La última generación

La Solución

A través de tiempo y a través del mundo, los sabios han fallado en llegar a una solución que fuera aceptada por todos. Ofrezco una solución genuina que es tanto aceptable como reúne a todas estas.

La Nueva Sociedad

La aceptación de la religión del «Ama a tu prójimo como a ti mismo», tan simple como eso, (el significado de la religión es «ama a tu prójimo como a ti mismo»!).

Una distribución justa de los beneficios, de modo que cada uno trabaje según sus habilidades y reciba según sus necesidades. La propiedad privada existe, pero su dueño no debe beneficiarse de ella más de lo que realmente necesita. Los dueños de la propiedad estarán bajo supervisión pública, o a cargo de un fideicomiso, o con control contable. Los desocupados recibirán para sus necesidades lo mismo que los empleados. Quién viva en comunas recibirá igual que todos los trabajadores. Los beneficios serán utilizados para la construcción de edificios públicos.

El cambio de forma

La voluntad de recibir que está impresa en cada criatura tiene una forma diferente a la del Creador. Por lo tanto, el alma partió de Él, porque un cambio de forma en lo espiritual es como un hacha que corta en dos la materia. Así resulta claro que lo que el Creador desea de nosotros es equivalencia de la forma, a través de la cual retornamos y nos adherimos a Él como antes de ser creados. Es así como dice el versículo: «Para unirte a Sus atributos; como El es misericordioso, tú debes ser misericordioso». Esto significa que cambiamos nuestros atributos, que son el deseo de recibir, y aceptamos los atributos del Creador, que consisten puramente en el otorgamiento, de modo tal que todo lo que hacemos sea para darle a nuestro prójimo y beneficiarlo al máximo de nuestra capacidad.

A través de esto llegamos al propósito de adherirnos a Él, es decir, la equivalencia de forma. Y las cosas que el hombre debe hacer para sí, lo mínimo necesario para él y su familia, no se consideran un cambio de forma porque «la necesidad no es premiada ni condenada». Y eso será descubierto en los tiempos del Mesías. Cuando esa lección sea aprendida lograremos completar la redención.

Dos caminos para descubrir la perfección

El camino de la Torá o el camino del dolor. Esta técnica provocará una destrucción total del mundo en una tercera guerra mundial. Los sobrevivientes decidirán no trabajar para sí mismos más que lo realmente necesario y dedicaran el resto de sus acciones para el bien de los otros. Y si todas las naciones del mundo consienten que ningún hombre debe cuidarse a sí mismo, sino sólo cuidar a los otros, la guerra dejará de existir.

La Torá del Mesías

La Torá (también el método) de la equivalencia de forma. El Mesías le enseñará a cada uno a adorar a D’s a través de la equivalencia de forma, es decir que él probará que si la gente sigue su camino estarán mejor. Sin embargo, si no toman sobre sí mismos el trabajo de D’s, serán conducidos a un camino de terrible dolor y serán destruidos por la guerra. Entonces las naciones del mundo buscarán consejo sobre cómo evitar las guerras, y vendrán al Mesías, a Jerusalén, y él les enseñará esta Torá.

La Formación Religiosa

La formación religiosa de todas las naciones debe primero y principalmente obligar a sus miembros a otorgarle a su prójimo el concepto de que la vida de otra persona está antes que la propia, una formación de «Ama a tu prójimo como a ti mismo», significando que uno no se beneficiará de la sociedad más que los desfavorecidos. Esta es una religión extensiva a todas las naciones que funcionen en el marco de la nueva sociedad. Pero de lo contrario, cada nación puede ejercer su propia religión y tradiciones, y una no debe interferir con la otra.

Las leyes que son iguales para toda religión (otorgamiento) son:

  • Uno trabajará para otros con lo mejor de su capacidad, y más allá si fuera necesario, hasta que no haya hambre en el mundo.
  • Aunque uno sea muy trabajador, no se beneficiará de la sociedad más que los desfavorecidos, de modo que el estándar la vida sea igual para todos.
  • Aunque haya una religión, deben otorgarse honores que sean compatibles con la religión, aquel que otorga más a la sociedad recibirá una condecoración más alta.
  • Las leyes de la sociedad castigarán a toda persona que se abstenga de realizar su máximo esfuerzo.
  • Todos y cada uno deben esforzarse, según esta religión, en mejorar constantemente el estándar la vida del mundo, para que todos los que llegan a él reciban placer en sus vidas y gocen de ella más y más.
  • No todos deben profundizar en la espiritualidad, solamente algunos elegidos según las necesidades cambiantes. Habrá un así llamado Tribunal Supremo y todo el que desee participar de la vida espiritual, necesitara primero tener permitido hacerlo por ese Tribunal.
  • Cada individuo o grupo que se incorpora al nuevo marco debe realizar un juramento de lealtad para observar todo esto porque Dios lo ha ordenado, o comprometerse por lo menos a enseñar a sus niños que Dios así lo ha ordenado. Los que se resuelvan por la ideología deben ser aceptados a condición. Si viven según ella pueden ser aceptados completamente. Sin embargo, deben prometer no transmitirle a sus hijos su camino de herejía, sino confiar su educación en manos del estado. Y si no desean ni lo uno ni lo otro no deben ser aceptados porque ellos corromperán a sus amigos y la pérdida excederá el beneficio.
  • Primero debe haber una pequeña organización cuyos miembros estén dispuestos a trabajar según su capacidad y a recibir según sus necesidades por razones religiosas. Trabajarán diligente como si fueran trabajadores contratados, si fuera necesario más de ocho horas diarias. En esta organización, habrá una administración completa como la del estado, de modo que la administración de esa pequeña sociedad baste como ejemplo para todas las naciones del mundo. Esa organización será como un punto central que se ampliara a las naciones y países a través del mundo, y todos los que entren a ese marco aceptarán el liderazgo y el programa de administración de la organización inicial, de modo que el mundo entero esté unido para enfrentar las consecuencias de la pérdida o disfruten del beneficio.
  • Todas las contradicciones entre los miembros de la sociedad serán resueltas entre las partes relevantes, y cualquier persona que explote la debilidad o la severidad del prójimo será excluido de la sociedad. Si hay algunas excepciones en la sociedad, el público debe ser notificado de ellas hasta que sean reformadas. Si los esfuerzos por reformarlas fallan, la sociedad los trataran como a parias, para que no puedan corromper a otros en la sociedad.
  • Ningún hombre demandará sus necesidades a la sociedad. Personas designadas especialmente investigarán las necesidades de cada persona y se ocuparán de su satisfacción, para que cada uno esté absorbido únicamente en otorgar y nunca necesite contemplar sus propias necesidades.
  • La libertad del individuo se debe mantener mientras no sea perjudicial para la sociedad. Cualquier persona que desee irse y unirse a otra sociedad no debe ser retenida de ninguna manera, incluso si su ida perjudicara a la sociedad.

Publicidad

Hay tres fundamentos para la circulación de la religión:

  1. La satisfacción de deseos: en cada hombre hay una chispa desconocida que demanda unirse a D’s. Y cuando ésta llega a la vida y despierta las necesidad de conocer a D’s, o de negar a D’s (que es la misma cosa), y si hay alguien que pueda satisfacer esa necesidad, él aceptará cualquier cosa. Además esta el asunto de la vida después de la muerte y la recompensa en el mundo por venir. También está la cuestión del orgullo del individuo y del orgullo de la nación.
  2. Prueba, que el mundo existe solo por Él, especialmente en los días de la era atómica.
  3. Publicidad: personas contratadas para diseminar estas palabras entre el público.

No hay golpe más duro al régimen capitalista que esta nueva formación de la sociedad. No debemos contar con que todos los regímenes capitalistas desaparezcan por sí mismos. Publicidad: si uno tiene en mente que todos los males sólo son enmendables en la nueva sociedad, no le será difícil dedicarse a ella por completo.

Los judíos deben presentar ante los gentiles una novedad en la sabiduría de la religión, en justicia y en paz. En esto , la mayoría de los gentiles son nuestros discípulos y esta sabiduría está atribuida solamente a nosotros, y esto es lo que ellos esperan del retorno a la Tierra de Israel. Israel es pobre, sus habitantes están condenados a sufrir y a emigrar del país. La única cura para eso es la nueva sociedad, ya que no sólo une a todas las naciones como una, en ayudarse unas a otras, sino que le da fuerza y resistencia a cada una de ellas. Y lo más importante: la nueva sociedad otorga fuerza para trabajar de manera tal, que la productividad del trabajo compensará la pobreza.

Si se acepta esa religión, la construcción de Templo es posible.

La base de toda esta explicación es el descubrimiento de la creación tanto espiritual como material, que no es no más que el deseo de recibir, considerado como existencia de la ausencia, pero lo que esa sustancia recibe es existencia que se extiende de la existencia. Así podemos ver vívidamente lo que D’s demanda de nosotros: equivalencia de forma. Por naturaleza nuestro cuerpo tiene solo la voluntad de recibir y ninguna voluntad de otorgar, que es lo opuesto al Creador, que es todo otorgamiento y ninguna recepción. Esa diferencia de forma causa la separación del Creador. Por lo tanto estamos obligados a darle satisfacción a nuestro Creador a través de actos de Torá y de Mitzvot, y otorgar a otros, para poder recibir esa forma de otorgamiento y así adherirnos nuevamente al Creador, como antes de la Creación.

El líder de la generación

La gente cree naturalmente en un líder que no tiene ningún interés privado y ningún compromiso para sí mismo, que se dedica y abandona su privacidad en beneficio de la gente, porque en verdad así es como debe ser. Y si el líder perjudica a otra persona debido a algún interés privado, es un mentiroso y un traidor y tan pronto como la gente lo descubra, lo pisoteará. Hay dos clases de intereses privados: físico y mental. No hay un líder en el mundo que no la falle a la gente por intereses mentales. Por ejemplo, si uno es misericordioso, y debido a esto no libra a la sociedad de delincuentes y no los previene sobre ellos, o si tiene miedo de la venganza, quizás incluso de la venganza del Creador, y debido a eso se abstiene de realizar las correcciones necesarias. Siendo así, debido a su interés privado, él demuele al interés público. Aunque se libre de intereses materiales, sin embargo no deseará librarse de intereses idealistas o religiosos, aunque solo se trate de sus ideas sin ninguna relación con la gente, porque solo perciben la palabra «beneficio», para ellos no tienen nada, incluso el más idealista puede estar parado en el camino del beneficio.

Buenas acciones y Mitzvot: (acciones que provocan la adhesión)

La mente no puede percibir algo que los sentidos no hayan captado antes. Una persona no desea algo porque sea bueno, sino que es bueno porque lo desea. Los sentidos no detectan algo primero no es dado. Siendo así, la acción dirige a los sentidos, los cuales conducen al entendimiento. Por ejemplo: los sentidos no pueden obtener placer de otorgar antes de que hayan otorgado realmente, y es imposible comprender la gran importancia de otorgar hasta que sus sentidos lo hayan probado. Por la misma razón, es imposible sentir el placer en la adhesión hasta que sean realizadas muchas buenas acciones que conducen a ello, porque son realizadas para complacerlo a Él, esto es obtener placer en la satisfacción que él obtiene a través de la realización de las buenas acciones. Una vez que ha sido sentido el placer obtenido por las buenas acciones, es posible comprenderlo a Él, hasta el punto de recibir placer.

