de ellas se eleva como trepándose por los peldaños de una escalera. Y están seguros de su rol, llevar a la humanidad hasta la última etapa de la evolución – esa es la situación esperada, libre de cualquier desgracia y de cualquier defecto.”

La comprensión que el reconocimiento del mal nos promueve hacia lo bueno, nos acerca otro paso más hacia la resolución del conflicto entre el mal que se revela en la Creación y el bien absoluto que la dirige. En la primer parte de la lección estudiamos que el Creador, Bueno y Benefactor, controla la Creación con una providencia dirigida hacia una meta, y por lo tanto, Su beneficio se revela solo cuando se llega al objetivo, al final del desarrollo, pero como ya sabemos, en esa parte de la lección entendimos que las diferentes etapas de desarrollo no son esencialmente malas, sino que todas nos acercan al buen propósito final. Y por esa razón, ellas también son esencialmente buenas.

Ponte a prueba:

  • ¿Cómo se produce la transición de un determinado estado de desarrollo al siguiente estado ?

El Camino de la Torá y el Camino de los Sufrimientos

Después de conocer el mecanismo que impulsa el desarrollo de la Creación y de cada uno de nosotros como parte integrante de ella, podremos comprender también, la manera de participar en el desarrollo de modo que nos resulte placentero y satisfactorio. A este tema dedicaremos la próxima parte de la lección.

Cuando una persona empieza sus estudios universitarios, recibe el plan de estudios, el cual debe completar; uno sabe exactamente qué cursos y cuántos años deberá estudiar, y puede pensar cuánto le costará estudiar, sabe que invertirá esfuerzos y dinero a cambio de un diploma, que le permitirá ganar más dinero en el futuro y le concederá una posición más honorable.

En el ámbito académico, el individuo se desarrolla conscientemente, sabe cuáles son los beneficios y cuánto deberá invertir, y así, decide si está dispuesto a invertir o no. La carrera puede ser difícil y desafiante, pero el individuo puede superarlo, porque ve frente a sus ojos el objetivo, y sabe que sus esfuerzos son por tiempo limitado. Este tipo de desarrollo se llama desarrollo consciente. Cuando un bebé aprende a gatear, sus padres lo dejan en el piso, desparraman juguetes a su alrededor y esperan que comience a mover sus manos y piernas. El niño, es totalmente inconsciente de que se encuentra en pleno desarrollo. Puede llegar a llorar, puede negarse a gatear, pero sus padres continuarán dejándolo en el piso, hasta que aprenda a gatear.

A veces, este proceso puede llegar a ser muy frustrante para el bebé, pero finalmente, no tendrá otra alternativa y se desarrollará, sin saber en absoluto que ha pasado algún tipo de etapa en su vida. Este tipo de desarrollo se llama desarrollo inconsciente.

La diferencia entre las dos formas de desarrollo es significativa. En el desarrollo consciente, el individuo sabe hacia dónde se dirige, lo hace por propia voluntad, y experimenta las dificultades que surgen en el camino como desafíos que debe superar. En el desarrollo inconsciente, la persona, no comprende qué es lo que debe hacer, detesta las dificultades que se le presentan, y puede sentir también dolor y frustración. El desarrollo inconsciente, puede llegar a ser a veces muy prolongado si el que se está desarrollando se niega a cumplir su parte.

Hasta ahora, la humanidad fue evolucionando de forma inconsciente. Durante decenas de miles de años pasamos de un nivel de desarrollo a otro, sin saber hacia dónde nos conduce este y cuál es su objetivo. Las dificultades que se fueron revelando en el camino, nos causaron dolor, sufrimiento y una gran frustración.

A partir de ahora, que el punto en el corazón se despierta en más y más personas, se abre ante nosotros la posibilidad de desarrollarnos conscientemente, ahorrarnos un tiempo valioso y problemas. El desarrollo consciente, transforma los sufrimientos que sentimos bajo la presión evolutiva, en dulces tormentos de amor – y esa es toda la sabiduría, conocer por nosotros mismos el mecanismo que impulsa el proceso de desarrollo y evolucionar de forma consciente, sin sufrimientos innecesarios.

Sobre el mecanismo que activa el proceso de desarrollo, estudiamos ampliamente en la lección anterior. Aprendimos, que lo malo que se revela en un nivel determinado de desarrollo, es lo que nos impulsa a pasar al próximo nivel evolutivo. Este es un punto muy importante, porque toda la diferencia entre el desarrollo consciente e inconsciente, se resume en la manera de reconocer el mal.

En el desarrollo inconsciente, no vemos el proceso de desarrollo, el mal se revela en la práctica, “en carne propia”, y nos obliga, inconscientemente, a pasar al próximo nivel de desarrollo. En cambio, en el desarrollo consciente, reconocemos el mal de antemano, en el pensamiento, antes de que se implemente, y nos basta con reconocer el mal para pasar al próximo nivel evolutivo. En el desarrollo consciente, no tenemos que sentir el mal, necesariamente.

Tenemos dos opciones: a) esperar que llegue el mal (y llegará necesariamente) y nos empuje al próximo nivel de desarrollo. b) conocer el mal de antemano, estar conscientes de él, antes que se haya revelado en la práctica y desarrollarse conscientemente.