Hay dos objetivos para la religión:

A. No por el Nombre de Ella, pragmatismo. Cuando él obtiene lo que desea está satisfecho.

B. Religioso, una necesidad mental de adherirse a Él, que es llamada Por el Nombre de Ella.

Por la acción se puede llegar desde No por el Nombre de Ella a Por el Nombre de Ella.

El objetivo y el propósito de la vida.

Lograr adhesión con el Creador para complacerlo a Él solamente, o purificar a los otros de modo que puedan lograr adhesión con el Creador.

Dos servidumbres en el mundo.

Servir al Creador o a sus criaturas, una de ellas es un deber. No hay sabor de total libertad salvo para aquellos que sirven al Señor solamente y a ninguna otra criatura en el mundo.

Contacto, tocarlo a Él.

No hay nada mas natural que lograr contacto con el Creador, como dice el versículo «Toda la Tierra esta completamente llena de su Gloria», pero uno no lo sabe y no lo siente. Y el devoto que es dotado con el contacto con Él, no gana más que conocimiento. De este modo se hace más natural, simple y pobre, hasta que uno pueda decir que antes de ser dotado, él, y las masas también, estaban fuera de la naturaleza simple, y que ahora él es igual y simple y comprende a todas las personas y está mucho más involucrado con ellas y nadie está más cerca y mas natural que las masas a él y uno debe amarlo a él solamente, ya que no tienen nada más cerca y más fraternal que él.

Autor: Rabí Yehuda Ashlag.

Shamati 191. El tiempo de descenso

Lo escuché el 14 de Siván, junio de 1938

Es difícil describir el estado de descenso, el momento en que se pierden todas las labores y esfuerzos realizados desde el comienzo del trabajo hasta el tiempo mismo del descenso. A quien jamás ha probado el gusto y el sabor del servicio a Dios, esto le parece algo ajeno, ya que esto le sucede a aquéllos que se encuentran en grados elevados. Pero las personas comunes y corrientes no tienen conexión alguna con el servicio a Dios, sino sólo con las ansias del deseo de recibir, que está presente en el flujo del mundo, bañando al mundo entero con este deseo.

Sin embargo, debemos comprender por qué han llegado a tal estado. Después de todo, con o sin el consentimiento de uno, no existe cambio alguno por parte del Creador del Cielo o de la tierra. Él solamente se comporta como el Bien que hace el bien. De este modo, ¿cuál ha de ser el resultado de tal situación?

Debemos decir que viene a anunciar Su grandeza. Uno no necesita actuar como si no la valorara. Por el contrario, debe comportarse de acuerdo al temor que corresponde a Su majestad, para conocer el mérito y la distancia existente entre él y el Creador. Es difícil comprender esto con una mente externa, o tener cualquier noción posible de la conexión entre el Creador y la creación. Y en ese momento de descenso, siente que es imposible percibir algún tipo de conexión o pertenencia al Creador de acuerdo con la adhesión. Esto se debe a que siente que la servidumbre es algo extraño para el mundo entero.

En verdad, esto es ciertamente así; pero allí donde encuentras Su grandeza, encuentras Su humildad. Eso significa que el hecho de que el Creador le haya entregado este presente a la creación para permitirle conectarse y adherirse a Él, es algo que se encuentra más allá de la naturaleza.

Por lo tanto, cuando uno vuelve a conectarse, debe recordar siempre su tiempo de descenso, para así conocer y apreciar el valor del momento de la adhesión, y de este modo saber que ahora posee la salvación por encima del modo natural.

Shamati 172. Lo relativo a las prevenciones y los retrasos

Lo escuché el 7 de Pésaj, Tel Aviv, 20 de abril de 1949

Todas las prevenciones y retrasos que aparecen ante nuestros ojos, no son más que una forma de acercarnos al Creador, pues Él desea acercarnos. Y todas estas prevenciones solo nos traen más acercamiento, ya que sin ellas no tendríamos posibilidad de aproximarnos a Él. Esto se debe a que, por parte de la naturaleza, no existe nada más distante de Él que nosotros mismos, puesto que estamos hechos puramente de materia, mientras que el Creador es el Altísimo que está por encima de todo. Y solamente cuando uno comienza a acercarse, empieza a sentir la distancia que existe entre ambos. Y cada prevención que uno logra superar, le acerca más el camino, puesto a que uno se habitúa a caminar por la línea del alejamiento,  y aunque uno a veces perciba su distanciamiento, esto no produce cambio alguno en el proceso, pues sabe de antemano que está caminando por una línea que lo aleja. La razón de esto es que no existen suficientes palabras para describir la distancia que existe entre nosotros y el Creador. Por ende, aunque uno a veces llegue a percibir esa distancia en mayor grado de lo que pensaba, aún así esto no le mueve ni un pelo.

190. Todo acto deja una impresión

Lo escuché el 1 de Pésaj durante una comida; 15 de abril de 1949

Preguntó si la redención de nuestra tierra de manos de los opresores, nos está afectando, que hemos recibido el privilegio de ser liberados de la opresión de las naciones, y nos hemos vuelto como todas las naciones, donde uno no se encuentra esclavizado al servicio de otro. Y esta libertad actúa sobre nosotros de forma tal que tenemos cierta percepción del servicio del Creador; y dice que no debemos pensar que esto no nos afecta, es decir, que en esta servidumbre no se note ningún cambio por esta libertad.

Esto sería imposible, ya que el Creador no actúa en vano. Por el contrario, todo lo que Él hace nos afecta, ya sea para bien o para mal, sea luz o sea oscuridad, de lo cual llega a nosotros una fuerza adicional, o que a partir de esta acción podemos llegar a ascender, ya que no siempre hay permiso y fuerza en la espiritualidad, y siempre debemos permanecer bajo esta fuerza.

Por ende, uno no puede decir que la libertad que ha alcanzado no provocó cambio alguno en él. Más aún, si no sentimos ningún cambio para bien, entonces debemos entender que se trata de un cambio para mal, aunque no lo sintamos.

Y lo explicó en referencia a la salida del día festivo, luego de la Havdalá[1]. Es parecido a una comida de Shabat o día festivo, donde los placeres corporales despiertan placeres espirituales de acuerdo con la relación entre raíz y rama que viene a ser una especie de próximo mundo. Y ciertamente, probar del próximo mundo requiere que se lleven a cabo grandes preparaciones durante los seis días de acción. En la medida en que uno se haya preparado, será la sensación que le despierte. Pero sin la preparación adecuada para atraer el sabor espiritual del Shabat, ocurre lo contrario: uno empeora debido a los placeres corporales. Esto se debe a que después de las comidas corporales, sólo le da sueño y nada más, ya que luego de comer viene el sueño. De este modo, el hecho de comer lo hará caer más bajo.

Pero llegar a la espiritualidad a través de placeres corporales requiere grandes esfuerzos, ya que esta fue la voluntad del Rey. Están en contraste, puesto que la espiritualidad está ubicada bajo la línea del otorgamiento y la corporalidad está bajo la recepción; y puesto que ésta fue la voluntad del Rey, la espiritualidad es atraída hacia placeres corporales, ubicados bajo las Mitzvot (preceptos), y que vienen a ser los placeres de Shabat y de día festivo.

También debemos ver que incluso con esta libertad que se nos ha otorgado, debemos dirigirnos a realizar una gran preparación para extraer la libertad espiritual, llamada “la liberación de manos del ángel de la muerte”. Entonces recibiremos el estado de “la Tierra entera está llena de Su gloria”, llamada Mojin de AvI. Esto quiere decir que no veremos tiempo ni lugar algunos en donde no se esté vestido el Creador, y no podremos decir que Él no puede vestirse en tal tiempo o lugar, sino que la Tierra entera está llena de Su gloria.

Pero antes de eso existe una diferencia “entre la Luz y la oscuridad y entre Israel y las Naciones”: el Creador reside en el lugar de la Luz; y no ocurre lo mismo en un lugar de oscuridad.

Además, en Israel existe un lugar destinado para la Luz divina de Israel. No lo hay, en cambio, en las naciones del mundo: el Creador no se viste dentro de ellas. “Y entre el séptimo día y los seis días de acción”. Aun así, cuando recibimos Mojin de AvI, alcanzamos el nivel de “la Tierra entera está llena de Su gloria”. En ese momento no hay diferencia entre los tiempos, y Su Luz reside en todos los sitios y en todos los tiempos.

Y este es el significado del Pésaj, cuando Israel obtuvo el nivel de libertad, o sea, los Mojin de AvI, considerados “la Tierra entera está llena de Su gloria”. Naturalmente, no hay lugar para la tendencia al mal, ya que no está distanciada, a través de sus acciones, del trabajo de Dios. Al contrario, vemos cómo condujo al hombre hacia Su labor, aunque fue solamente de acuerdo a un despertar desde Arriba.

Por eso dijeron que la sagrada Shejiná dijo: “He visto la imagen de una gota de una rosa roja”. Quiere decir que vio que había un sitio que aún necesitaba ser corregido, pues Él no podía iluminar ese lugar. Por esta razón necesitaban contar las siete semanas de la cuenta de Ómer: para corregir esos sitios, para que podamos llegar a ver que “la Tierra entera está llena de Su gloria”.

Es parecido al ejemplo de un rey que tiene una torre llena de lujos y demás placeres, pero no tiene visitas, y por lo cual decide crear a las personas, para que estas puedan ir y recibir Su abundancia.

Pero nosotros no vemos la torre llena de placeres sino lo contrario; vemos que el mundo entero está lleno de sufrimiento. En realidad tenemos “vino real en abundancia”, pero la justificación que damos es que, desde el punto de vista de Maljut, no hay carencia alguna para ese vino, o sea, para los placeres comparados con el vino.

En cambio, la carencia existe sólo en cuanto a los Kelim (vasijas), pues no tenemos las vasijas adecuadas para recibir esta abundancia, ya que es específicamente dentro de los Kelim de otorgamiento que podemos recibirla.

La carencia es solo por parte de los Kelim, y no tenemos Kelim de recepción aptos para recibir la abundancia. Pueden recibir precisamente en los Kelim de otorgamiento, y en la medida de la grandeza de los Kelim, es la medida de grandeza de la abundancia. Por lo tanto, todos los cambios suceden solamente en los Kelim, no en las Luces. Esto es lo que nos indica el texto: “ –Kelim diferentes entre sí – y vino real en abundancia”, tal como estaba contemplado en el Plan de la Creación para beneficiar a Sus creados de acuerdo a Su capacidad.

Acerca de lo explicado sobre “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”

Artículo Nº 7, 1984

 

 

Acerca de lo explicado sobre “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, todos los detalles de estas 612 Mitzvot (preceptos), están incluidos en esta regla. Como dijeron nuestros sabios: “El resto; ve y estúdialo”. Significa que al cumplir las 612 Mitzvot seremos recompensados con la regla “Amarás a tu prójimo”, y luego, con el amor a Dios. Así pues, ¿qué nos brinda el amor por los amigos? Está escrito (Artículo Nº 5, 1984-5) que cuando se reúnen unos amigos, puesto que ninguno de ellos tiene más que una pequeña fuerza de amor al prójimo, es decir, que pueden llevar a cabo el amor al prójimo sólo en forma potencial, cuando lo ponen en práctica, entonces se acuerdan que decidieron renunciar al amor propio en favor del prójimo. Pero en la práctica, uno ve que no es capaz de renunciar a ninguno de los placeres del deseo de recibir, en favor del prójimo, ni siquiera un poco. Pero al reunirse unas personas, que están de acuerdo, en que es necesario alcanzar el amor al prójimo, y cuando se anulan una ante la otra, entonces, cada una se incluye en las demás. Así, va acumulándose una gran fuerza en cada persona, según sea el tamaño del grupo. Y entonces, realmente tienen el poder de poner en práctica el amor al prójimo. Sin embargo, ¿qué nos agrega el cumplimiento detallado de las 612 Mitzvot, sobre las cuales dijimos que estaban para cumplir la regla, si la regla se cumple mediante el amor a los amigos? Y vemos que en la realidad, también existe amor a los amigos entre los seculares. Ellos también se reúnen en toda clase de círculos para obtener el amor a los amigos.

Entonces, ¿cuál es la diferencia entre los religiosos y los seculares? Dice el verso (Salmos 1): “Ni en silla de escarnecedores se ha sentado”. Debemos entender cuál es la prohibición de la “silla de escarnecedores”. ¿Esto se refiere a la difamación o por hablar cosas vanas? Entonces la prohibición no proviene de la “silla de escarnecedores”. ¿Qué nos aporta entonces la prohibición de “silla de escarnecedores”? Significa que cuando se reúnen varias personas con el propósito del amor a los amigos, con la intención de que cada uno ayude a su amigo a  mejorar su estado material, cada uno espera que al participar en más reuniones saque provecho del grupo, y mejore así su estado material. Y después de todas las reuniones, cada uno hace sus cuentas, sobre cuánto ha recibido del grupo a cambio del amor propio; es decir, qué es lo que el deseo de recibir ganó con ello, ya que él está invirtiendo tiempo y esfuerzo en beneficiar al grupo. Y ¿qué ganó con esto? Seguramente, podría haber tenido más éxito si se hubiera dedicado a su beneficio personal, al menos en cuanto a sus propios esfuerzos. Pero dice “Y yo ingresé al grupo porque pensé que a través de este, sería capaz de ganar más de lo que podría ganar sólo. Pero ahora veo que no gané nada”.

Entonces se lamenta, diciendo “hubiera sido mejor para mí usar mi pequeña fuerza, en lugar de haber entregado mi tiempo al grupo. Sin embargo, ahora que invertí todo mi tiempo en el grupo para poder obtener más bienes con su ayuda, finalmente me doy cuenta de que no solo no gané nada del grupo, sino que incluso salí perdiendo lo que podía haber ganado con mis propias fuerzas”. Cuando hay alguien que desea decir, que hay que dedicarse al amor de los amigos con la intención de otorgar, o sea, que todos trabajen para el bien del prójimo, todos se ríen y le ridiculizan. Y les parece como una especie de chiste. Y esta es una reunión de seculares. Y acerca de ello dijeron “Los actos de gracia de los pueblos son pecado, porque todo el bien que hacen lo hacen para sí mismos”. Tal tipo de grupo aleja al individuo de la santidad y arroja al hombre hacia el mundo de escarnio. Y esta es la prohibición de la  “silla de escarnecedores”. Nuestros sabios dijeron sobre tales grupos: “Dispersa a los malvados; mejor para ellos, y mejor para el mundo”. En otras palabras, es mejor que no existan. Sin embargo, con los justos es lo contrario: “Reúne a los justos; mejor para ellos, y mejor para el mundo”. ¿Cuál es el significado de “justos”? Son aquellos que quieren cumplir la regla “ama a tu prójimo como a ti mismo”, ya que toda su intención es la de salir del amor propio y adoptar una naturaleza distinta, la de amar al prójimo. Y aunque es una Mitzvá que hay que cumplir, y el individuo podría obligarse a cumplirla contra su voluntad, sin embargo el amor, es algo que pertenece al corazón, y el corazón, por naturaleza, no está de acuerdo. Entonces, ¿qué puede hacer el individuo para que lo del amor al prójimo le toque el corazón? Para eso nos asignaron el cumplir con las 612 Mitzvot, que contienen el poder que permite llegar a sentirlo en el corazón.

Pero puesto que  esto está en contra de nuestra naturaleza, entonces esa sensación es demasiado leve como para que tenga la capacidad de mantener el amor de los amigos, de facto, aunque tenga la necesidad de ello. Por eso, ahora tiene que buscar consejos que le ayuden a cumplir en la práctica. El consejo para que uno pueda incrementar su fuerza con la regla “Amarás a tu prójimo”, es el amor de los amigos. Si cada uno se incluye y se anula ante su amigo, se vuelven una masa única, en donde todas las partes pequeñas que quieren el amor al prójimo se integran en una fuerza general, incluida de muchas partes. Y cuando tiene gran fuerza, entonces tiene la habilidad de llevar a la práctica el amor al prójimo. Y entonces, puede llegar al amor a Dios. Pero esto es sólo bajo la condición de que cada uno se anule ante el otro. De no ser así, cuando se separa de su amigo, no puede recibir la parte que debiera recibir de su amigo. Así pues, cada uno tiene que decir que uno mismo es un cero (es nada) comparado con su amigo. Y esto se parece a cuando escribimos números. Cuando escribimos la cifra 1 al principio, y luego agregamos el 0, se multiplica por diez, o sea, equivale a 10.

Y cuando escribimos dos ceros, entonces se multiplica por cien, o sea, que equivale a 100. Es decir, que si su amigo es el número uno, y le sigue el cero, entonces el individuo es considerado que recibe diez veces más de su amigo. Y si dice que él equivale a dos ceros ante su amigo, recibe entonces de su amigo cien veces más. Sin embargo, si uno dice que su amigo es cero y él mismo es uno, entonces resulta diez veces menor que su amigo, o sea, 0.1. Y si puede decir que él es uno, y tiene dos amigos que son ceros comparados con él mismo, entonces se considera cien veces menos que ellos, o sea, 0.01. Resulta entonces que su grado disminuye según el número de ceros que tiene de los amigos. Aun cuando ya posee este poder y puede cumplir el amor al prójimo en la práctica, y siente que el beneficio propio es malo para él, aun así, “jamás creas en ti mismo”. Debe tener temor, de caer en el amor propio en mitad de trabajo. En otras palabras, que si le dieran un placer aun más grande de lo que él acostumbraba a recibir –aunque ya tuviera la intención de otorgar en los placeres pequeños, estando dispuesto a renunciarlos, aun así, vive con miedo de los placeres mayores. A esto se le llama “temor”, y esta es la puerta para recibir la Luz de la fe, llamada “La inspiración de la Shejiná (Divinidad)”, como está escrito en El Sulam “La medida de la fe es según la medida del temor”.

Por eso hay que recordar que la cuestión “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, hay que cumplirla porque es una Mitzvá; es decir, porque Dios ordenó dedicarse al amor a los amigos. Y Rabí Akiva sólo interpreta esta Mitzvá que el Creador ordenó, porque tenía la intención de hacer una regla de esta Mitzvá, para que así pudieran cumplirse todas las Mitzvot por orden del Creador, y no para el beneficio propio. Es decir, no es que las Mitzvot deban ampliar nuestro deseo de recibir, es decir, que al cumplir las Mitzvot el individuo sea generosamente recompensado. Por el contrario, al cumplir las Mitzvot llegaremos a la recompensa de poder anular nuestro amor propio y alcanzar el amor al prójimo y, después, el amor a Dios. Ahora podemos entender lo que dijeron nuestros sabios sobre el versículo VeSamtem (y pusieron), de la palabra Sam (poción). “Si se le concedió, es la poción de la vida; si no se le concedió, es la poción de la muerte” (Masejet Yomá, 72, 72). Es decir que “no se le concedió” significa que se dedica a la Torá y las Mitzvot para aumentar su amor propio y que su cuerpo adquiera bienes a cambio de su labor. Si “se le concedió” significa que se anuló su amor propio y su meta es recibir una recompensa que es la fuerza del amor al prójimo, por medio de la cual llegará al amor al Creador y su único anhelo será otorgar placer al Creador.

Sobre la importancia del grupo

Sobre la importancia del grupo

Artículo N° 12, 1984

Se sabe que como el hombre siempre se encuentra entre personas, que no tienen ninguna relación con el trabajo del camino de la verdad, sino por el contrario, esas personas siempre se oponen a los que van  por el camino de la verdad; y como los pensamientos de las personas se entremezclan entre sí, resulta que las ideas de quienes se oponen al camino de la verdad, penetran en aquellos que tienen un cierto anhelo de ir por el camino de la verdad. Por eso no hay otro consejo, excepto que establezcan para ellos un grupo, para que sea su marco social. Es decir, una comunidad separada, que no se mezcle con otras personas, cuyas opiniones difieran de las de este grupo. Y deben despertar constantemente en sí mismos la cuestión del propósito del grupo, para que no sigan a la mayoría, ya que nuestra naturaleza es seguir a la mayoría. Si el grupo se aísla del resto de las personas, es decir, si no tienen ningún tipo de relación con otras personas en lo concerniente a los asuntos espirituales, sino que todo el contacto con ellos es sobre temas materiales, entonces, no se entremezclan con sus puntos de vista, ya que no tienen ningún nexo en lo concerniente a la religión.

Pero cuando una persona se encuentra entre personas religiosas y comienza a hablar y a discutir con ellas, inmediatamente se mezcla con sus puntos de vista. Y de forma inconsciente,  sus puntos de vista penetran en su pensamiento. Hasta tal punto que no será capaz de entender, que no se trata de sus propias ideas, sino que las recibió de las personas con las cuales se había relacionado. Por lo tanto, en lo que respecta al trabajo en el camino de la verdad, la persona debe aislarse del resto de la gente. Esto es porque el camino de la verdad requiere de un esfuerzo constante, debido a que está en contra de la opinión del mundo. El punto de vista del mundo es conocimiento y recepción, mientras que el de la Torá es fe y otorgamiento. Y si uno no le presta atención a esto, olvida de inmediato todo el trabajo del camino de la verdad y cae en un mundo de amor propio. Solamente un grupo en el que se cumple “Cada uno ayudó a su amigo“, cada persona del grupo, recibe la fuerza para luchar contra el punto de vista del mundo.