Resulta que el desarrollo consciente tiene dos ventajas importantes: es más rápido y está exento de dolor y sufrimiento. Si deseamos acelerar nuestro proceso de desarrollo, debemos apresurar el reconocimiento del mal en cada uno de sus estados. En lugar de esperar que el mal se revele, nosotros lo localizamos de antemano y aceleramos nuestro desarrollo. Y aparte, si esclarecemos el mal con el pensamiento, antes de que se implemente, no solo aceleraremos el proceso, sino que nos ahorraremos el sentimiento de dolor en la práctica con los sufrimientos en este mundo.

Esto es comparable a un enfermo cuya enfermedad aún no ha sido descubierta, pero ya está anidando en su cuerpo y espera manifestarse. Un buen médico puede localizar la enfermedad de antemano, medicarlo correctamente y evitarle todo el dolor al que estaría condenado si no se trata a tiempo.

Sobre la diferencia que existe entre el camino de la Torá y el camino de los sufrimientos, escribe Baal HaSulam   en el artículo “La paz en el  mundo”:

“Hay dos gobiernos que actúan durante dicho desarrollo: Uno es el ‘Gobierno de los cielos’, que se compromete a tornar todo lo malo y dañino – en bueno y productivo. Solo que esto ocurrirá ‘a su debido tiempo’, en forma lenta y dolorosa. Y cuando el ‘objeto en desarrollo’ es un ser vivo y sensible, sufre terribles dolores y tormentos mientras se encuentra bajo la prensa del desarrollo, una prensa, que lo presiona con gran crueldad. En cambio, el ‘Gobierno de la tierra’, representa a las personas que tomaron dichas leyes de desarrollo bajo su control, y tienen el poder de liberarse completamente de las ataduras del tiempo, y están muy apresurados por conseguir el final, es decir, terminar la maduración y corrección del objeto, que sería el final de su propio desarrollo.”

Cuando se despierta en el hombre el punto en el corazón, como consecuencia se siente atraído hacia un lugar donde pueda estudiar la sabiduría de la Cabalá. Las preguntas que le van surgiendo sobre el sentido de su existencia, ya no le permiten seguir siendo dirigido inconscientemente por los caminos de la vida. La lectura de los libros de los cabalistas y la atracción de la Luz que reforma, lo ayudan a esclarecer cuál es el propósito de su vida y qué es el “mal” que le impide alcanzar ese propósito (sobre el reconocimiento del mal ampliaremos en la próxima unidad). Y así, dentro del reconocimiento del mal que se revela en cada etapa necesaria del desarrollo, va pasando rápidamente y felizmente al próximo nivel evolutivo, camino a descubrir el buen propósito al final del desarrollo.

El desarrollo consciente se llama en la sabiduría de la Cabalá “el camino de la Torá”, y el desarrollo inconsciente, se denomina “el camino de los sufrimientos”. Este camino, como indica su nombre, lo pasamos prolongadamente y con grandes sufrimientos. El “camino de la Torá”, el camino del desarrollo consciente mediante el estudio de la sabiduría de la Cabalá, acelera el proceso de desarrollo y transforma los sufrimientos en dulces “tormentos de amor”, que aumentan el anhelo por el bien prometido al final del camino. Este es el beneficio primordial del estudio de la sabiduría de la Cabalá – la transición del camino de sufrimientos al camino de la Torá.

De una u otra manera, el plan de nuestro desarrollo es sabido de antemano, como así también todas las etapas del desarrollo. No podemos saltear ninguna de ellas, todas son necesarias para conducirnos al final de la corrección, a la sensación de lo bueno y benefactor. Todo lo que podemos hacer es aceptar el proceso y acelerarlo.

 

Ponte a prueba:
  • ¿Cuál es la diferencia entre el camino de sufrimientos y el camino de la Torá?

Resumen de la Unidad

Puntos Principales

  • La Providencia del Creador sobre la Creación tiene un propósito determinado, y el buen propósito de la evolución es revelado solo al final del proceso, con la implementación de la meta del Este tipo de providencia no toma en cuenta en absoluto los estados del desarrollo, que tienden justamente a confundirnos y ocultarnos el buen propósito final.
  • Los diferentes estados de desarrollo no son malos en su esencia, todos nos acercan al buen propósito final, y por lo tanto, también son esencialmente
  • Hay dos formas de desarrollarse: desarrollo consciente (camino de la Torá) y desarrollo inconsciente (camino de sufrimientos). El desarrollo consciente tiene dos ventajas importantes: es más rápido y está libre de dolor y sufrimientos. Si deseamos acelerar nuestro proceso de desarrollo, debemos apresurar el reconocimiento del mal en cada uno de los estados En lugar de esperar que se revele el mal, nosotros lo detectamos de antemano y aceleramos nuestro desarrollo. Además, si esclarecemos el mal con el pensamiento, antes de su aparición en la práctica, no solo estaremos acelerando el proceso, sino que nos ahorra- remos el sentimiento de dolor como lo sentimos en este mundo.

Términos

Providencia: La fuerza de desarrollo. El plan de acuerdo al cual el Creador dirige la Creación.

Fuerza de atracción: Fuerza que provoca que el deseo de recibir persiga el beneficio futuro.

Fuerza de empuje: Fuerza que incita al deseo de recibir a escapar de las dificultades.

Camino de los sufrimientos: Avance inconsciente en las fases de desarrollo. Camino largo y doloroso.

Camino de la Torá: Avance consciente en las fases de desarrollo hasta alcan- zar la Meta de la Creación. Camino corto y ligero.

fantasía y realidad

Realización

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