También hallamos en las palabras del Zóhar (Pinjas, pág. 31, Punto 91, y en El Sulam) que: “Cuando una persona reside en una ciudad habitada por personas malvadas, y no puede cumplir las Mitzvot de la Torá, y no tiene éxito en la Torá; cambia de lugar y sale de allí, para arraigarse en un lugar en el cual habiten personas buenas, que se dediquen a la Torá y las Mitzvot. Porque la Torá se llama ‘Árbol’. Como está escrito: ‘Es el Árbol de la vida para los que se aferran a ella’. Y el hombre es un árbol, como está escrito ‘porque el hombre es el árbol del campo’. Y las Mitzvot (preceptos) de la Torá son como frutos. ¿Y qué dice? ‘Solo cuando sepas, que un árbol no da frutos, destrúyelo y córtalo’. Destrúyelo de este mundo y córtalo del mundo por venir”. Por este motivo, la persona necesita desarraigarse de aquel lugar en el cual hay malvados, porque de lo contrario no podrá prosperar en la Torá y las Mitzvot. Y se plantará a sí mismo en otro lugar, entre los justos, y así tendrá éxito en la Torá y las Mitzvot. Y el hombre, a quien El Zóhar compara con el árbol del campo, sufre como aquel árbol a causa de los malos vecinos. En otras palabras, siempre se deben cortar las malas hierbas que afectan su entorno, y también debe mantenerse alejado de los malos entornos, de aquellas personas que no siguen el camino de la verdad. Necesitamos ser muy cuidadosos para no ser atraídos por ellos. Esto se llama “aislamiento”, o sea, cuando uno tiene pensamientos de “la autoridad única”, llamada “otorgamiento” y no de “la autoridad de las masas”, que es el amor propio. A esto se le llama “dos autoridades” − la autoridad del Creador y la propia autoridad de uno. Ahora podemos entender lo que nuestros sabios dijeron (Sanhedrín, pág. 38): “Rav Yehuda dijo: ‘Rav dijo: Adam HaRishón era hereje’, como está escrito, ‘Y el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: ‘¿Dónde estás? ¿Hacia dónde tiende tu corazón?’”.

En la interpretación de RaShI, ““hereje” se refiere a la tendencia a la idolatría. Y en el comentario “Etz Yosef” (El árbol de Yosef), está escrito: “Cuando se escribe: ‘¿Dónde estás, hacia dónde tiende tu corazón?’’, se refiere a herejía, como está escrito: ‘no vayan tras sus corazones’, esta es la herejía, cuando su corazón se deja llevar hacia el otro lado”. Pero todo esto es bastante confuso: ¿Cómo puede decirse que Adam HaRishón se inclinó hacia la idolatría? O, según el comentario de Etz Yosef, que estaba en “no vayan tras sus corazones”, ¿es esto herejía? Según lo que aprendemos sobre el trabajo de Dios, que todo su asunto es el fin de otorgar, si una persona trabaja con el fin de recibir, este trabajo es ajeno a nosotros, ya que tenemos que trabajar sólo con la intención de otorgar, en tanto que él lo tomó todo con la intención de recibir. Este es el significado de lo que dijo sobre que Adam HaRishón falló en “no vayan tras sus corazones”. Es decir, que no había podido recibir el alimento del Árbol del Conocimiento, con el fin de otorgar, sino que recibió el alimento del Árbol del Conocimiento con el fin de recibir. Y esto se llama “discernimiento del corazón”, lo que significa que el corazón sólo quiere recibir para su propio beneficio. Y este fue el pecado del Árbol del Conocimiento. Para entender este asunto, revisa la Introducción al libro Panim Masbirot. Y con esto comprenderemos el beneficio del grupo –en cuanto a que puede introducir otro aire en el ambiente –, que es, que el trabajo sea sólo con el fin de otorgar.

Carta Nº 40

Día 31 de la cuenta de Ómer, Mánchester

 

 

A mis estudiantes, que vivan,

Recibí un telegrama de […] que hemos ganado. Esperemos que también ganemos la guerra contra la inclinación (al mal) −que también aquí tengamos éxito y logremos la meta de satisfacer al Creador. Ha llegado el momento de comenzar a avanzar hacia nuestra sagrada meta como héroes poderosos y fuertes. Se sabe que el camino pavimentado que lleva a la meta es el amor de los amigos, mediante el cual pasamos al amor al Creador. Y en el asunto del amor, es a través de “Cómprate un amigo”. En otras palabras, a través de las acciones, uno compra el corazón de su amigo. Incluso si ve que el corazón de su amigo es como una roca, eso no es excusa, y si ve que él es adecuado para ser su amigo en el trabajo, entonces debe comprarlo a través de acciones.

Porque cada regalo que le entrega a su amigo (y un regalo se establece como tal si sabe que su amigo lo disfrutará, ya sea en palabras, en pensamiento, o en acción) debe hacerse abiertamente, para que su amigo sepa de ello, ya que mediante los pensamientos, uno no sabe qué es lo que su amigo estaba pensando de él; así pues, también se necesitan las palabras, es decir, decirle que está pensando en él y que se preocupa por él. Y también en eso debe ser lo que su amigo ama, es decir, de lo que le gusta a su amigo. Alguien a quien no le gustan los dulces, sino los pepinillos, no puede convidar pepinillos a su amigo, sino específicamente a dulces, ya que esto es lo que le gusta a su amigo. Y de ahí, debemos entender que algo puede ser trivial para uno, puede ser lo más importante para el otro) es como una bala que hace un hoyo en la roca.Y aunque la primera bala sólo roza la roca, cuando la segunda bala impacta en el mismo lugar, ya le hace una ranura, y la tercera le hace un hueco.

Y a través de las balas que dispara repetidamente, el hueco se convierte en un hoyo en el corazón de piedra de su amigo, donde se acumulan todos los presentes. Y cada regalo se convierte en una chispa de amor hasta que todas las chispas de amor se acumulan en el hoyo del corazón de piedra y se vuelven una llama. La diferencia entre una chispa y una llama es que donde hay amor, hay una revelación hacia el exterior, es decir, una revelación a todo el mundo de que el fuego del amor está ardiendo en él. Y el fuego del amor quema todas las transgresiones que encuentran en el camino. Y si preguntaras: “¿Qué puede hacer uno si siente que tiene un corazón de piedra hacia su amigo?” Perdóname por escribir: “Todos y cada uno sienten que tienen un corazón de piedra”, quiero decir, excepto los amigos que sienten y saben que no ponen objeciones a que su amigo les ame y les dé regalos (no necesariamente en acción sino, al menos, en buenas palabras y atención especial sólo hacia él). Me estoy refiriendo sólo a aquellos que sienten que tienen un corazón muy frío con respecto a amar a sus amigos, o aquellos que tienen un corazón de carne pero la frialdad de sus amigos, también les afectó y sus corazones se han congelado.

El consejo es muy simple: La naturaleza del fuego es que cuando frotas las rocas una contra otra, se enciende un fuego. Esta es una gran regla, ya que “De Lo Lishmá (no en nombre/beneficio de la Torá) uno viene a Lishmá (en nombre/beneficio de la Torá)”. Y esto es así particularmente cuando el acto es Lishmá, es decir, otorgar un obsequio a su amigo, y sólo la intención es Lo Lishmá. Esto es así porque uno le da un obsequio sólo a alguien que conocemos y reconocemos como alguien a quien amamos. De ahí se deduce que la intención del obsequio es como la gratitud por el amor que le da su amigo. Sin embargo, si uno le da un obsequio a un extraño, es decir, que él no siente que su amigo se encuentra cercano a su corazón, entonces no tiene nada por lo que estar agradecido. De esto se deduce que la intención es Lo Lishmá, es decir… la intención que debería haber. Y hay quienes piensan que a esto se le llama “caridad”, ya que siente piedad por su amigo cuando ve que no hay nadie que le esté hablando y ni le saludan, y por eso se lo hace. Para ello existe una plegaria −que el Creador le ayude al hacerle sentir el amor de su amigo y acercar al amigo a su corazón. Así, a través de los actos, también es recompensado con la intención.

 Pero si en el momento de hacerlo, el dador del obsequio tenía el fin de que el regalo que dio a sus amigos fuera sólo como caridad (incluso si está dedicando su tiempo a su amigo, ya que en ocasiones es más importante para una persona que su dinero, como está dicho: “Uno se preocupa por su falta de dinero pero no por su falta de tiempo”. Sin embargo en relación al tiempo, cada uno tiene su propio valor, ya que hay personas que hacen una libra por hora, y hay más y hay menos. Y es lo mismo con la espiritualidad − (cuánta espiritualidad generan en una hora, etc.), entonces él está dando testimonio acerca de sí mismo que no tiene como intención el amor de los amigos, es decir, que a través de la acción, el amor entre ellos se incrementará.

Y sólo cuando ambos tengan la intención de hacer un regalo por el hecho de regalar y no por caridad, entonces a través de frotar los corazones, incluso de los más duros, cada uno extraerá calidez de las paredes de su corazón, y el calor encenderá las chispas de amor, hasta que una vestimenta de amor se forme. Entonces, ambos se cubrirán bajo una misma manta, es decir, un único amor los rodeará y los cubrirá a los dos, como es sabido que la Adhesión une a dos en uno.

Y cuando uno empieza a sentir el amor de su amigo, inmediatamente comienzan a despertar en él alegría y placer, porque la regla es que lo novedoso entretiene. Porque el amor de su amigo por él es algo nuevo para él, porque siempre entendió que él era el único que se preocupaba por su propio bienestar. Pero en el minuto en que descubre que su amigo se preocupa por él, esto evoca dentro de sí una alegría inconmensurable y ya no puede preocuparse por sí mismo, ya que el hombre puede esforzarse sólo cuando siente placer. Y como está comenzando a sentir placer al preocuparse de su amigo, de manera natural no puede pensar en sí mismo. Vemos que en la naturaleza hay “amor hasta el fin del alma”. Y si deseas preguntar: “¿Cómo puede ser que a través del amor, una persona desarrolle un deseo de anular su propia existencia?” Sólo hay una respuesta a eso: “El amor desvía del camino recto”. En otras palabras, es irracional y no se considera correcto.

Sólo entonces, cuando existe tal amor, todos y cada uno caminan en un mundo que es completamente bueno y sienten que el Creador lo ha bendecido. Entonces “lo bendito se adhiere a lo bendito” y es recompensado con Adhesión con Él para siempre.

Y a través del amor, uno está dispuesto a anular su realidad por completo.Se sabe a nivel general, que el hombre se divide en dos partes: realidad y existencia de la realidad. Realidad significa que una persona se siente con una carencia, y como un deseo de recibir placer. La existencia de la realidad es el deleite y el placer que él recibe, mediante lo cual el cuerpo es alimentado y puede subsistir. Caso contrario, se verá obligado a perder su esencia y desaparecer del mundo. Este es el significado de: “Lo que Dios ha creado”, es decir, la realidad, “para hacer”, se refiere a la existencia de la realidad.

La existencia de la realidad se divide en tres partes:

La necesidad, sin la cual la realidad se anulará. En otras palabras, él debe comer al menos una pieza de pan seco y una taza de agua al día, y dormir unas cuantas horas en un banco, con las ropas puestas, y ni siquiera en casa, sino afuera, en la calle o en un campo. Y durante las lluvias, para evitar mojarse o tener frío, debe entrar en alguna cueva para dormir. Sus ropas, también pueden ser harapos, y esto es suficiente para él porque sólo quiere la existencia de la realidad y nada más. Ser ordinario, un burgués importante −tener una casa y muebles, electrodomésticos, ropa respetable, etc.

Él desea ser como los ricos, que tienen muchas casas y sirvientes, muebles bonitos, y toda una parafernalia agradable a la vista. Y aun cuando no puede obtener lo que quiere, sus ojos y su corazón aspiran a ello y su única esperanza es llevar una vida de lujo, se esfuerza y trabaja sólo para lograr el nivel de un adinerado.

Y hay un cuarto discernimiento dentro de los tres discernimientos antes mencionados: Si ya ha hecho lo suficiente para el día, entonces ya no se preocupa por el mañana. Más bien, considera cada día como todos los años de su vida, como sus setenta años. Y como la naturaleza del hombre es preocuparse de sus necesidades durante sus setenta años, pero no del tiempo de después de su fallecimiento, de manera similar, considera cada día como su vida entera y piensa que no vivirá más que eso.

Y si le reanimara al día siguiente, es como si hubiera sido reencarnado y debiera arreglar lo que corrompió en la primera encarnación. Es decir, si pidió dinero prestado a alguien, se ha endeudado. Así que mañana −en la próxima vida− le paga, y esto se considera un mérito. En la próxima vida, primero arregla todas las deudas que le generó a otros o que otros le generaron. Y pasado mañana es considerado como una tercera encarnación, etc.

 Y ahora explicaremos el asunto antes mencionado de que, a través del amor, el hombre está dispuesto a hacer concesiones. Algunas veces, cuando una persona siente amor por el Creador, está dispuesto a renunciar al tercer discernimiento, es decir, a la vida de lujos, ya que quiere dedicar tiempo y energía a dar algunos regalos al Creador, mediante los cuales comprar el amor al Creador (como se mencionó en relación al amor de los amigos). En otras palabras, aun cuando todavía no siente amor por el Creador, este brilla para él como Luz circundante de tal manera que vale la pena adquirir el amor del Creador.

Algunas veces una persona siente que para comprar el amor del Creador, también está dispuesta, si es necesario, a conceder el segundo discernimiento, es decir, la vida de burgués importante, y vivir sólo con lo necesario. Algunas veces uno siente la grandeza del amor del Creador en tal medida que, si es necesario, estaría de acuerdo en renunciar incluso a la primera parte −las necesidades básicas de la vida− incluso si mediante eso, su propia existencia pudiera ser suprimida por no dar al cuerpo el alimento que necesita.

Y, algunas veces, una persona está dispuesta a renunciar a su misma existencia; quiere dar su cuerpo para que a través de ello, el nombre del Creador sea santificado en las masas, si tuviera la oportunidad de llevarlo a cabo. Es como Baal HaSulam dijo: “Uno debe seguir la cualidad de Rabí Akiva que dijo: ‘Mi vida entera, me arrepentí de este verso: ‘Con toda tu alma’, ¿cuándo llegaría yo a observar este precepto?’”

Ahora podemos entender las palabras de nuestros sabios: “’Y deberás amar… con todo tu corazón’, con tus dos inclinaciones. Y ‘Con toda tu alma’ significa incluso si Él toma tu alma. ‘Y con toda tu fuerza’ y con todas tus posesiones’”. Como ya dijimos, el primer grado del amor es la existencia de la realidad, es decir, los alimentos del cuerpo, que son mediante la propiedad y las posesiones, es decir, renunciar a los tres discernimientos antes mencionados en la existencia de la realidad. El segundo grado se llama “Con toda tu alma”, es decir, concediendo la propia existencia. Y podemos cumplir eso a través de la buena inclinación, es decir, mediante la coacción, cuando uno deja al cuerpo entender que hay más deleite y placer en deleitar y dar al Creador que en deleitar y dar a uno mismo.

Sin embargo, sin deleite y placer, uno no puede hacer nada. Cuando uno se aflige, debemos decir que a cambio recibe algún tipo de placer, o que siente o espera sentir placer durante el acto, ya que el sufrimiento purifica, así que más adelante será recompensado con un placer maravilloso a cambio del sufrimiento. En otras palabras, obtendrá el placer ya sea en este mundo u obtendrá placer al creer que recibirá placer en el próximo mundo. Puesto de manera diferente, u obtiene placer en forma de Luz interna o en forma de Luz circundante −del futuro. Sin embargo, uno no debe pensar que uno puede hacer algo sin placer. A su vez (uno debe saber), hay muchos discernimientos en Lishmá, es decir, en otorgamiento: “otorgar con el fin de otorgar” significa recibir placer de dar al Creador. “Otorgar con el fin de recibir” significa que él le da al Creador y mediante eso recibirá algo más, sea lo que sea −este mundo, el próximo mundo, alcances o grados más elevados. Sin embargo, uno debe otorgar con el fin de otorgar, es decir, derivar un placer maravilloso de dar al Creador, como realmente es para aquellos que son recompensados con ello. Uno debe hablar con el Creador desde el fondo de su corazón para que le dé esta sensación de amar al Creador debido a su grandeza.

Y si aun no es recompensado, debe creer y obligar a su cuerpo − que esto es un placer maravilloso y de gran importancia−, y amar al Creador por Su grandeza y sublimidad bendita. Pero uno debe saber algo: sin placer, uno no puede hacer nada de forma completa. Regresemos a lo mencionado anteriormente: “’Con todo tu corazón’, con tus dos inclinaciones”, es decir, que uno debe ser completo en el amor al Creador, o sea que también la inclinación al mal esté de acuerdo en otorgarle a Él.

Seré breve ya que se aproxima el Shabat. Pienso que […] será capaz de obtener respuestas a dos cartas que recibí de él, y que realmente disfruté. Estoy sorprendido de que […] que acostumbraba escribirme cartas, ha pasado ya un tiempo desde que recibí una carta de él. Por favor hazme saber si está bien y con salud. Muchas gracias también a […] por sus cartas, que recibo de él de tanto en tanto, y a […] por el telegrama. Supongo que […] no tiene mi dirección.

Su amigo

Baruj Shalom, hijo de Baal HaSulam, el Rav Ashlag

¿Qué buscar en la reunión de los amigos?

Artículo Nº 30, 1987-88

 

 

Nuestros sabios dijeron (Avot, Capítulo 1, 6): “Hazte de un Rav (maestro), cómprate un amigo, y juzga a toda persona bajo la balanza de mérito (favorablemente)”. Debemos entender el vínculo entre “Juzga a cada persona favorablemente” y “Cómprate un amigo”. Asimismo, en Matán Torá (La entrega de la Torá en el Punto 30) está escrito que la Mitzvá (precepto) “ama a tu prójimo como a ti mismo”, es para lograr el amor al Creador, lo cual es Adhesión con Él. Allí está escrito: “Es razonable pensar que la parte de la Torá que se ocupa de las relaciones del individuo con su amigo es la más indicada para conducir al hombre a la meta deseada.

Esto se debe a que el trabajo con las Mitzvot (preceptos) entre el hombre y el Creador es fijo y específico y no hay quién las exija, y a la vez, uno se acostumbra fácilmente a ello, y se sabe que todo lo que se hace por costumbre no es útil. Pero las Mitzvot entre una persona y otra son cambiantes e irregulares, y las exigencias le rodean por todos lados. Por lo tanto, su efecto es mucho más seguro y su meta es más cercana”. Hasta aquí sus palabras. Significa que el hombre debe llegar a ser recompensado con la equivalencia de forma, esto es, que todos sus pensamientos y deseos sean únicamente en beneficio del Creador y no para su propio beneficio. Esto se origina en la corrección del Tzimtzum (la restricción). Significa que desde la perspectiva del Creador, Él creó los mundos con la intención de querer hacer el bien a Sus creaciones, como explican nuestros sabios, que el Creador dijo a los ángeles a Su servicio, que la creación del mundo es como un rey que tiene sobre abundancia pero no tiene huéspedes.

En otras palabras, Él siente placer cuando el huésped come en Su casa, pero para evitar la vergüenza se hizo la corrección de que ellos deben recibir satisfacción y placer con la intención de deleitar al Creador. Pero el primer grado es otorgar con el propósito de otorgar. Uno debe disfrutar cuando otorga, al igual que el Creador lo hace. Es como nuestros sabios dijeron (El Zóhar, Parte 1; Bereshit, pág. 115): “No había alegría tal ante el Creador desde el día en que el mundo fue creado, como la alegría con la que Él está destinado a regocijarse con los justos en el futuro”.

Vemos que en el día en que el mundo fue creado, hubo gran alegría ante del Creador. En otras palabras, Él sintió una gran alegría al querer otorgar. De esto se deduce que si una persona quiere llevar a cabo actos de otorgamiento pero si no siente alegría, no hay aquí equivalencia de forma. Aun cuando está otorgando y ocupándose en el amor a los demás, el acto debe ser con alegría, la misma como la que el Creador tiene.

De este modo, aquí falta la equivalencia en la alegría. Por lo tanto, hay dos cosas que la persona debe hacer.

1. A pesar de que el cuerpo no desee trabajar bajo el régimen del otorgamiento, se le debe obligar. Pero es una norma que cuando una persona hace algo por la fuerza, no puede ser feliz, pues sería más feliz si no tuviera que realizar esas acciones. De cualquier forma, el hombre debe trabajar bajo coacción. A esto se le llama “ejercer coacción y subyugar al mal dentro de él”. Sin embargo, como hemos dicho anteriormente, la alegría que debe provenir de cada acto de otorgamiento, aquí se encuentra ausente, y uno no se puede forzar a sentirse feliz en una circunstancia en donde existe un acto de coacción. La alegría es el resultado del deleite de la persona y cuando existe el placer, no corresponde la “coacción”. Por lo tanto, ni la alegría ni el placer surgen de la coacción.

2. Decimos que necesitamos alegría para servir al Creador, y a la vez que la alegría es sólo el resultado de algo que la persona disfruta. Por lo tanto, puesto que el hombre sólo puede realizar actos forzados, y a esto se le denomina “una acción”. “Una acción” es algo con lo que la mente no está de acuerdo. Se considera que cuando uno comienza a ejercer coacción sobre sí mismo, llega a un estado de “El que viene a purificarse”. Así que, ¿qué más falta? Sólo algo que despierte su alegría. Debemos interpretar acerca de eso que la alegría se le entrega desde arriba. A esto se le denomina: “Él es asistido”. ¿En qué es asistido? El sagrado Zóhar dice: “Con un alma sagrada”. Cuando la persona es recompensada con eso, entonces está alegre.

La consecuencia es que cuando decimos que uno debe trabajar con alegría significa que, a través de las acciones de uno, se debe evocar el despertar desde arriba, porque sólo mediante la ayuda de arriba se puede llegar al regocijo por estar ocupándose de actos de otorgamiento. De hecho, surge una pregunta aquí. ¿Por qué es necesario llevar a cabo actos de otorgamiento con alegría? La razón es simple: no hay aquí equivalencia de forma, porque cuando el Creador da, Él siente alegría.

Pero cuando el hombre da y no siente alegría, la equivalencia de forma está ausente. Sin embargo, hay un asunto aun más grave que la equivalencia de forma. Cuando una persona se encuentra en un estado de tristeza, cuando ve que su vida no tiene sentido, porque adondequiera que mira, lo ve todo negro –en la corporalidad así como en la espiritualidad− es como una persona que usa gafas oscuras de manera que dondequiera que mira, sólo ve negro. En ese estado, una persona es considerada en herejía con respecto a la supervisión del Creador, dado que ella no puede decir que el Creador dirige Su mundo con benevolencia. En ese estado, es considerada falta de fe.

Entonces, aquí el asunto ya no es la equivalencia de forma, sino la falta de fe, dado que ella se encuentra en un estado de herejía. De esto se deduce que el hombre siempre debe estar en el regocijo y creer por encima de la razón que todo lo que el Creador hace es sólo con benevolencia. Pero también debemos creer, que lo que necesitamos es la fe por encima de la razón. Según nuestra razón, parece que sería mejor si el Creador nos tratara con una supervisión revelada. Pero hemos debatido acerca de ello varias veces, que Baal HaSulam dijo que no debemos afirmar que el Creador no puede dar todo dentro de las vasijas de recepción, llamadas “dentro de la razón”, es decir, que también el cuerpo material entienda que el Creador trata al mundo entero sólo con benevolencia. Así pues, ¿por qué Él elige específicamente los Kelim (vasijas) de “por encima de la razón”? El Creador eligió esos Kelim porque son, de hecho, los mejores. Ya que mediante ellos logramos la perfección verdadera, y entonces el verso: “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón”, se volverá una realidad. Nuestros sabios dijeron: “Con tus dos inclinaciones: la inclinación al bien y la inclinación al mal”.

En ese momento, también el cuerpo siente el deleite y el placer que el Creador da a los creados y entonces no hay necesidad de creer por encima de la razón. De esto se deduce que el principal requerimiento es que el hombre sienta regocijo mientras hace el trabajo de otorgamiento, cuando no ve lo que la recepción para sí mismo – llamada “dentro de la razón” − recibiría por ello, dado que de otra manera estaría en estado de herejía. Resulta que uno debe llevar a cabo el trabajo sagrado por encima de la razón, porque esos son los Kelim que son adecuados para llevar al hombre a su perfección. Y como fue dicho arriba que sólo por encima de la razón él puede recibir el placer de la conducción del Creador, la cual está bajo la forma de benevolencia. Y a esto se le llama “derecha”. Como Baal HaSulam dijo, uno debe tratar de caminar sobre la línea derecha, llamada “fe por encima de la razón”, e imaginar que él ya ha sido recompensado con fe completa en el Creador, y que sus órganos ya sienten que el Creador conduce al mundo entero con benevolencia. Por tanto, debemos preguntar: “¿Por qué debemos caminar sobre la línea izquierda también, si la línea derecha es la más importante? ¿Cuál es el propósito de la línea izquierda?” La respuesta es, que necesitamos conocer nuestro estado dentro de la razón −la medida de nuestra fe− cuánta Torá hemos adquirido, y cómo sentimos al Creador durante la plegaria, etc. Y entonces llegamos a sentir que estamos en la absoluta bajeza, en lo más hondo de ella.

Esta es la razón por la que, cuando más tarde cambiamos a la línea derecha, tenemos el trabajo por encima de la razón. En otras palabras, al mostrarnos la línea izquierda nuestro estado dentro de la razón, hay aquí lugar para ir por encima de la razón. Pero si estuviéramos siempre en la línea derecha, no sería considerada como derecha, sino como una sola línea. En otras palabras, pensaríamos que esto es realmente donde estamos, como si nos encontráramos, de verdad dentro de la razón, en la perfecta Gadlut (grandeza). Pero la verdad es que sólo por encima de la razón estamos en integridad, por lo tanto, cuando tenemos las dos líneas, podemos decir que existe la cuestión de “por encima de la razón”, lo cual es la línea derecha. De esto se deduce que la línea derecha ayuda a la línea izquierda porque una vez que la persona se imagina a sí misma con regocijo, disfrutando de la perfección de su trabajo, cuando cambia a la línea izquierda, ve que está en un mundo de total oscuridad. Es decir, observa y siente que todavía está inmerso en el amor propio y que no tiene esperanza de salir del amor propio. Entonces hay lugar para la plegaria desde el fondo del corazón.

El estado de la derecha fue cuando se imaginó en un estado que ideó para sí misma acerca de lo que es la perfección del trabajo. En otras palabras, creyó por encima de la razón en el precepto de fe en su maestro, que le dijo que entrara en ese estado aun cuando su razón le dijera: “¿Por qué comparas tu situación con la de una persona que ya ha sido recompensada con la fe completa, cuando sabes que estás en la mayor bajeza que pueda existir?” Ella siente que está en un estado humillante que es impropio de una persona que quiera ser, algún día, un sirviente del Creador. Y más adelante él pasa a la línea derecha, y la izquierda le da lugar para trabajar en la línea derecha. Sin embargo, debemos recordar que cualquier cosa que sea en el camino de la verdad, es difícil de realizar sin esfuerzo.

Por lo tanto, después de esas dos líneas, llega a la línea media, la cual es llamada “el Creador le otorga el alma”. Y entonces llega a la fe completa, específicamente a través de la salvación de Dios. Pero, el hombre no lo puede lograrlo por sí sólo, de forma natural. Con todo lo mencionado arriba podemos entender el asunto de la reunión de los amigos. Cuando se reúnen, ¿qué deben discutir? Primero, la meta debe estar clara para todos: esta reunión debe dar como resultado el amor a los amigos, que cada uno de los amigos será despertado para amar al otro, lo que se llama “amor a los demás”. Sin embargo, esto es sólo un resultado. Para que nazca este adorable “hijo”, se deben tomar acciones para producir el amor. Y con respecto al amor, hay dos formas: Amor natural, por el que uno no tiene que esforzarse. Solo se debe tener cuidado de no estropear la naturaleza.

El amor que proviene de hacer cosas buenas por el otro. Hay una naturaleza en ello también, dado que alguien que da un obsequio a otro suscita que el receptor lo ame. Por lo tanto, cuando un grupo de personas se reúnen y desean trabajar juntos en el amor de los amigos, deben ayudarse una a la otra tanto como puedan. Y hay muchos discernimientos acerca de eso, dado que no todos son iguales, es decir, lo que uno necesita, el otro no. Sin embargo, hay una cosa en la que todos son iguales: todos y cada uno de los amigos necesita de buen ánimo. Esto es, cuando los amigos no tienen buen humor, no son todos iguales en sus necesidades. Es más, cada uno tiene su propia razón para ser infeliz. Por lo tanto, cada uno debe pensar cómo puede lograr el buen estado de ánimo del otro. Entonces, deben ser cuidadosos y evitar discutir sobre cosas que puedan acarrear tristeza al grupo, porque con esto él provoca que todos se sientan mal. Y entonces, al ir a casa, se preguntará: “¿Qué he ganado con ir al grupo? ¿Saber que estoy en un estado de bajeza y que debo arrepentirme? Es como si hubiera ido al grupo para que me condujeran a un estado de tristeza. En ese caso, es una pérdida de tiempo. Probablemente hubiera sido mejor que no fuera”.

Entonces, seguramente dirá: “La próxima vez que tenga que ir al grupo inventaré excusas para evitarlos”. De esto se deduce que cada uno debe tratar de llevar al grupo un espíritu de vida y esperanza, e infundir entusiasmo al grupo. Así, cada uno de los amigos será capaz de decirse: “Ahora puedo hacer borrón y cuenta nueva en el trabajo”. En otras palabras, antes de venir al grupo, se encontraba decepcionado con el progreso en el trabajo del Creador, pero ahora el grupo le ha llenado de vida y esperanza. Así, a través del grupo obtuvo confianza y fuerza para superarse, porque ahora siente que puede lograr la plenitud. Y todos sus pensamientos –que se estaba enfrentando a una gran montaña que no podía ser conquistada, y que esas son en verdad obstrucciones potentes− ahora siente que no son nada. Y él recibe todo del poder del grupo, porque todos trataron de infundir buen ánimo y la presencia de una nueva atmósfera en el grupo. ¿Pero qué puede uno hacer cuando siente que está en un estado de tristeza −tanto en término material como en el estado espiritual −y ha llegado el momento en que debe acudir al grupo? Y aun así, nuestros sabios dijeron: “¿Una preocupación en el corazón del hombre? Que lo hable con los demás”.

En otras palabras, él debe contárselo a sus amigos, tal vez ellos puedan ser capaces de ofrecer ayuda. Pero, si es así, ¿por qué decimos que todos deben traer un buen ánimo a grupo si él no lo tiene? Y más aun, hay una regla según la cual uno no puede dar aquello que no tiene. Por lo tanto, ¿qué debe hacer él para aportar algo que le infunda ánimo al mismo? De hecho, no existe otro camino para el hombre que caminar sobre la línea derecha. Por eso, antes de que vaya hacia el amor de los amigos, debe leer el ensayo de Baal HaSulam (de 1943) donde clarifica qué es la línea derecha, que este es el significado de “por encima de la razón”. Y él debe extraer la fuerza de allí, de manera que cuando vaya al grupo, todos y cada uno serán más o menos capaces de infundir un espíritu de vida, y mediante eso, la sociedad entera sentirá alegría y una confianza más grande. Durante la reunión de los amigos está prohibido evocar la línea izquierda.

Sólo cuando uno está sólo le está permitido usar la línea izquierda, pero no más de media hora al día. Pero la esencia del trabajo del hombre es ir específicamente por la línea derecha, como está escrito (en el ensayo de 1943). Pero dos personas juntas no deben hablar de la izquierda, y sólo así pueden recibir asistencia del grupo.

Pero lo peor es cuando una persona llega al grupo y ve que este grupo está en un estado de descenso, entonces, ¿cómo puede ser fortalecido por ellos? En ese momento, él debe juzgar a todos según la balanza del mérito (favorablemente). Ahora podemos entender lo que preguntamos acerca de la proximidad de “Cómprate un amigo” y “Y juzga a cada persona favorablemente”. Con lo escrito arriba, podemos entender que cuando uno desea adquirir algo del grupo, debe juzgar a todos favorablemente. Entonces él puede adquirir de los amigos, la ayuda en el trabajo, dado que ahora tiene de quien recibir. Pero cuando ve que está muy por encima de todo el grupo, ¿de quién va a recibir? Nuestros sabios vinieron y dijeron acerca de eso: “Juzga a cada persona favorablemente”. De esto se deduce que la razón principal por la que una persona necesita comprar un amigo y trabajar en el amor de los demás, es que mediante eso puede ser recompensado con el amor al Creador. Pero los amigos deben, principalmente, hablar juntos acerca de la grandeza del Creador, porque según la grandeza del Creador que él asume, en esa medida él se anula naturalmente ante Él. Es como vemos en la naturaleza, que el pequeño se anula frente el grande, y esto no tiene nada que ver con la espiritualidad. Es más, esta conducta se aplica incluso entre personas seculares.

En otras palabras, el Creador hizo la naturaleza de esta manera. Así, la discusión de los amigos respecto a la grandeza del Creador despierta un deseo y un anhelo de anularse ante el Creador porque él comienza a sentir añoranza y deseo de unirse con el Creador. Y también debemos recordar que en la medida que los amigos pueden apreciar la importancia y la grandeza del Creador, aun así debemos ir por encima de la razón, es decir, que el Creador es más elevado que cualquier grandeza de Él, que un hombre pueda imaginar dentro de su mente. Debemos decir que creemos, por encima de la razón, que Él conduce al mundo con una guía benevolente, y si uno cree que el Creador desea sólo lo mejor para el hombre, esto hace que una persona ame al Creador hasta que sea recompensado con “Y amarás al señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma”. Y esto es lo que una persona necesita recibir de los amigos. Y sobre el asunto de obtener la grandeza, esta debe obtenerse específicamente a través del grupo. Es como está escrito en Matán Torá (La entrega de la Torá, pág. 141), donde él habla con respecto al Rav y losestudiantes.

Es lo mismo, principalmente en relación a la grandeza del Creador. Él escribe: “Obtener la grandeza depende enteramente del entorno, y una persona por sí sola no puede hacer absolutamente nada al respecto”. Aun así, hay dos condiciones para obtener la grandeza: Siempre escuchar y asumir la apreciación del entorno en la medida de su grandeza. El entorno debe ser grande, como está escrito: “En la multitud del pueblo está la gloria del rey”. Para recibir la primera condición, cada estudiante debe sentir que él es el más pequeño entre los amigos. En ese estado, uno puede recibir la apreciación de la grandeza de todos, dado que el grande no puede recibir del más pequeño, mucho menos ser impresionado por sus palabras. Es más, sólo el pequeño es impresionado por la apreciación del grande. “Y para la segunda condición, cada estudiante debe elogiar las virtudes de cada amigo y celebrarlo como el más grande en la generación. Entonces, el ambiente lo afectará como un ambiente suficientemente grande, dado que la calidad es más importante que la cantidad”. Sin embargo, ¿qué debe hacer un amigo si necesita ayuda de los amigos? Hemos dicho arriba que está prohibido hablar de cosas malas que traigan tristeza en la reunión de amigos. La respuesta a eso es que uno debe decirlo a un amigo cercano, y ese amigo hablará con el grupo, pero no en el momento de la reunión de los amigos. En otras palabras, el amigo que ayuda, puede hablar a todo el grupo reunido, pero no durante la reunión regular de amigos. En cambio, puede organizar una reunión especial a favor del amigo que necesita ayuda. Y con respecto a “Cómprate un amigo”, debemos interpretar que “comprar” significa que él debe pagar y a través del pago, él lo compra. ¿Qué le paga? Podemos decir que el pago es recibido a cambio del esfuerzo. En otras palabras, a veces una persona desea comprar, por ejemplo, un armario nuevo, que cuesta cerca de 2.000 dólares. Él le dice al vendedor: “Como no tengo dinero para pagar, pero escuché que estás buscando un empleado para dos semanas, trabajaré por la cantidad que tengo que pagar a cambio del dinero del armario”, y el vendedor seguramente estará de acuerdo. Así, vemos que el pago puede ser por intercambio. Es lo mismo con al amor de los amigos. Supone un gran esfuerzo el que uno deba juzgar a los amigos favorablemente, y no todo el mundo está preparado para ello.

En ocasiones es incluso peor. A veces, una persona ve que su amigo es irrespetuoso hacia ella. Incluso peor, escucha un rumor difamatorio, es decir, escuchó de un amigo que ese amigo, llamado fulano de tal, dijo acerca de ella cosas que no son agradables que un amigo diga de otro. Ahora tiene que someterse a sí misma y juzgarlo favorablemente. Esto, de hecho, es un gran esfuerzo. De esto se deduce que mediante el esfuerzo, ella da el pago, que es incluso más importante que un pago de dinero. Sin embargo, si esa persona lo calumnia, ¿dónde va a reunir su amigo la fuerza para amarle? Él sabe que él ciertamente le odia, o no lo estaría calumniando, ¿entonces cuál es el motivo de someterse a sí misma y juzgarlo favorablemente? La respuesta es que el amor a los amigos que se construye sobre la base del amor a otros, mediante el cual ellos pueden lograr el amor al Creador, es lo opuesto a lo que se considera normalmente amor entre amigos. En otras palabras, el amor a los otros no significa que los amigos me amarán. Más bien, soy yo quien debe amar a los amigos. Por esta razón, no importa si el amigo está calumniándole y ciertamente lo odia.

En cambio, una persona que desea adquirir amor de otros, esa persona necesita la corrección de amar al otro. Por lo tanto, cuando una persona hace el esfuerzo y lo juzga favorablemente, es una Segulá (remedio, poder, virtud), donde mediante la ardua tarea que una persona hace, la cual se llama “un despertar desde abajo”, se le da fortaleza desde arriba para ser capaz de amar a todos los amigos sin excepción. A esto se le denomina “cómprate un amigo”, pues una persona debe hacer un esfuerzo para obtener el amor al prójimo. Y esto se llama “esfuerzo”, ya que debe esforzarse por encima de la razón.

Pensando racionalmente, ¿cómo es posible juzgar a otro favorablemente cuando su razón le muestra la verdadera cara de su amigo, que este le odia? ¿Qué le puede decir al cuerpo acerca de eso? ¿Por qué debe someterse ante su amigo? La respuesta es que él desea lograr Adhesión con el Creador, llamada “equivalencia de forma”, es decir, no pensar en su propio beneficio. Así que, ¿por qué el sometimiento es algo difícil? La razón es que él debe anular su propio valor, y la totalidad de la vida que él desea vivir, será sólo bajo la consideración de su capacidad para trabajar para el beneficio de otros, comenzando con el amor a los otros, entre persona y persona, hasta llegar al amor al Creador.

De esta forma, además, aquí hay un espacio donde él puede decir que cada cosa que hace, no tiene ningún interés propio, dado que mediante la razón, los amigos son quienes deben amarle, pero él supera su razón, va por encima de la razón, y dice: “No tiene ningún valor vivir para mí mismo”. Y aun cuando uno no está siempre en un grado donde es capaz de decir eso, ese es sin embargo el propósito del trabajo. Por lo tanto, ya tiene algo qué contestarle al cuerpo. De esto se deduce que antes de que cada amigo venga a la reunión de los amigos, debe contemplar qué le puede dar al grupo para así elevar el espíritu de vida en este. En eso, no hay diferencia entre alguien con vastos conocimientos o alguien ignorante, ya que el pensamiento que él piensa, aunque puede no saber nada, igualmente debe rezar al Creador por Su ayuda y tener fe que el Creador escucha las plegarias.

La agenda para la reunión

La agenda para la reunión
Artículo Nº 17, 1985-86

 

En Masejet Brajot (pág. 32), nuestros sabios escribieron: “Rabí Shamlai dijo, ‘Siempre se debe alabar al Creador y luego rezar’. ¿De quién recibimos esto? De Moisés, tal como está escrito: ‘Y yo imploré’”. Baal HaSulam interpreta que cuando uno desea pedir un favor a otro, debe saber:

a) Si tiene lo que se él le pide porque, si no lo tiene, no tiene sentido pedir.
b) Que tenga un buen corazón. Esto es así porque él puede que tenga lo que pide, pero que no tenga un corazón abierto para dar.

Así pues, primero se necesita alabar al Creador, es decir, creer que el Creador tiene todo lo que se le pide, y que el Creador es misericordioso y concede a todos su deseo para bien. Resulta que cuando los amigos se reúnen en un sitio, la reunión tiene seguramente un propósito, pues cuando uno dedica parte de su tiempo –que debería emplear para sus propias necesidades, renunciando a sus compromisos y participando en una reunión –es porque desea adquirir algo. Por lo tanto, es importante intentar que, cuando cada amigo se marche a casa, examine con qué vino a la reunión, y lo que ha adquirido ahora que vuelve a su hogar.

Algunas veces, durante la reunión de los amigos, todos se sienten bien durante la reunión. En ese momento no se les ocurre reflexionar con qué posesiones volverán a su casa, es decir: qué es lo que tengo en mi mano, qué he adquirido durante la reunión de los amigos y que no tenía antes de venir al grupo. Y entonces observa que no tiene nada.

Esto es igual a lo que está escrito (Deuteronomio, 23:25): “Si entras a la viña de tu prójimo, podrás comer todas las uvas que quieras, hastaque hayas saciado tu alma, pero no meterás ninguna en tus vasijas”. Debemos interpretarlo como que cuando los amigos se reúnen se ledenomina “La viña de tu prójimo”, cuando se sientan, comen y beben juntos, charlando de esto y lo otro, y el cuerpo disfruta durante estas acciones. Esto es igual a: “Podrás comer todas las uvas que quieras, hasta que hayas saciado tu alma”.

Pero cuando se van a sus casas y desean ver lo que tienen en sus Kelim (vasijas), para llevarse algo del buen ánimo a casa, esto es, cuando has abandonado la reunión y quieres examinar lo que llevas en tus Kelim después de todo el festejo, vemos que: “Pero no meterás ninguna en tus vasijas”. En otras palabras, que no hay nada en los Kelim con lo que revivir el alma después de la reunión.

Sin embargo, cuando la persona se esfuerza, se debe asegurar de que no lo hace sin una recompensa. Es como decimos en el rezo “Y vino a Sión”: “Para que no nos esforcemos en vano”. Pero, cuando uno va a una reunión, debe adquirir sustento allí, para que cuando regrese a casa, pueda ver si tiene algo que poner en los Kelim. Entonces tendrá provisiones para alimentarse hasta la siguiente reunión. Y, hasta entonces, tendrá de lo que ha preparado, es decir, de lo que ha adquirido durante la reunión de los amigos.

Por lo tanto, primero, se debe alabar la importancia de la reunión y luego ver lo que va a adquirir de esa actividad. Es como nuestros sabios dijeron: “Siempre se debe alabar al Creador y luego rezar”. En otras palabras, al comienzo de la reunión, es decir, al comienzo de las discusiones, en la apertura de la asamblea, se debe alabar al grupo. Cada uno debe intentar proporcionar razones  y explicaciones acerca del mérito e importancia del grupo. No deben hablar de nada que no sea para ensalzar al grupo.

Finalmente, el enaltecimiento debe ser revelado por todos los amigos. Luego, ellos deberán decir: “Ya hemos concluido con la primera etapa de la reunión de los amigos y comienza la etapa número dos”. Entonces, cada uno manifestará lo que piensa acerca de las acciones que podemos tomar, para que cada uno pueda adquirir el amor por los amigos. En otras palabras, lo que cada persona puede hacer para adquirir el amor en su corazón por todos y cada uno de los que integran el grupo. Y una vez que se ha completado la etapa dos −que consiste en las sugerencias de lo que se puede hacer en favor del grupo – da inicio la etapa número tres. Esta se refiere a llevar a cabo las decisiones de los amigos respecto a lo que se debería hacer. Y con respecto al enaltecimiento del grupo, en Matan Torá (La entrega de la Torá hoja 137), se introduce el asunto del amor por los amigos, que al vincularse con los amigos se puede adquirir la grandeza del Creador. Todo el mundo se encuentra inmerso en su amor propio y él desea seguir el camino del otorgamiento. Pero esto va en contra de la opinión general, pues es la naturaleza en la que fuimos creados, debido al propósito de la creación, que es, como se dijo: “Su voluntad de hacer el bien a Sus creaciones”.

Y todo nuestra fuerza para oponernos, para actuar al contrario –que no solo no queramos recibir para nosotros mismos, sino que deseamos dar, lo que se considera que todas nuestras acciones serían para otorgar satisfacción a nuestro Hacedor– radica en que, debido a la naturaleza del otorgamiento, una persona disfruta cuando da a una persona importante. Resulta que, sin el placer, la persona no puede hacer nada porque va en contra de su naturaleza.
Sin embargo, podemos reemplazar el placer. Eso significa que en lugar de recibir placer de un acto de recepción, deseamos recibir placer de un acto de otorgamiento. A esto se le llama “equivalencia de la forma”.

Debemos decir que así como el Creador disfruta de dar a las criaturas, nosotros debemos disfrutar de dar al Creador.
De otra forma, es decir, si no sentimos alegría y placer cuando le damos al Creador, estamos haciendo daño a la equivalencia de forma. Es como nuestros sabios dijeron: “No ha habido alegría tal ante Él, como el día en que los cielos y la tierra fueron creados. No hubo alegría ante el Creador desde el día en que el mundo fue creado, como la alegría que Él está destinado a disfrutar con los justos en el futuro” (El Zóhar, 1, 115). Por consiguiente, si la persona no siente alegría al cumplir los preceptos del Creador, incluso cuando aspira al otorgamiento, no se considera como equivalencia de forma, porque la persona solo puede sentir alegría cuando existe el placer. Resulta que si él no siente deleite y placer al dar al Creador, no se considera todavía como equivalencia de forma, y no tiene espacio para recibir la abundancia superior, pues todavía carece del placer que el Creador siente cuando les da a los creados.

Se deduce que toda la base sobre la cual podemos recibir deleite y placer, y sobre la que tenemos permitido disfrutar –y hasta es una gran obligación– es disfrutar de un acto de otorgamiento. Por lo tanto, hay un punto en el que debemos trabajar –la importancia de la espiritualidad. Y ello se expresa cuando tengo cuidado en ver a quién me dirijo, con quién hablo, de quién son los preceptos que cumplo, de quién es la Torá que aprendo, es decir, en buscar consejo sobre cómo dar importancia al Otorgante de la Torá. Y antes de obtener por sí mismo alguna iluminación desde lo alto, la persona debe buscar personas más o menos parecidas a ella, quienes también busquen enaltecer la importancia de cualquier contacto con el Creador, de la forma que sea. Y cuando un gran número de personas lo apoyan, todos pueden recibir la ayuda de su amigo.

Debemos saber que “Dos es el plural menor”. Eso quiere decir que si dos amigos se sientan juntos y reflexionan sobre cómo engrandecer la importancia del Creador, es que ya tienen la fuerza, de recibir el enaltecimiento de la grandeza del Creador bajo la forma del despertar desde abajo. Y a este acto, le sigue el despertar desde arriba y comienzan a tener alguna sensación de la grandeza del Creador. Conforme a lo que está escrito: “En la multitud de la gente se halla la gloria del Rey”, se deduce que cuanto mayor sea el número de personas, más efectivo es el poder del colectivo. En otras palabras, ellos generan una atmósfera poderosa de la grandeza y la importancia del Creador. En ese momento, el cuerpo de cada persona siente que todo lo que desea hacer por la santidad –es decir, otorgar al Creador– como una inmensa fortuna; que tiene el privilegio de encontrarse entre personas que han sido recompensadas con servir al Rey. En ese momento, cualquier pequeña cosa que haga, lo llena de alegría y placer, ya que ahora tiene algo con lo que puede servir al Rey.

En la medida en que el grupo considere la grandeza del Creador con sus pensamientos durante la reunión, cada cual conforme a su grado, genera la importancia del Creador dentro de sí. Por consiguiente, puede transitar todo el día por el mundo de la alegría y el regocijo, es decir, que disfruta de cada pequeña cosa que hace ligada al servicio del Creador. Eso se debe a que si él recuerda que debe contemplar la espiritualidad aunque sea durante un minuto, de inmediato dice: “Ya estoy muy agradecido por alabar y glorificar al Creador”, pues ahora cree que el Creador lo ha convocado y desea hablar con él. Y cuando la persona imagina que el Rey le convoca y le dice que quiere jugar con él, ¿cuánta alegría experimentaría entonces y cuán animado se sentiría? Ciertamente, en ese estado de exaltación, no tendría pensamientos triviales. Se sentiría un poco avergonzado por no conocer las leyes y las costumbres del Rey −cómo comportarse cuando el Rey le habla.

Pero considera lo que sabe hacer para el rey como una gran fortuna, pues de cualquier forma conoce algunas de las reglas para cumplir los preceptos del Rey, que aprendió en la escuela cuando era joven. Y ahora que ya ha crecido y desea servir al Rey, seguro que carecerá del conocimiento de las leyes del Rey. Resulta que su preocupación es que no sabe, qué es lo que le proporciona al Rey mayor placer: qué acción o qué intención. Y además de esto, vive en un mundo que es todo bienestar. Al juntarse para la reunión, esto es en lo que el grupo debería pensar y hablar, de la grandeza del grupo, tal como está escrito: “Se debe alabar al Creador y luego rezar”. Es lo mismo con el grupo. Cuando deseamos pedir algo al grupo, a esto se le denomina “rezar”, primero debemos establecer el mérito del propio
grupo y después “rezar”, es decir, pedir al grupo que nos proporcione lo que queremos de él.

Por lo tanto, primero la persona necesita ver lo que tiene el grupo, cuáles son las posesiones que puede obtener de ellos al vincularse con ellos. Tal vez no necesita las posesiones del grupo, sino que, es más, se aleja de éstas tanto como le es posible. Y, en consecuencia, cuando llega a la reunión de los amigos, siempre debe ver si los amigos tienen la meta que él anhela, que cada uno de ellos se aferre en algo a esa meta. Y él piensa que al unirse por la meta, cada uno recibirá su parte, así como las partes de todo el grupo. Resulta que cada uno de los integrantes del grupo tendrá la misma fuerza que la del conjunto del grupo unido. Se desprende de ahí que cada uno debe considerar seriamente el propósito de la reunión −que al término de la reunión de los amigos esta debe aportar la sensación de que, cada uno tenga algo en su mano que pueda poner en sus vasijas, y que no se encuentren en la situación de: “Pero no meterás ninguna en tus vasijas”. Cada uno debe considerar que si no se sienta especialmente atento durante la reunión, no solamente pierde él mismo, sino que corrompe a todo el grupo.

Esto se parece a lo que está escrito en el Midrash (Vaikrá Rabá, Capítulo 4): “Dos personas subieron a un bote. Una de ellas comenzó a hacer un hoyo en el bote debajo de ella. Aquel le dijo: “¿Por qué estás haciendo un hoyo?” Y este le replicó: “¿De qué te preocupas, si estoy haciéndolo justo debajo de mí y no debajo de ti?” Entonces aquel le respondió: “¡Qué necio! ¡Ambos nos ahogaremos al hundirse el bote!” Y una vez que hayan hablado de la importancia y de la necesidad del grupo, comienza el orden de la corrección −cómo y con qué podemos fortalecer al grupo para que se convierta en una agrupación sólida, tal como está escrito: “Y allí acampó Israel frente al monte” (Éxodo 19:2), y fue explicado que “como un solo hombre con un solo corazón”. El orden debe ser que cualquiera que tenga una sugerencia en cuanto a mejorar el amor por los amigos, esta debe discutirse, pero debe ser aceptada por todos los amigos para que no exista aquí ningún asunto de coacción.

Hasta ahora, hemos discutido la conexión entre la persona y su amigo, que sirve para conducirnos a la conexión entre la persona y el Creador, tal como está escrito en Matan Torá (La entrega de la Torá hoja 137). Resulta que al hablar de la importancia de los amigos y de que toda su importancia radica en que nos conduce hasta el amor por el Creador, también deberían pensar que el amor por los amigos debe conducirnos a la importancia del amor por el Creador.

 

Acerca del amor a los amigos

Acerca del amor a los amigos

Artículo Nº 2, 1984

1) La necesidad del amor por los amigos

2) ¿Cuál es la razón por la que elegí precisamente a estos amigos? ¿Y por qué los amigos me eligieron a mí?

3) ¿Debe revelar cada uno de los amigos su amor hacia la sociedad, o es suficiente con sentir amor dentro del corazón y profesar el amor a los amigos con discreción, sin necesidad de mostrar abiertamente lo que hay en su corazón? Se sabe que la discreción es algo de gran valor. Aunque también podemos decir lo contrario, que es obligatorio revelar a los amigos el amor que se tiene en el corazón, ya que mediante esta revelación uno despierta el corazón de su amigo hacia los otros amigos del grupo, para que ellos también sientan que cada uno de ellos profesa amor a los amigos. Y el beneficio de ello, es que de este modo, uno recibe una mayor fuerza para profesar el amor a los amigos con mayor intensidad y vigor, ya que la fuerza del amor de cada uno de ellos, está incluida en todos los demás. Conforme a eso, resulta que en lugar de tener, sólo una fuerza para profesar amor a los amigos, si el grupo está compuesto de diez miembros, cada uno está integrado de diez fuerzas de la necesidad, que comprenden que necesitan consagrarse al amor a los amigos. Pero si cada uno de ellos no revela al grupo, que está profesando amor a los amigos, entonces le falta la fuerza del grupo.

Esto es así porque es muy difícil juzgar a un amigo favorablemente. Cada uno piensa de sí mismo que es justo y que sólo él está consagrado al  amor a los amigos. De este modo uno no tiene más que una fuerza muy pequeña para practicar el amor al prójimo. De esto se desprende que precisamente este trabajo debe ser realizado explícitamente y no con discreción. Pero uno debe recordarse a sí mismo constantemente cuál es el propósito de esta asociación. De otro modo, el cuerpo tiende a desvirtuar el propósito, ya que el cuerpo siempre se preocupa de su propio beneficio. Por esa causa debemos recordar que el grupo fue establecido únicamente sobre el principio de alcanzar el amor al prójimo como trampolín hacia el amor al Creador. Y esto se alcanza justamente diciendo que uno necesita de la sociedad para poder otorgar a su amigo sin recibir nada a cambio.

Esto significa que no necesita a esta sociedad para que le otorgue ayuda y regalos, que le den satisfacción a las vasijas de recepción del cuerpo. No obstante una sociedad construida sobre el amor propio lo estimula solamente a desarrollar sus vasijas de recepción, porque la persona ve ahora, que tiene la oportunidad de incrementar su patrimonio, ya que con la ayuda de su amigo puede obtener posesiones materiales. Por el contrario, debemos recordar que esta sociedad ha sido establecida en base al amor al prójimo. Es decir, que todos y cada uno de sus miembros reciben de ella el amor al prójimo, y el odio a sí mismos. Y al ver que sus compañeros se esfuerzan en anularse a sí mismos y en amar al prójimo, eso causa que cada uno de ellos esté incluido en la intención de su amigo.

De ahí que si el grupo tiene diez miembros, por ejemplo, entonces cada uno tendrá diez fuerzas que practican la auto-anulación, el odio a sí mismo y el amor a los demás. De lo contrario, no sólo que uno permanece con una sola fuerza de amor al prójimo, pues no ve que los amigos lo estén practicando, ya que están practicando el amor al prójimo ocultamente, sino que además los amigos le hacen perder su fuerza y su deseo de seguir por el sendero del amor al prójimo. Y entonces él aprende de las acciones de ellos. Y de este modo cae bajo el dominio del amor propio.

4) ¿Debe conocer cada uno, cuáles son las necesidades de sus amigos, qué le falta a cada uno de sus amigos individualmente, para saber cómo les puede complacer, o es suficiente practicar el amor a los amigos en general?